Adiós a un resistente

Francia ha perdido a uno de los últimos símbolos de la Resistencia contra la ocupación nazi en los años cuarenta. Raymond Aubrac, que junto a su esposa Lucie –fallecida en 2007– formó una pareja de combatientes mítica, murió ayer en el hospital militar Val de Grâce de París a los 97 años de edad. Aubrac, nombre de guerra de Raymond Samuel –nacido en una familia judía en Vesoul (Franco Condado) que fue deportada al campo de exterminio de Auschwitz–, fue el fundador en 1940 en Lyon del Movimiento Liberación Sur, uno de los grupos que componían el Ejército Secreto (Armée Secrete)

Raymon Aubrac era el último superviviente de la célebre reunión de Caluire –periferia de Lyon– en 1943, en la que la Gestapo, mandada por criminal de guerra Klaus Barbie, dio un golpe letal al mando de la Resistencia, al capturar a su líder máximo, Jean Moulin –torturado después hasta la muerte–, y a otros ocho jefes. Aubrac, que figuraba entre los detenidos en la redada, se salvó de la muerte al ser liberado, en una audaz operación de comando, por un grupo de resistentes dirigido por su esposa Lucie, embarazada de seis meses.

El papel de Aubrac en el desmantelamiento de la cúpula de la Resistencia fue durante un tiempo discutido, hasta el punto de ser acusado de ser el soplón que habría alertado a la Gestapo de la reunión. Aubrac ganó varios juicios por difamación por este asunto en los años noventa y fue definitivamente por un tribunal de historiadores organizado por el diario Libération.

Compañero de viaje del Partido Comunista –donde nunca llegó a militar–, Aubrac hizo amistad con el dirigente vietnamita Ho Chi Minh, lo que le valió después, durante la guerra de Vietnam, hacer de intermediario en las negociaciones secretas entre Estados Unidos y el Vietcong.

Todos los dirigentes políticos franceses rindieron ayer homenaje a la figura de Raymond Aubrac, empezando por el presidente francés, quien valoró el legado de “esos héroes de la sombra que salvaron el honor de Francia”. Aubrac, sin embargo, era muy crítico con Nicolas Sarkozy y en una tribuna publicada conjuntamente con otro resistente, Stéphane Hessel, el 14 de marzo en Libération, había pedido el voto para el candidato socialista al Elíseo, François Hollande.