viernes, 31 de mayo de 2013

Nace 'Merkollande'

Alemania y Francia, Francia y Alemania, vuelven a marcar el paso de Europa. Se acabó el juego del gato y el ratón. Se acabó la estrategia hollandista de la “tensión amistosa” entre París y Berlín. El motor franco-alemán vuelve a funcionar. Un año después de su acceso al Elíseo, el presidente francés, François Hollande, ha acabado rindiéndose a la evidencia de que en la Unión Europea ha de ir forzosamente de la mano de la canciller alemana, Angela Merkel. Ambos mandatarios abrieron ayer formalmente esta nueva etapa en París con la presentación de una contribución conjunta –la primera en un año– sobre la política económica y el reforzamiento institucional de la zona euro, que someterán al resto de sus socios en el Consejo Europeo del 27 y 28 de junio próximos. Ha nacido Merkollande.

La proposición franco-alemana aboga por el reforzamiento del gobierno de la zona euro –con el nombramiento de un presidente de plena dedicación y la celebración de cumbres regulares–, así como de su legitimidad democrática, a través de una nueva estructura del Parlamento Europeo. París y Berlín proponen coordinar las políticas económicas de los países miembros, con un acento especial en la competitividad –mediante el establecimiento de “contratos de competitividad y de crecimiento”–, la convergencia de los sistemas fiscales, el establecimiento de salarios mínimos –aunque “definidos a nivel nacional”– y la creación de un “fondo” propio de la zona euro que estaría alimentado por contribuciones específicas (probablemente, la tasa sobre las transacciones financieras). Por lo que hace a la unión bancaria, ambas partes se proponen poner en marcha antes del fin de la legislatura europea (en 2014) un mecanismo único de resolución de crisis bancarias, que incluirá un dispositivo de apoyo privado, nutrido por las aportaciones de la propia banca.
La contribución incluye asimismo el plan para combatir el paro juvenil que ambos países adelantaron el martes en un coloquio internacional celebrado en París.

Hollande y Merkel se esforzaron ayer en el Elíseo en mostrar una cohesión que está lejos, sin embargo, de ser total. El documento presenta asimismo notables dosis de vaguedad. No todos los desacuerdos entre franceses y alemanes se han solventado. Pero sin duda, más importante aún que su contenido es el esfuerzo de aproximación realizado por ambas partes. Guiño involuntario al pasado, Merkel sufrió un freudiano lapsus al referirse en una ocasión al presidente francés como “François Mitterrand”...

La sintonía entre Francia y Alemania no es algo que pueda darse por descontado, cada acuerdo –como recordaba tiempo atrás un diplomático del Quai d’Orsay– es fruto de un ingente trabajo de negociación y de aproximación de posturas a veces enormemente distantes. Pero ambos países son conscientes de que están condenados a entenderse. El ex presidente francés Jacques Chirac lo expuso de forma inequívoca en sus memorias: “No hay que creer que esta entente singular (entre franceses y alemanes) se debe a sus intereses comunes. Reposa ante todo en la amplitud de las contradicciones que es vital, para unos y para otros, superar, hasta tal punto saben por experiencia que sus oposiciones pueden revelarse destructoras”.

Tras doce meses de desencuentro, Hollande y Merkel han empezado a introducir en su agenda común algo más que reuniones o cenas de trabajo. Ayer, ambos visitaron juntos en el Museo del Louvre la exposición sobre la pintura alemana de 1800 a 1939. 


Entre soberanía nacional y derecho de injerencia

“Lo importante es que allí donde se toman las decisiones se asuman los riesgos”. Merkel no se anduvo con paños calientes al recordar a Hollande el principio fundamental que debe guiar el proceso hacia una mayor integración europea. Dicho de otro modo, no se puede apelar a la solidaridad europea si no se está dispuesto a ceder soberanía. El presidente francés tuvo ayer dificultades para justificar, en este contexto, su airada reacción –tan tradicionalmente francesa– a las recomendaciones hechas por la Comisión Europea a cambio de otorgar a Francis dos años más para reducir el déficit. “La Comisión no tiene que dictarnos lo que hemos de hacer”, dijo Hollande.




jueves, 30 de mayo de 2013

Cazado por un zumo de naranja

Un trago de zumo de naranja, un envase abandonado... El azar que a veces dirige el comportamiento humano ha permitido a la policía francesa identificar y detener en tan sólo cuatro días al individuo que el sábado pasado apuñaló en el cuello a un soldado francés de una patrulla antiterrorista en el barrio de negocios de La Défense, en la periferia de París. El presunto agresor, Alexandre D., de 22 años, fue arrestado en la madrugada de ayer en una vivienda de La Verrière, una población al sudoeste de la capital francesa, no lejos de Versalles, donde el sospechoso –sin domicilio fijo– se alojaba en casa de una amiga. No opuso ninguna resistencia.

Alexandre D. es un joven francés convertido al islam radical, un pequeño delincuente de banlieue que hace cuatro años empezó una deriva personal que acabaría conduciéndole a convertirse en aprendiz de terrorista. Su trayectoria recuerda a la del terrorista de Toulouse Mohamed Merah, muerto por la policía en marzo del 2012 después de haber asesinado a siete personas, tres militares y un adulto y tres niños de la escuela judía Ozar Hatorah.

Alexandre D., probablemente inspirado por el salvaje asesinato de un soldado británico tres días antes en Londres, también quiso cobrarse una víctima en la piel de un militar. “Su voluntad en ese momento era de matar a ese soldado, el autor no dudó en dar varios golpes con una determinación impresionante”, señaló ayer el fiscal de París, François Molins. Estuvo a dos centímetros de conseguirlo: un poco más y el arma blanca que clavó a su víctima en la nuca estuvo a punto de alcanzar la arteria carótida. Finalmente, el joven soldado, Cédric Cordiez, de 23 años, resultó herido sólo levemente y pudo abandonar el hospital el pasado lunes.

El presunto terrorista confesó ser el autor de la agresión, que el fiscal atribuyó a una motivación vinculada a su “ideología religiosa”. Ocho minutos antes de atacar al soldado por la espalda en el gran hall subterráneo de La Défense –donde confluyen varias líneas de transporte regional y metropolitano, y desde donde se accede a varios centros comerciales–, el agresor se recogió unos instantes y rezó una plegaria. Poco antes, había comprado dos cuchillos en el centro comercial.

Las cámaras de vídeovigilancia de la zona captaron a Alexandre D. en varios momentos, antes y después de de la agresión. Su aspecto –la barba, el gorro...– le asociaba claramente con la imagen de un islamista. Sin embargo, y en contra de lo que se creyó, no era –no es– de origen magrebí.

Las imágenes de las cámaras de videoprotección han resultado muy útiles para la investigación, pero lo que ha resultado fundamental ha sido el envase de zumo de naranja abandonado por el agresor en una bolsa de plástico. Los restos de ADN recuperados son los que han permitido su identificación. La policía ha contado aquí con la inmensa suerte de que Alexandre D. estuviera ya fichado y sus huellas biológicas, archivadas. El joven, en efecto, había estado implicado entre el 2006 y el 2007 en varios robos, que sin embargo no le habían conducido a prisión por tratarse entonces de un menor de edad.

Encontrarle, debido precisamente a carecer de domicilio propio, no ha sido tan rápido. Su pase de transporte es el que parece haber dado la pista definitiva.

Natural de Trappes, una población cercana a La Verrière donde existe una importancia comunidad integrista –las mujeres con velo integral son aquí comunes–, Alexandre D. se convirtió aparentemente al islam cuando alcanzó su mayoría de edad. La policía, en todo caso, tuvo noticias de esta transformación en el 2009, cuando fue amonestado por participar en un rezo religioso en medio de la calle. Junto a él había dos personas habituales de los medios islamistas radicales.

Según las autoridades francesas, nada, ningún otro incidente posterior, hizo que Alexandre D. llamara la atención de los servicios de seguridad... Sólo que esto no parece ser del todo exacto. El diario Le Monde reveló ayer tarde que la Subdirección de Información General (SDIG) envió el pasado 20 de febrero –tres meses antes de la agresión en La Défense– una nota sobre Alexandre D. a la Dirección Central de Información Interior (DCRI), los servicios secretos, en la que le señalaba como un islamista radical a fin de hacerle un seguimiento. Según el vespertino, nadie en la DCRI le prestó atención...

Los agentes de la SDIG vinculaban a Alexandre D. con el movimiento radical Tabligh. Además de haber sido controlado durante un rezo en la calle en el 2009, en la población de Maurepas (en el mismo departamento de Yvelines), su nota alude a una visita realizada en el 2011 a unas oficinas municipales de Rambouillet en busca de empleo: durante su entrevista, Alexandre habría puesto como condición no trabajar con mujeres y habría expresado su intención de partir al extranjero para seguir estudios religiosos. En el pasaporte que presentó para identificarse había sellos de varios viajes al extranjero, un detalle llamativo en alguien que nunca ha dispuesto de medios conocidos de subsistencia.

El ministro del Interior, Manuel Valls, comparó la personalidad y la trayectoria de Alexandre D. con la de Mohamed Merah, y advirtió que “en Francia hay varias decenas, incluso varias centenas de Merah potenciales”. Valls alertó asimismo del riesgo potencial que representan los “varios centenares de europeos” que han partido a combatir en Siria con los rebeldes y que, en algunos casos, se han sumado a los grupos vinculados a Al Qaeda.


Detenciones en el caso Merah

La policía francesa detuvo el martes a seis personas –cuatro en Toulouse y otras dos en París– en relación con el caso de Mohamed Merah, el terrorista que en marzo del 2012 asesinó a siete personas en Toulouse y Montauban. Los detenidos, según fuentes policiales, son personas del entorno de los dos hermanos de Merah. Los investigadores de la lucha antiterrorista intentan esclarecer las complicidades con las que contó Merah para cometer sus atentados. La justicia francesa ha imputado hasta el momento a dos personas en este caso: Abdelkader Merah, hermano mayor de Mohamed y supuesto responsable de su adoctrinamiento en el islamismo radical, y Mohamed Mounir Meskin, sospechoso de haber ayudado a robar el scooter que Mohamed Merah utilizó para cometer sus crímenes.









Bruno y Vincent, los primeros en decir "sí"

La voz de Frank Sinatra cantando Love and Marriage invadió la sala de actos del Ayuntamiento de Montpellier después de que Vincent Autin, de 40 años, y Bruno Boileau, de 30, se dijeran “sí” ante la alcaldesa de la ciudad, la socialista Hélène Mandroux, y se convirtieran en matrimonio. El primer matrimonio homosexual que se consuma en Francia desde que el Parlamento aprobara el pasado 23 de abril –en medio de una masiva y cada vez más radicalizada oposición de los medios católicos y conservadores– la ley que autoriza las bodas entre personas del mismo sexo y se convirtiera así en el 14º país del mundo en reconocer este derecho.

La boda de Vincent y Bruno, dos conocidos activistas en defensa de los derechos de los gais, pareja desde hace siete años, levantó una enorme expectación en el país, así como cierta inquietud, ante el riesgo de que algunos grupos conservadores o radicales de extrema derecha intentaran boicotear la ceremonia. Los dirigentes del movimiento contra el matrimonio homosexual aseguraron que no era su intención aguar la fiesta de los contrayentes, pero ante el riesgo de la actuación de grupos incontrolados, las autoridades desplegaron preventivamente a 200 policías y gendarmes. Fuera de algunos pitidos aislados cuando la pareja entraba en el ayuntamiento, no hubo ningún incidente remarcable.

Previamente, el gobierno municipal había renunciado a organizar un gran aperitivo popular para celebrar el acontecimiento. Y la ministra de Familia, Dominique Bertinotti, abandonó finalmente su intención de acudir a la boda para evitar que pudiera ser interpretado como una provocación. Quien sí acudió, en cambio, aunque a título personal –es amiga personal de los dos contrayentes–, fue la ministra Portavoz del Gobierno y titular de la cartera de los Derechos de la Mujer, Najat Vallaud-Belkacem.

“Vuestra historia reencuentra hoy la historia del país”, subrayó en su discurso la alcaldesa de Montpellier, quien vinculó la importancia personal de ese instante para los dos hombres y para toda Francia. “Este momento lo habíais soñado, lo habíamos soñado”, dijo. Unas 500 personas llenaban la sala, entre familia, amigos y numerosos periodistas.

Los dos contrayentes, que se dieron la mano en los momentos más intensos de la ceremonia, iban ambos con sobrios trajes de color negro –con una corbata el uno, con una pajarita el otro, las dos de color negro también–. Su entrada en la sala fue recibida a los sones de otro clásico americano, L-O-V-E, de Nat King Cole. Dos escuetos besos en los labios, en medio de fuertes aplausos de los asistentes, sellaron su unión después de que la alcaldesa repitiera la fórmula tradicional: “Yo os declaro unidos por el matrimonio en nombre de la ley”.

Aprobada por el Parlamento, avalada por el Consejo Constitucional, promulgada por el presidente de la República y ya aplicada, la ley sigue siendo contestada no obstante por el movimiento liderado hasta ahora por Frigide Barjot, que amenaza con continuar con las protestas. 



La OCDE vaticina un 28% de paro

El final del túnel aún está lejos para España, según el último vaticinio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El nuevo informe de perspectivas económicas de la OCDE, presentado ayer en París, calcula que España cerrará el año 2013 con una nueva caída de la actividad económica del -1,7% y sólo en el 2014 recuperará un signo positivo. El crecimiento previsto para el año que viene (del 0,4% del PIB) será sin embargo demasiado corto para conseguir invertir la curva del paro, que seguirá creciendo desde el 27,3% de este año a algo más del 28% el año que viene, para empezar a estabilizarse después.

La OCDE recomienda en su informe al Gobierno español que adopte como prioridad número uno el estímulo del crecimiento, y aconseja asimismo que realice nuevos esfuerzos para seguir flexibilizando la legislación laboral.El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy valoró, como un “dato positivo”, la constatación de la OCDE de que España “tocará fondo este año” y que a partir del 2014 empezará a recuperarse.

El análisis de la OCDE contrasta con el que publicó, también ayer, el Banco de España. Su boletín económico dice que “se percibe una cierta mejoría en los indicadores de naturaleza cualitativa, sobre todo por el lado de la demanda”, observa una mejora en el indicador de confianza de los hogares, de las matriculaciones de coches en abril y una moderación en el ritmo de deterioro de las inversiones en bienes de equipo, junto con un comportamiento “algo menos contractivo” del sector de los servicios. “La información más reciente relativa a la evolución del mercado de trabajo apunta a un tono algo menos desfavorable en abril”, añade el Banco de España.

A nivel global, la zona euro seigue instalada en la recesión. El informe de la OCDE prevé para este año un retroceso del PIB del -0,6% y una recuperación del 1,1% en el 2014. Mientras tanto, Estados Unidos (1,9% y 2,8%) y Japón (1,6% y 1,4%) tienen una dinámica más positiva. Los países emergentes (5,5% y 6,2%) siguen años luz por delante.






La importancia de la regla

Guy Carcassonne
(1951-2013)
Jurista

 “La regla del juego es un vector de civilización”, dejó dicho una vez el reconocido jurista francés Guy Carcassonne, para quien las reglas del rugby –deporte que había practicado en su juventud y del que era un gran aficionado- y una Constitución tenían en el fondo la misma función esencial: la búsqueda óptima del equilibrio entre las obligaciones que imponen y las libertades que conceden. Voz escuchada y respetada donde las hubiere, su timbre se apagó definitivamente la noche del domingo al lunes en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde estaba realizando un viaje familiar junto con su esposa, la dibujante Claire Brétécher, a causa de una fulminante hemorragia cerebral. Su inesperada desaparición, a los 62 años de edad, ha causado un hondo impacto en el mundo académico y en el mundo político en Francia.

Autoridad indiscutible en materia de derecho constitucional -su primera gran obra, “La Constitución”, editada en 1996, en la que hacía un análisis interpretativo del texto fundador de la V República, es una referencia-, Guy Carcassonne dedicó una parte muy importante de su vida a la enseñanza como profesor, en la Universidad de Reims primero y en la de París-X Nanterre desde 1991 hasta hoy. Pero su interés traspasó el ámbito teórico para descender a lo práctico. Admirador de la figura de Pierre Mendès France –a quien dedicó su tesis doctoral-, en los años setenta y ochenta asumió un compromiso político directo en la órbita del Partido Socialista.

Desde 1983, pero sobre todo entre 1988 y 1991, en su etapa como primer ministro, Carcassonne colaboró estrechamente con Michel Rocard, en cuyo gabinete fue el encargado de las relaciones con el Parlamento. En un momento en que los socialistas carecían de mayoría absoluta en las cámaras, su principal cometido –que a juicio de propios y extraños ejerció con habilidad y tacto– fue la búsqueda constante de pactos.

En tanto que especialista, colaboraba asiduamente en los medios de comunicación y en los últimos años había sido repetidamente requerido para expresar su opinión en los grandes debates político-jurídicos, desde la Carta de las Lenguas Regionales del Consejo de Europa hasta la modernización de las instituciones de la V República, pasando por el estatuto penal del jefe del Estado. En el extranjero, su consejo había sido solicitado para colaborar en la redacción de la nueva Constitución de Afganistán.

Las condolencias y los elogios han sido unánimes en Francia, donde era enormemente apreciado por su honradez intelectual y su equidad política. El presidente François Hollande lamentó la pérdida de « uno de los más grandes constitucionalistas y un pedagogo sin par”, mientras el líder de la oposición, Jean-François Copé, presidente interino de la UMP, valoró su “inteligencia y apertura de espíritu”. “Sin renegar de sus convicciones de izquierda, sabía trabajar sin sectarismo con todos aquellos que querían mejorar el funcionamiento de nuestra democracia », añadió. Una de las despedidas más calurosas la firmó el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré, quien elogió su inteligencia y sus cualidades humanas: “El derecho constitucional pierde a uno de sus espíritus más eminentes, la República a uno de sus hijos más ejemplares, Francia a uno de sus más remarcables talentos”.



miércoles, 29 de mayo de 2013

Europa, al rescate de su juventud

Estabilizada financieramente la zona euro, el gran desafío –y el gran drama– al que se enfrenta la Unión Europea es el paro juvenil. La conciencia de que Europa se juega aquí el futuro de toda una generación y, más allá, la supervivencia misma del proyecto de unificación europea ha conducido a varios países, entre ellos España, a proponer medidas urgentes para combatir esta lacra, que alcanza –con grandes disparidades entre estados– a alrededor de una cuarta parte de los jóvenes menores de 25 años. Una catástrofe que atenta contra la cohesión social del continente.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que ayer clausuró en París un coloquio internacional sobre el futuro de Europa y se reunió con el presidente
francés, François Hollande, en el Elíseo, avanzó sus propuestas en este sentido, que en buena parte confluyen con las que Hollande está ultimando a su vez con la canciller alemana, Angela Merkel. Al igual que su antecesor, Nicolas Sarkozy, el actual presidente francés ha tardado un año en admitir la evidencia de que nada puede avanzar en Europa si París y Berlín no preparan antes los platos en la cocina. Así que se ha puesto manos a la obra. El motor franco-alemán vuelve a estar en marcha. Sólo que no es el único motor que se hace oir.

Mariano Rajoy puso ayer sobre la mesa tres propuestas para activar el empleo juvenil: aumentar de 10.000 a 30.000 millones anuales los fondos que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) destina a financiar a las pequeñas y medianas empresas –principales creadoras de empleo–; adelantar la aplicación del plan de empleo juvenil previsto por le UE –dotado con 6.000 millones más–, y facilitar la concesión de bonificaciones en la contratación de jóvenes al excluir estas ayudas de la contabilización del deficit público, a efectos de su penalización. “Los ciudadanos necesitan percibir que los sacrificios que la integración europea exige tienen contrapartidas palpables en un plazo breve”, advirtió Rajoy en su discurso de cierre del coloquio “Europa, próximas etapas”, organizó en la escuela Sciences Po de París por el Instituto de Gobernanza Berggruen,

Las dos primeras propuestas de Rajoy entroncan con dos de las medidas incluidas en el plan de fomento del empleo juvenil que están preparando París y Berlín. Este asunto fue objeto de una reunión ayer en el Elíseo en la que, junto a Hollande, participaron los ministros de Economía y de Trabajo de Francia y de Alemania, Pierre Moscovici, Jean-Michel Sapin, Wolfgang Schäuble y Ursula von der Leyen, respectivamente, además del titular de la cartera de Trabajo italiano, Enrico Giovanni. La discusión la proseguirá mañana en París el presidente francés con Merkel. Ambos prevén someter su propuesta a sus socios europeos en el Consejo del 27 y 28 de junio, y cerrar el plan en una cumbre extraordinaria en Berlín, el 3 de julio, de los ministros de Trabajo de los 27.

“Hemos de actuar con urgencia. Seis millones de jóvenes están en paro en Europa y cerca de 14 millones no tienen trabajo, no cursan estudios ni siguen un aprendizaje. Si no actuamos, la generación de la post-crisis vendrá a pedirnos cuentas”, afirmó en el discurso de apertura del mismo coloquio Hollande, quien alertó que el “rencor” de toda una generación puede provocar una “ruptura” de graves consecuencias.“Lo que está en juego es la idea misma de Europa”, dijo, antes de añadir que “Europa debe significar protección y esperanza”.

Los ministros de Trabajo de Francia y Alemania –presentes en la misma jornada– aprovecharon este marco para exponer las principales líneas de su plan, para el que Hollande ha pedido poder empezar a comprometer ya parte de los 6.000 millones de euros previstos.

El plan reposa en tres medidas básicas. La más llamativa es la de promover la movilidad de los jóvenes en toda Europa, a base de extender el actual programa Erasmus –dirigido hasta ahora exclusivamente a los estudiantes– a todos los jóvenes que sigan un aprendizaje profesional. “Es necesaria una mayor movilidad”, subrayó la titular alemana de Trabajo, Ursula von der Leyen, quien recordó que sólo en Alemania hay un millón de empleos vacantes y defendió la financiación de cursos de idiomas para superar el obstáculo de la lengua.

Una segunda medida, complementaria de la anterior, es desarrollar el sistema de inserción laboral de la “alternancia”, que combina un empleo con una formación adaptada en paralelo. El objetivo del plan es que ningún joven europeo permanezca más de cuatro o seis meses sin trabajo, sin un stage o sin un curso de formación.

La tercera medida va más allá del empleo juvenil y afecta en realidad a la financiación de la economía en su globalidad. El objetivo es movilizar al BEI –como también propone Rajoy– para facilitar la financiación de las pymes, enfrentadas en la actualidad a serios problemas de acceso al crédito.

El ministro alemán de Economía, Wolfgang Schäuble –ferviente europeísta–, consideró que tras haber logrado estabilizar la zona euro, lo urgente es resolver el problema del paro juvenil. “Si no tenemos éxito –alertó–, perderemos la batalla de la unificación europea. No podemos hacer esperar a toda una generación”. Pero advirtió que a largo plazo la única vía es adoptar las reformas estructurales necesarias para hacer la economía europea más competitiva. “No hay que hacer a los jóvenes falsas promesas hoy que no podremos cumplir mañana”, dijo.

En la jornada participaron asimismo, entre otras personalidades, el ex primer ministro francés François Fillon; el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz; el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy; el ex primer ministro italiano Mario Monti; el expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors y el expresidente del Gobierno español Felipe González.


Rajoy avisa de que el reparto del déficit no gustará a todos

Lo que se tenga que hacer, se hará, aunque no guste a todo el mundo. Poco impresionado por el rechazo que entre los barones del PP despierta su propuesta de reparto asimétrico de los objetivos de déficit entre las comunidades autónomas, Mariano Rajoy mantiene su rumbo. Al día siguiente de su almuerzo con los presidentes autonómicos populares –una “reunión de partido”, subrayó para quitarle toda trascendencia oficial–, el presidente del Gobierno asumió que la fórmula final provocará descontentos. “Es imposible que a todo el mundo le guste”, advirtió durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés, François Hollande, con quien se reunió ayer tarde en el Elíseo.

Rajoy quitó hierro a la discusión que mantuvo con los barones de su partido –según sus palabras, un “interesante contraste de pareceres, grato y reconfortante”– y juzgó lógico que cada presidente defienda sus intereses cuando se trata de dinero. “Cada cual arrima el ascua a su sardina, siempre es así”, afirmó. Pero expresó su confianza en que, de aquí a la decisión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, se conseguirá un acuerdo. “Al final siempre se acaba imponiendo el sentido común”, consideró Rajoy, quien rechazó la idea de que el Gobierno imponga por su autoridad su receta a los disidentes.

El presidente aprovechó otra pregunta para reafirmar su determinación de cumplir con los objetivos de reducción del déficit. “Lo tenemos que cumplir por encima de todo. El Gobierno hará el máximo esfuerzo y estoy seguro de que las comunidades autónomas y las administraciones locales también lo harán”, señaló, en la confianza no obstante de que la Comisión Europea otorgará a España un plazo adicional de dos años para rebajarlo al 3% del PIB. Para Rajoy, esta modulación es necesaria en momentos de recesión económica como los actuales –“Los plazos son elementos que deben adaptarse a las circunstancias”, dijo–, pero no cuestiona lo bien fundado del objetivo final: “No es un capricho, es bueno para la economía, es bueno para el crecimiento y es bueno para el empleo”, concluyó.



martes, 28 de mayo de 2013

Una plegaria antes de matar

Nada, o casi nada, de lo que hizo el sábado por la tarde en La Défense, el barrio de negocios de París, el agresor del soldado francés Cédric Cordiez ha escapado a las cámaras de videovigilancia. Gracias a las imágenes del sistema de videoprotección de la empresa que gestiona el transporte público regional, la RATP, los investigadores de la policía disponen de un fiel retrato del individuo y han podido reconstruir sus pasos antes y después del ataque.

Uno de los datos más reveladores, puesto que parecería confirmar el carácter terrorista de la acción y el móvil islamista del autor, lo constituye el hecho de que instantes antes de apuñalar al soldado en el cuello el agresor se recogió brevemente no lejos del lugar del ataque y rezó una plegaria. Así lo desveló ayer el diario Le Parisien, según el cual la policía logró recuperar asimismo una bolsa de plástico abandonada en su huida por el atacante en la que había un cuchillo en su funda, otra funda pero sin su cuchillo y un envase de zumo de naranja empezado, así como un pullover. Todo ello está siendo analizado en busca de rastros de ADN,

El ministro del Interior, Manuel Valls, declaró en televisión que los investigadores de la sección antiterrorista de la brigada criminal de la Policía disponen de “pistas serias” para identificar al atacante, que sigue huido.
Los hechos se produjeron el pasado sábado, alrededor de las seis de la tarde, en el gran hall subterráneo de La Défense, donde confluyen varias líneas de transporte público (RER, Transilien, metro, tranvía) y varios centros comerciales. La víctima, Cédric Cordiez, del 4º regimiento de Cazadores de montaña de Gap (Altos Alpes), estaba realizando labores de vigilancia en el marco de la operación antiterrorista Vigipirate. Integrante de una patrulla compuesta por otros dos soldados, Cordiez avanzaba en último lugar, lo que aprovechó su agresor para atacarle por la espalda y clavarle un arma blanca –acaso un cuchillo, acaso un cutter– en el cuello, antes de salir huyendo hacia el centro comercial Les Quatre Temps y perderse entre la multitud que frecuentaba el lugar a esa hora de la tarde.

Cédric Cordiez, de 23 años y padre de un niño de dos, salvó la vida por dos centímetros. Según su compañera sentimental y madre de su hijo, Aurélie, la herida llegó a esa distancia de la arteria carótida. Ingresado en el hospital militar Percy, en Clamart (al sur de París), Cordiez fue dado de alta ayer mismo y “recuperado” por su unidad. Los médicos le han dado diez días de baja. Su suegro relató que el militar se había cruzado con su agresor un cuarto de hora antes, pero que nada en él le hizo despertar sospechas. Cuando recibió la puñalada, sólo sintió un golpe y su primera intención fue perseguir a su agresor, pero se derrumbó. La herida, aunque se reveló superficie, fue espectacular e hizo brotar abundante sangre.

El comandante del 4º regimiento de Cazadores, el coronel Hervé de Courrèges, subrayó ayer la violencia del ataque y elogió la actuación de sus hombres, que en su opinión “reaccionaron particularmente bien”. Fuertemente armados, los soldados no podían utilizar sus armas si no a riesgo de causar víctimas entre los cientos de personas que se encontraban en el lugar.

Un ataque parecido se produjo el pasado 7 de mayo –antes, pues, del asesinato de un militar en Londres– en Roussillon (Isère), cuando un hombre entró en un cuartel de la Gendarmería y al grito de “¡Alá es grande!” clavó un cutter en el cuello de uno de los agentes. Abatido de un disparo y detenido, se descubrió que en su casa tenía libros de tipo islamista. Considerado inicialmente como un desequilibrado mental, fue encarcelado acusado de intento de asesinato agravado.

Las autoridades no vinculan el ataque de La Défense con este caso, ni tampoco con el de Londres. Pero lo cierto es que todos parecen dibujar un tipo de atentados cometidos por individuos aislados, que no precisan de gran infraestructura ni preparación.





lunes, 27 de mayo de 2013

La última manifestación

“Ahora hay que pasar a otra cosa”, “se ha terminado el tiempo de las manifestaciones”, “se acabó, c’est fini!”... El masivo movimiento desencadenado en Francia contra la autorización del matrimonio homosexual exhaló ayer su último suspiro. Con la ley aprobada, avalada por el Consejo Constitucional y oficialmente promulgada, los promotores de la contestación y el principal partido de la derecha –la Unión por un Movimiento Popular (UMP)– dan ya la batalla por terminada, y perdida. Su principal preocupación es ahora cómo aprovechar la inercia creada por este formidable empuje conservador cara a las elecciones municipales y europeas del año que viene.

La mayoría de los miles –decenas o centenas, según quien los contara– de manifestantes que participaron ayer en la gran manifestación convocada por las organizaciones anti bodas gais tenían la conciencia de estar en el final de una etapa. La participación, aunque numerosa –150.000 según la policía, más de un millón según los organizadores–, fue de todos modos claramente inferior a la anterior manifestación del pasado 24 de marzo. “Es lógico que haya menos gente, una vez la ley ya aprobada”, admitió la líder del movimiento, la ex humorista Frigide Barjot, quien ayer no acudió a la manifestación a causa de las amenazas recibidas de parte de grupos de extrema derecha. “Por mi, se ha terminado”, declaró.

Terminadas las manifestaciones, entiéndase, porque el movimiento quiere hacer valer la fuerza que ha adquirido en los últimos meses para influir de forma determinante en la campaña de las elecciones locales. Barjot explicó que su movimiento –conocido bajo el nombre de La Manif para todos (en contraposición al eslogan gubernamental del “matrimonio para todos”)– elaborará una carta de principios que someterá a los candidatos, particularmente los de derechas, y en los casos en que nadie los asuma promoverá candidaturas propias.

La iniciativa amenaza con crear desgarros en la derecha, empezando por París, donde la aspirante mejor situada para encabezar la candidatura de la UMP, Nathalie Kosciusko-Morizet, se ganó las iras de los anti bodas gais por abstenerse en la votación de la ley. Una facción del propio partido se ha manifestado en contra de NKM precisamente por su tibieza en este asunto.

Desbordada por un movimiento que nunca ha controlado –aunque sí acompañado–, la UMP trata ahora de ponerle fin de forma ordenada para fagocitarlo políticamente. “Ésta es la última manifestación en la que participo, ahora la próxima cita son las urnas”, declaró el presidente interino del partido, Jean-François Copé, en alusión a las próximas elecciones municipales. Preocupado por la división existente en el seno de la UMP sobre la conveniencia o no de seguir con las protestas en la calle. Copé llamó a los opositores al matrimonio homosexual a “transformar su compromiso social en un compromiso político”.

La jornada de protesta de ayer estuvo marcada por el temor a la acción violenta de los grupúsculos de extrema derecha, que en las últimas semanas han estado especialmente activos y han acabado infiltrando el movimiento. El ministro del Interior, Manuel Valls, advirtió públicamente del riesgo de disturbios y apeló a los manifestantes a no acudir a la protesta con niños. Para evitar desbordamientos como hubo la última vez, y sobre todo durante la celebración del triunfo de liga del Paris Saint-Germain, el Gobierno desplegó una fuerza de seguridad integrada por 4.500 policías y gendarmes. A lo largo de la manifestación, los agentes detuvieron a 96 personas, en su mayoría por llevar consigo objetos contundentes o peligrosos. Una parte de los arrestados (36) quedaron en detención preventiva.

A pesar de las advertencias de Valls, que Copé calificó de “intimidaciones”, fueron numerosas las familias –en muchos casos, con niños de corta edad– que acudieron a la manifestación. Alternativamente, en algunos lugares la Iglesia –muy combativa contra la reforma– organizó guarderías en las parroquias para facilitar la participación en la protesta. Durante la marcha no hubo ningún incidente de relevancia. Una vez dispersada, algunos grupos protagonizaron diversos incidentes.

El movimiento contra el matrimonio homosexual, dirigido por organizaciones ajenas a los partidos políticos –tanto la UMP como el Frente Nacional (FN) sólo han hecho seguidismo–, ha experimentado en las últimas semanas una deriva radical, con la utilización de un lenguaje extremadamente violento, que ha sido aprovechada por algunos grupúsculos de extrema derecha para tratar de llevar el agua a su molino. Uno de ellos, Printemps Français (Primavera francesa), ha surgido y crecido al amparo de la protesta y sus acciones radicales han llevado al Ministerio del Interior a plantearse su prohibición.

El movimiento ha despertado a la Francia de derechas, pero no ha frenado la reforma del presidente François Hollande: la primera boda gay se celebrará pasado mañana en Montpellier. 


Asalto ultra a Solférino

Una veintena de activistas de la organización de extrema derecha Generación Identitaria asaltaron la sede del Partido socialista (PS), en la calle Solférino de París, y tras alcanzar el terrado desplegaron una pancarta reclamando la dimisión del presidente François Hollande. La policía les desalojó poco tiempo después y el PS anunció que presentará denuncia.





Terrorismo en La Défense

La hipótesis de que la agresión con arma blanca perpetrada el sábado contra un soldado francés en el barrio de negocios de La Défense, en la periferia de París, constituye un atentado terrorista va ganando terreno conforme pasan las horas. El fiscal de Nanterre, Robert Gelli, confirmó que el caso ha pasado a manos de la Fiscalía Antiterrorista de París, que dirige desde ahora la investigación. “Han querido matar a un militar porque era militar”, ha constatado el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, quien ha reafirmado su determinación de proseguir una “lucha implacable contra el terrorismo y contra todo acto que ponga en cuestión nuestra seguridad”. Los soldados encuadrados en la operación de vigilancia antiterrorista Vigipirate –en la que estaba integrado el soldado agredido– se desplegaron ayer con toda normalidad.

El ataque se produjo alrededor de las seis de la tarde en el gran hall subterráneo de La Défense –donde confluyen varios medios de transporte metropolitano y un gran centro comercial–, por donde transitaban en ese momento cientos de personas. La víctima, Cédric Cordier, de 23 años, miembro del 4º regimiento de Cazadores de montaña, realizaba en aquel momento tareas de vigilancia en una patrulla integrada por otros dos militares cuando fue atacado por la espalda por un individuo, que le clavó un puñal o un cutter en la nuca. El soldado permanece ingresado en el hospital militar Percy, en Clamart, y no se teme por su vida. Su agresor, que no profirió ninguna amenaza ni ningún grito posterior, consiguió huir sin dar tiempo a reaccionar al resto de la patrulla.

La policía busca intensamente al atacante, cuya imagen fue captada por varias cámaras de videovigilancia. Según su retrato, se trata de un hombre joven, de una treintena de años, 1,90 metros de altura y aspecto magrebí. Según parece, durante su huida se cambió de ropa –inicialmente vestía lo que parecía una chilaba– para pasar desapercibido entre la gente, lo que corroboraría la idea de que no se trató del acto irreflexivo de un loco, sino de un ataque meticulosamente preparado.

El pasado 7 de mayo se produjo ya un suceso parecido. Un hombre entró en un cuartel de la Gendarmería de Roussillon (Isère) y, al grito de “¡Alá es grande!”, atacó con un cutter a un agente en la garganta, al que hirió levemente, antes de ser abatido –herido, pero no muerto– de un tiro en la pierna. En este caso, sin embargo, el agresor tenía sus facultades mentales perturbadas.

El ataque del sábado en La Défense se produjo sólo tres días después del salvaje asesinato de un soldado británico a manos de dos islamistas en Londres –¿efecto imitación?– y en un momento en que sobre Francia pesan reiteradas amenazas públicas de los movimientos terroristas islámicos –desde Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) al Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África del Oeste (Mujao)– por su intervención militar en Mali. El nivel de alerta antiterrorista es máxima en el país.

Hablando sobre el atentado de Londres, el ministro francés del Interior, Manuel Valls, advirtió que los países occidentales se enfrentan a una grave amenaza del islamismo radical desde el interior. “Los enemigos del interior y los del exterior comparten un mismo combate global”, dijo. Y añadió que, en contra de lo que se dice, no se trata de lobos solitarios: “Actuar solo no significa estar aislado. este tipo de terrorista se forma a través, a veces, de una larga trayectoria, con encuentros, viajes al extranjero, campos de entrenamiento, relaciones por internet, en las mezquitas, en las prisiones...”. Éste es el caso del terrorista de Toulouse Mohamed Merah, muerto en marzo del 2012 después de haber asesinado a siete personas. La investigación ha demostrado múltiples conexiones con las redes del islamismo salafista.


domingo, 26 de mayo de 2013

Caza al soldado

Los asesinos del soldado británico muerto a machetazos en el barrio londinense de Woolwich el pasado miércoles no han tardado en tener émulos. Un individuo no identificado acuchilló ayer en la garganta a un soldado francés que realizaba labores de vigilancia antiterrorista en el barrio de negocios parisino de La Défense, en lo que podría ser un atentado islamista. El militar, trasladado al hospital militar Percy, en Clamart (periferia de París), resultó herido de gravedad pero su vida no corre peligro, aseguró el prefecto del departamento de Altos de Sena, Pierre-André Peyvel.

El agresor, todavía no identificado, consiguió darse a la fuga y confundirse entre las miles de personas que transitan por el lugar, un importante centro comercial e intercambiador de medios de transporte muy concurrido durante toda la semana y también los sábados. Según la policía, que ha podido ver las imágenes grabadas por las cámaras de vídeovigilancia, se trata de un hombre alto, de 1,90, de unos treinta años de edad, de aspecto magrebí, con barba, y vestido con un gorro blanco, una cazadora negra y lo que podría ser una chilaba beige. Una de las cámaras grabó con claridad su cara. Algunos testigos presenciales aseguran haber visto a un segundo hombre dándose a la fuga, pero este extremo no ha sido confirmado oficialmente.

El presidente francés, François Hollande, de viaje oficial en Etiopía, condenó el atentado y llamó a los militares a extremar la vigilancia y la prudencia. Preguntado sobre la posible vinculación entre este suceso y el asesinato de Londres, Hollande eludió pronunciarse categóricamente, pero subrayó que “no se descarta ninguna hipótesis”, incluida la de un atentado terrorista islamista. El ministro del Interior, Manuel Valls, consideró por su parte que hay algunos “elementos" del suceso –la violencia, la voluntad de matar– que evocan el caso de Londres, pero consideró “prematuro” sacar más conclusiones.

El ataque se produjo poco después de las seis de la tarde. La víctima, de 23 años, pertenece al 4º regimiento de Cazadores de montaña –fácilmente identificables por la enorme boina negra, similar a una txapela vasca, con que van cubiertos– con sede en Gap (Alpes) y formaba parte de una patrulla de vigilancia antiterrorista. Unos 700 militares patrullan habitualmente por los centros neurálgicos –nudos de comunicaciones, monumentos turísticos, etc.– de París en el marco del conocido como Plan Vigipirate.

En el momento de ser agredido, el soldado realizaba labores de vigilancia junto con otros dos compañeros en el inmenso hall subterráneo de La Défense, flanqueado de tiendas y bares, que da acceso a la línea A del tren regional expreso RER, la línea 1 del metro y varias líneas de trenes de cercanías y tranvía, así como a varios centros comerciales. Este tipo de patrullas, integradas por tres soldados y fuertemente armadas, acostumbran a desplazarse siempre con la misma disposición: dos hombres delante y uno detrás. El soldado atacado era el que iba detrás. Armado con un cuchillo o un cutter –este extremo no ha sido clarificado– el agresor se le tiró encima por la espalda, sin lanzar ninguna amenaza y le cogió completamente por sorpresa. Sus compañeros nada pudieron hacer por evitar la agresión ni por detener al atacante, que se escabulló rápidamente entre la gente en dirección a la galería comercial Les Quatre Temps.

El ataque de La Défense –si se acaba confirmando que el autor es un activista islamista– y el asesinato de Londres tienen en común, como precedente, la ola de atentados cometidos por el terrorista francés de origen argelino Mohamed Merah en Toulouse y Montauban en marzo del 2012. Antes de cometer la masacre de la escuela judía Ozar Hatorah, Merah asesinó a tres paracaidistas, designados como objetivo por la implicación del ejército francés en la guerra contra los islamistas en Afganistán.



sábado, 25 de mayo de 2013

Doble falta

¿Quién era realmente Cristóbal Colón? ¿Genovés, portugués, catalán, corso...? El enigma sobre sus orígenes ha hecho del legendario almirante lo más parecido a un apátrida. A fuerza de ser de todos, no es de nadie. Quizá ello explique el incomprensible desparpajo con que el Ayuntamiento de Barcelona ha aceptado que Nike lo enfunde con fines publicitarios en una camiseta del Barça, saltándose con pértiga las propias ordenanzas municipales que lo prohíben explícitamente.

Hay quien dirá que entre tapar con una lona publicitaria el andamio de un monumento en obras –práctica ampliamente extendida en todo el mundo y que en Francia, por ejemplo, se aprobó en el 2007– y convertir en reclamo publicitario el monumento mismo hay sólo un paso. Pero ese paso es simbólicamente gigantesco y no parece que las autoridades municipales se hayan dado el tiempo suficiente de reflexionar sobre sus implicaciones. El Ayuntamiento ha abierto una puerta que puede dar entrada a cualquier (otro) despropósito.

El interés de Nike por Colón es comprensible. Junto a la Sagrada Família, es el monumento más identificativo de Barcelona. Su altura lo hace muy visible. Pero ¿cuál es el interés del municipio? ¿El dinero? ¿Esos 94.000 euros caídos del cielo que a priori deben ir a parar a financiar obras sociales.? Uno, en su militante ingenuidad, creía que el Ayuntamiento de Barcelona –gracias a una rigurosa gestión económica iniciada en la época de Pasqual Maragall y seguida después por Joan Clos, Jordi Hereu y Xavier Trias– gozaba de unas cuentas lo suficientemente saneadas como para no tener que malvender las joyas de los antepasados.

Si el argumento principal es el dinero, ¿cabe deducir que el gobierno municipal hubiera aceptado impávidamente vestir también con una camiseta del Barça la estatua del general Prim? ¿la de Francesc Cambó? ¿la de Rafael de Casanova? ¿Por qué no la Dona i ocell de Miró? ¿o el dragón de Gaudí en el Parc Güell? Y, ya puestos, ¿por qué sólo con la camiseta del Barça? ¿Por qué no ponerle al bueno de Cristóbal, que parece aguantarlo todo con beatífico estoicismo –empezango por las cagadas de las gaviotas–, una camiseta del Espanyol, o del Real Madrid, o de La Roja?

Si ademas del dinero, la razón es la personalidad del Barça, a quien –en tanto que presunto estandarte de la catalanidad– habría que permitírselo todo, haría la falta más flagrante. Y doble.

Los monumentos, las estatuas, son algo más que un recurso estético, un adorno. Son el testimonio de la historia de una ciudad, un homenaje a los hombres (y mujeres) y a los episodios que la han marcado. Son el patrimonio de todos y, por eso mismo, no pueden ser de nadie. Comerciar con ello es un abuso.

Por lo demás, a Colón la camiseta le sienta horrible.


Lagarde sale sin cargos

Después de dos días de interrogatorio judicial –casi 24 horas de declaración en total– por su papel en el caso Tapie, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, salió ayer del Tribunal de Justicia de la República aliviada. Los tres jueces instructores del caso concluyeron que no hay por ahora suficientes indicios “graves y concordantes” –como exige la ley– para imputarla por un presunto delito de falsificación y malversación, y le atribuyeron la condición de “testigo asistido”, lo que le permite tener acceso al sumario y contar con la asistencia de un abogado. La amenaza de imputación, sin embargo, no está definitivamente descartada.

A la salida del tribunal, Christine Lagarde subrayó que su condición de “testigo asistido” no era para ella una sorpresa. “Mis explicaciones han permitido aportar las respuestas a las dudas que se habían suscitado sobre mis decisiones”, dijo en una breve declaración, en la que insistió en que siempre actuó “en interés del Estado y conforme a la ley”.

La justicia sospecha que Christine Lagarde, en la época ministra de Economía bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy, favoreció al empresario Bernard Tapie en la resolución de litigio que le enfrentaba al banco Crédit Lyonnais –y por extensión al Estado francés, que gestiona el pasivo de la entidad financiera de la época en que era de titularidad pública– por la venta de la empresa Adidas, de su propiedad, en 1993.
Bernard Tapie considera –y en este punto la justicia le ha dado la razón en varias ocasiones– que el Crédit Lyonnais le traicionó en la operación de venta de Adidas, que él le había encargado. El banco, en lugar de encontrar un comprador, adquirió la empresa a través de dos filiales y tiempo después la revendió por un precio superior. Diversas sentencias han dado la razón a Tapie, pero la fijación de la cuantía de la indemnización a la que tenía derecho ha sido objeto de larga controversia.

Para poner fin al litigio, Lagarde autorizó en el 2007 una fórmula –la constitución de un tribunal arbitral, usual entre empresas privadas– que presumiblemente habría beneficiado a Tapie en detrimento del Estado, lo que tanto Lagarde como el empresario contestan. El tribunal arbitral decidió en el 2008 atribuir a Bernard Tapie una indemnización total –incluyendo intereses, daños morales y otras cuentas pendientes– de 403 millones de euros. Los servicios del Ministerio de Economía aconsejaron a Lagarde presentar un recurso, pero la entonces ministra prefirió renunciar y dar por buena la resolución.

La directora del FMI sostiene que esta solución ahorró dinero al Estado, mientras que los investigadores sospechan que fue más bien al revés y que el tribunal pudo actuar con parcialidad. La relación de amistad de Bernard Tapie con Nicolas Sarkozy –con quien se reunió en 18 ocasiones entre el 2007 y el 2010– añade elementos de incertidumbre.

En una entrevista concedida al diario Le Parisien, Bernard Tapie consideró totalmente inverosímil que la decisión del tribunal arbitral pueda llegar a ser revocada y que se le pueda exigir la devolución del dinero. El empresario añadió que, tras pagar sus impuestos y sus deudas, le quedaron menos de 100 millones.




viernes, 24 de mayo de 2013

Trece horas ante los jueces

Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), declaró ayer en París durante casi 13 horas ante los tres jueces del Tribunal de Justicia de la República –única instancia que puede juzgar en Francia a un ministro o exministro por las decisiones tomadas en el ejercicio de su cargo– que investigan el denominado caso Tapie. El interrogatorio de Lagarde, sospechosa de favoritismo, seguirá hoy.

La exministra francesa de Economía podría ser imputada, por complicidad en falsificación y malversación, por haber recurrido a un tribunal de arbitraje para resolver el litigio entre el Estado y el empresario Bernard Tapie por la venta de Adidas en 1993. El tribunal arbitral, algunos de cuyos miembros son sospechosos de parcialidad, fijó en el 2008 la indemnización que el Estado debía pagar al empresario en 285 millones de euros –45 millones de los cuales, en concepto de perjuicio moral–, que con los intereses acumulados se elevó a 403 millones. Una cantidad muy superior a la que se habría llegado siguiendo la vía judicial ordinaria.

El caso Tapie se remonta a principios de los años noventa, cuando el controvertido empresario, interesado en entrar en política –fue ministro con François Mitterrand–, encargó al Crédit Lyonnais la venta de Adidas. Tapie, que poco tiempo después acabaría en bancarrota, resultó directamente perjudicado en la operación –el precio de la venta de la empresa se reveló inferior a su valor real– y la justicia acabaría condenando al banco en varias sentencias a indemnizarle. Si es el Estado francés el que ha pagado es porque en la época el Crédit Lyonnais estaba nacionalizado.

Que el Estado francés tenía que indemnizar a Tapie era una evidencia. Otra cosa es la cuantía. Lo que la justicia reprocha a Lagarde es haber optado por la fórmula que se ha demostrado más beneficiosa para el empresario y más perjudicial para el Estado. Y haber renunciado después –desoyendo a los servicios de su ministerio– a presentar recurso contra la decisión del tribunal arbitral. La gran incógnita política del caso es si Lagarde decidió sola –como ella ha sostenido hasta ahora– o siguiendo las instrucciones del presidente Nicolas Sarkozy, quien entre el 2007 y el 2010 se reunió 18 veces con Tapie.

Sin esperar a la decisión de los jueces, el FMI reiteró ayer de nuevo, por boca de su portavoz oficial, Gerry Rice, la confianza de este organismo en “la capacidad de la directora general para asumir eficazmente sus funciones”. Oficialmente, Lagarde cuenta también con la confianza del Elíseo, satisfecho con la gestión de la exministra al frente del FMI –sobre todo desde que critica abiertamente las políticas de austeridad europeas– y preocupado por la mala imagen que representaría para Francia su dimisión, sobre todo después de que su antecesor, el también exministro francés Dominique Strauss-Kahn, tuviera que renunciar al cargo por un escándalo sexual.



miércoles, 22 de mayo de 2013

Suicidio en Notre Dame contra el islam


Dominique Venner, de 78 años, un conocido ensayista e historiador francés de extrema derecha, escogió ayer la simbólica catedral de Notre Dame de París para suicidarse y denunciar de este modo la amenaza de islamización de Francia y de Europa. Eran alrededor de las cuatro de la tarde cuando Venner se pegó un tiro en la cabeza junto al altar de la catedral, frente a los 1.500 fieles y turistas que llenaban en aquel momento el templo, que fue posteriormente evacuado.

En su último blog, colgado la misma mañana de ayer, el ensayista abogaba por la realización de “gestos nuevos, espectaculares y simbólicos” para despertar las conciencias sobre el peligro de islamización de la sociedad. Y, evocando al filósofo alemán Martin Heidegger, reivindicaba el derecho –si no el deber– de vivir de forma consecuente hasta el último momento: “El último segundo tiene tanta importancia como el resto de una vida. Por eso, hay que ser uno mismo hasta el último instante”, dejó escrito.

Venner dejó sobre el altar varias cartas, en las que podría explicar su gesto. Pero a falta de conocer su contenido, el sentido de su último blog es clarificador. Algunos medios de comunicación vincularon apresuradamente la inmolación del ensayista a una protesta contra la ley de las bodas gais, que el ensayista juzgaba “infame”. De hecho, su blog llevaba como título “La manif del 26 de mayo y Heidegger”, en alusión a la manifestación del próximo domingo contra el matrimonio homosexual. Pero su verdadera preocupación era el islam.

Tras reproducir el comentario de un bloguero argelino según el cual la ley del matrimonio gay será anulada cuando “dentro de quince años los islamistas tengan el poder en Francia”, Venner subraya que si eso sucediera “sus consecuencias serían mucho más gigantescas y catastróficas que la detestable ley Taubira”. “Desde hace 40 años, los políticos y gobernantes de todos los partidos (salvo el FN), así como la patronal y la Iglesia, han trabajado activamente en este sentido acelerando por todos los medios la inmigración afromagrebí”, decía.

Para el ensayista éste era el mayor peligro para Francia. “Los manifestantes del 26 de mayo no puede ignorar esta realidad. Su combate no puede limitarse al matrimonio gay”, decía, y subrayaba que “no bastará organizar manifestación amables” para impedir lo que el escritor Renaud Camus definió como la “gran sustitución” de las poblaciones originarias de Francia y Europa. Venner proponía, en consecuencia, “gestos nuevos, espectaculares y simbólicos para quebrar las somnolencias, sacudir las conciencias anestasiadas y despertar le memoria de nuestros orígenes”.

La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, no se equivocó al calificar el suicidio de Venner como “un gesto político para despertar al pueblo de Francia”.



Alerta en los institutos del Bajo Rhin por la amenaza de una masacre por internet

Unos 500 policías y gendarmes fueron desplegados ayer de nuevo en Estrasburgo y el departamento del Bajo Rhin para proteger los institutos de enseñanza secundaria, después de que un internauta anónimo –presuntamente, un ex alumno– amenazara el viernes con cometer una masacre y suicidarse después. Otros 250 investigadores siguen la pista del internauta, cuya imagen fue captada por una cámara de vídeovigilancia al salir del cibercafé donde colgó su mensaje.






martes, 21 de mayo de 2013

In English, s'il vous plaît


“¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?” se exclamaba ya en 1905 el poeta Rubén Darío, lamentando le hegemonía creciente de la cultura anglosajona y la pérdida de terreno –en su caso– del español. Más de un siglo después, el avance de la lengua de Shakespeare en todo el mundo es incontestable y la mismísima Francia, adalid de la “excepción cultural”, se dispone a certificar su triunfo dándole entrada franca en la universidad.

El proyecto del Gobierno socialista de facilitar la enseñanza en inglés en la educación superior no pasará, sin embargo, sin dolor y ya ha generado una viva polémica entre los partidarios de la apertura y los defensores de las esencias. La iniciativa ha abierto una neta división tanto en el mundo académico como en el político.

La medida de abrir la mano en la cuestión de la enseñanza en inglés ocupa, en realidad, un único artículo del proyecto de ley de Enseñanza Superior enviado por el Gobierno al Parlamento. En él se reconoce –como excepción a la legislación vigente– que “una parte” de la enseñanza impartida pueda serlo en otro idioma diferente del francés –se trata del inglés, aunque no se explicite– siempre que sea “en el marco de acuerdos con universidades extranjeras o programas financiados por la Unión Europea”. El objetivo, según la ministra de Enseñanza Superior, Geneviève Fioraso, es hacer más atractivos los centros de enseñanza superior franceses para los estudiantes extranjeros. Francia cuenta con 278.000 estudiantes extranjeros, gran parte de los cuales proceden de países francófonos (Magreb y África del Oeste), mientras son relativamente pocos los procedentes de países emergentes como China, India o Brasil.

En la práctica, las grandes escuelas –no tanto las facultades universitarias– ya imparten cursos enteramente en inglés. Es el caso de la escuela de negocios ESSEC, por ejemplo, cuyo director general, Pierre Tapie –presidente a la vez de la Conferencia de Grandes Escuelas–, es un ardientye partidario de la reforma. “Este proyecto significa un avance importante”, ha declarado. Todos estos casos, sin embargo, son únicamente tolerados, pues la realidad es que la legislación actual no lo permite. Así, el artículo 121-3 del Código de la Educación –que es el que se trata de modificar– establece que el francés es la lengua obligatoria de la enseñanza, los exámenes y concursos, las tesis y las memorias en los centros públicos como privados. Y sólo admite como excepciones las escuelas internacionales o cuando haya profesores extranjeros invitados. La reforma pretende hacer saltar este candado.

La idea ha sido naturalmente bien recibida, aplaudida incluso, por los equipos académicos de las grandes escuelas –de negocios, de economía, de ingeniería...– que ya utilizan el inglés, así que por algunos insignes científicos. Un grupo de investigadores encabezado por los premios Nobel de medicina y de física Françoise Barré-Sinoussi y Serge Haroche publicó el pasado día 8 una tribuna en <CF21>Le Monde</CF> en la que defendían la introducción del inglés como lengua vehicular en la enseñanza superior y sostenían que la medida reforzará “la inserción de Francia en el mundo”.

Sin embargo, tanto o más numerosos –y desde luego, más virulentos– han sido los pronunciamientos en contra. La Academia Francesa lanzó el primer ataque serio el pasado 21 de marzo, cuando difundió una declaración en la que denunciaba una medida que a su juicio comportará la “marginalización” de la lengua francesa y pedía al Parlamento que frene el proyecto gubernamental. Entre las voces contrarias están las del filósofo Michel Serres –que sin embargo enseña en Stanford– y el ensayista Jacques Attali. Para todos ellos, la iniciativa sólo puede ir en detrimento del francés y convertirla incluso a largo plazo en una “lengua muerta”.

A nivel político, la oposición a la introducción del inglés atraviesa todo el arco parlamentario, desde la derecha y la extrema derecha hasta los comunistas. Y empieza a ser particularmente audible en el Partido Socialista, uno de cuyos diputados, Pouria Amirshashi –que es de origen iraní–, encabeza un grupo de 50 parlamentarios opuestos al texto. 


El frente empresarial

Si hay un ámbito donde el inglés ha ganado más terreno es el empresarial. En las multinacionales, ya sean francesas o asentadas en Francia, muchas veces con empleados de diversas nacionalidades, el inglés es la lengua de comunicación principal. Una cuarta parte de las empresas radicadas en la región de París utiliza tanto el inglés como el francés y un 9% sólo el inglés. Ver a Louis Gallois, ex presidente de Airbus y de EADS, dar una conferencia de prensa en París en inglés, muestra la mutación que se está produciendo en Francia. La ley de empleo del francés aprobada en 1994 –más conocida como ley Toubon–, sin embargo, vigila que no se sobrepasen ciertos límites. Así, algunas empresas han sido condenadas por no respetar la obligación de utilizar también el francés en los documentos internos.


viernes, 17 de mayo de 2013

Hollande tiende la mano a Merkel


Un año después de acceder al Elíseo, François Hollande se ha decidido finalmente a dar el paso y tomar la iniciativa en Europa. El presidente francés aprovechó ayer la apertura simbólica de su segundo año de mandato –oficializada en una multitudinaria conferencia de prensa con 400 periodistas de todo el mundo– para anunciar una “ofensiva” política con el objetivo de relanzar la integración europea y “corregir la trayectoria” de la política de austeridad económica, causa a su juicio de la recesión generalizada en Europa. Hollande tendió la mano especialmente a la canciller alemana, Angela Merkel, a quien propuso alcanzar un compromiso para avanzar decididamente en la unión política de la zona euro.

“No tenemos ningún miedo de la unión política”, afirmó con rotundidad el presidente francés, enormemente cauto hasta ahora –pusilánime, según sus críticos– en el dossier europeo, consciente de que la Unión Europea es causa de una importante división en la izquierda francesa, incluido el Partido Socialista, como se vio en el referéndum perdido del 2005. Hollande no abandonó, sin embargo, toda su prudencia y eludió de forma descarada una pregunta directa sobre el federalismo.

Consciente de que la Unión Europea es cada vez más impopular entre los franceses –el apoyo ha caído al 45%, según un reciente sondeo de Pew Research Center–, el presidente francés no es menos lúcido para ver que la única salida a la crisis puede ser europea. Ayer mismo lo admitió al subrayar que la recuperación del crecimiento económico, más allá de las medidas internas que adopte Francia, “dependerá mucho de las decisiones europeas”. Acorralado en el plano interior por una situación económica cada vez más degradada y enfrentado a una profunda desconfianza de la opinión, Hollande sabe que la única esperanza de salir de la recesión pasa por Europa.

El presidente francés puso cuatro temas sobre la mesa. En primer lugar, la instauración de un auténtico gobierno económico de la zona euro –con reuniones mensuales y un verdadero presidente elegido para un mandato prolongado–, con la misión de coordinar las políticas económicas de sus miembros, armonizar la fiscalidad, empezar a establecer una convergencia en el terreno social y luchar contra el fraude fiscal. En una fase posterior de integración, la zona euro debería poder tener un presupuesto propio dentro de la UE y disponer de capacidad de endeudamiento.

Hollande no evocó sino de forma colateral la unión bancaria, aunque para Francia es también un punto fundamental. En las últimas semanas, París y Berlín han avanzado en la definición de las etapas para ponerla en marcha. El presidente francés planteó asimismo la creación de una comunidad europea de la energía que fomente de forma coordinada las energias renovables y prepara la transición energética.

Por último, aunque no en último lugar, Hollande urgió también a adelantar la aplicación del plan europeo para el empleo juvenil –dotado con 6.000 millones de euros y previsto a partir del 2014– y la definición de una estrategia de inversiones en el ámbito de las nuevas industrias y los sistemas de comunicaciones.
Todo o casi todo lo que incluye el plan de Hollande está de un modo u otro sobre la mesa. Lo nuevo, lo esencial, es que Francia parece finalmente haber decidido tomar la iniciativa, en lugar de intentar con mejor o peor fortuna contrarrestar las líneas políticas emanadas de Berlín.

El planteamiento de Hollande pasa por encontrar un nuevo equilibrio entre las políticas de ajuste presupuestario –que globalmente no contesta– y las políticas de crecimiento, y consideró a este respecto que la posición de Bruselas favorable a dar un plazo suplementario de dos años a varios países –Francia y España entre ellos– para reducir el déficit al 3% es un signo en la buena dirección. “Es necesaria una toma de conciencia sobre la necesidad de apostar prioritariamente por el crecimiento y el empleo”, dijo.

El presidente francés quiere empezar a avanzar ya a partir del Consejo Europeo de junio y alcanzar un “compromiso” con Alemania, sin esperar a la celebración de las elecciones alemanas de otoño. “Alemania ha dicho en varias ocasiones que estaba dispuesta a una unión política. Francia está igualmente dispuesta a dar contenido a esta unión”, afirmó el presidente francés.

“Francia y Alemania tenemos el deber de hacer avanzar Europa, no podemos decidir en lugar de los demás pero sí hemos de arrastrar a los otros”, añadió Hollande, quien advirtió que “si Europa se queda como está ahora probablemente será su fin”. “Si queremos una Europa sólida –agregó– debemos darle un proyecto, que no puede ser sólo el control del déficit público. Debemos darle ambición”. 


El capitán mantiene el rumbo

En el timón hay un capitán determinado y decidido a mantener el rumbo. Éste es el doble mensaje que François Hollande, cuya popularidad está por los suelos –“en el cenit”, bromeó él mismo– quiso enviar ayer a los franceses al inicio de su “Año II”. Durante cerca de dos horas y media, el presidente francés se libró a un ejercicio de pedagogía y persuasión, con el fin de tratar de devolver la confianza a una ciudadanía profundamente decepcionada y refractaria. “Ofensiva”, “movimiento”, “valentía”, “decisión”... fueron algunas de las palabras clave que Hollande quiso asociar a su gestión, habitualmente señalada como indecisa, dubitativa, pasiva o timorata. Con sus palabras, el presidente de la República quiso transmitir esperanza, mientras que el contenido de su exposición prometía sacrificios.

Hollande empezó defendiendo la política económica adoptada por su Gobierno y las principales medidas aprobadas hasta ahora –rigor presupuestario y estabilización del gasto público, Pacto de Competitividad, Banco Público de Inversiones, nuevos contratos para fomentar el empleo juvenil, reforma del mercado de trabajo, control de la banca– y avanzó la próxima presentación de un a priori ambicioso Plan de Inversiones para los próximos diez años que se concentrará en los terrenos de la economía digital, la energía, la salud y las infraestructuras de transporte. El montante real de este plan está todavía por ver... Pero el presidente francés ya avanzó que su financiación será el fruto de un cóctel público y privado, incluidos aquí los fondos de inversión extranjeros.

Hollande, persuadido de llevar el rumbo adecuado, consideró que este conjunto de medidas acabará dando frutos a medio o largo plazo. Su problema es que, hoy y aquí, Francia lleva dos trimestres consecutivos con una contracción del PIB del 0,2% y el paro –que está alrededor del 10,7%– sigue creciendo, sin que las previsiones para este año puedan dar alas a ningún optimismo. “Yo pido ser juzgado por los resultados al final de mi mandato”, reivindicó. Fiel a su línea, el presidente dio por acabada la crisis financiera y atribuyó la recesión actual a la política de austeridad aplicada hasta ahora de forma inflexible en la zona euro.

El menú de las próximas reformas no es tampoco para levantar el ánimo. Junto a la reforma de la formación profesional y la prestación de desempleo, confirmó la revisión de la políticas de ayudas a la familia –hasta ahora iguales para todos, serán moduladas según la renta– y la reforma del sistema de pensiones, que con toda seguridad se convertirá en el proyecto más controvertido y más conflictivo de su mandato. El tenor de la reforma quedó claro: “Si se vive más tiempo, es lógico que se tenga que trabajar un poco más de tiempo”, argumentó.

Hollande aprovechó la ocasión para rechazar la posibilidad de un cambio de Gobierno inminente y reafirmar su confianza en el primer ministro. “Jean-Marc Ayrault es un primer ministro valiente, leal y desinteresado”, afirmó el presidente de la República, quien ha abandonado definitivamente el uso de la primera persona del plural para hablar de su gobierno: “Sólo hay una línea política, la que yo he fijado”.


Royal olvida pero no perdona

La excandidata presidencial socialista Ségolène Royal, durante más de 20 años pareja sentimental de François Hollande, se refirió ayer al tuit que el año pasado escribió la primera dama, Valérie Trierweiler, apoyando al rival de Royal en su circunscripción de cara a las legislativas. “Hay que perdonar. Pero el perdón es una cosa, el olvido, otra”, dijo.





jueves, 16 de mayo de 2013

Francia también cae en la recesión


Francia ha vuelto a hincar la rodilla en el suelo. Después del tropezón del 2009, la economía francesa ha vuelto a caer en la recesión, al acumular dos trimestres consecutivos con una contracción del PIB del 0,2%. El presidente francés, François Hollande, admitió ayer en la reunión del Consejo de Ministros que la situación es “grave”, pero posteriormente y de puertas afuera –durante una conferencia de prensa conjunta en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso– hizo gala de su irredento optimismo, al dar una vez más por “pasado el momento más difícil”. No es la primera ni la segunda vez que lo dice. Y los franceses han dejado ya de creerle.

Hollande atribuyó la nueva caída de Francia en la recesión –“menos profunda que la del 2008-2009”, objetó no obstante– a la situación general de la zona euro, donde varios países están en la misma o peor situación, con el consiguiente retroceso de la demanda. El presidente francés recordó, de paso, que Alemania si bien ha crecido un 0,1% en el primer trimestre de este año, cayó un 0,7% en los últimos tres meses del 2012... E insistió de nuevo en la necesidad de aplicar sin más dilación el Pacto por el Crecimiento a nivel europeo y adelantar el programa de fomento del empleo juvenil, dotado con 6.000 millones de euros.

La contracción del 0,2% de la economía francesa en el primer trimestre del año no fue la única mala noticia que dio ayer el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos. El Insee, en efecto, empeoró los datos de 2012 sobre la evolución del poder adquisitivo –que bajó un 0,9% en lugar del 0,4% apuntado inicialmente– y del consumo de las familias, tradicional motor de la economía francesa. que cayó un 0,4% y no un 0,1%.

El Gobierno mantuvo oficialmente su previsión de crecimiento para este año en el 0,1%, aunque el propio Hollande admitió que el crecimiento probablemente será “nulo”. En cualquiera de los casos no se ve cómo en estas circunstancias el presidente francés podrá cumplir su compromiso de invertir la curva del paro –que ha sobrepasado ya el 10%– ni rebajar el déficit público –que cerró el año pasado en el 4,8%– al 2,9% anunciado.

La Comisión Europea, en todo caso, no lo cree y ya ha aceptado conceder a Francia un plazo suplementario de dos años –hasta el 2015– para situar el déficit por debajo del listón del 3%. La benevolencia de Bruselas, cada vez más consciente de que es necesario aflojar un poco la soga de la austeridad, tendrá sin embargo un precio. Barroso recordó ayer que la CE espera de Francia la adopción de reformas estructurales “creíbles”. El presidente de la Comisión subrayó la urgencia de adoptar medidas para recuperar la competitividad perdida, a lo que Hollande respondió con las reformas ya adoptadas hasta el momento –Pacto de Competitividad, reforma laboral, reforma bancaria– y algunas que vendrán –como la de las pensiones–, pero habrá que ver si Bruselas las considera suficientes. La sentencia caerá el 29 de mayo... 


miércoles, 15 de mayo de 2013

Los vándalos vuelven a atacar en París


La plaza Trocadéro de París, esa magnífica terraza sobre la torre Eiffel por la que circulan diariamente cientos de turistas –ignorantes en su mayoría de la razón de tal nombre, que conmemora la victoria de los Cien Mil Hijos de San Luis sobre los liberales españoles en 1823 a las puertas de Cádiz–, parecía ayer un campo después de la batalla. Motos y coches destrozados –alguno, incluso quemado–, vitrinas y escaparates quebrados, comercios saqueados, paradas de autobús, señales de tráfico y contenedores rotos, era el balance de los disturbios que se produjeron tras la fiesta para celebrar la tercera victoria en la Liga francesa de fútbol del Paris Saint-Germain (PSG)

Centenares de jóvenes –cerca de 3.000 según algunas fuentes–, algunos pertenecientes a los grupos de hinchas ultras del PSG y otros a bandas de gamberros venidos de la banlieue, provocaron violentos incidentes y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad al grito de “¡París es nuestro!” (Paris est à nous!). Los incidentes más graves se produjeron en la plaza Trocadéro, pero se extendieron también al pie de la torre Eiffel –donde el depósito de equipajes de un autocar de turistas fue desvalijado– y a los Campos Elíseos. Un total de 32 personas resultaron heridas y la policía detuvo a 42 alborotadores. Las autoridades suspendieron sobre la marcha el crucero que el equipo del PSG debía realizar por el Sena y la presentación del trofeo en la plaza del Ayuntamiento.

El dispositivo policial, integrado por 800 agentes entre policías de seguridad ciudadana y antidisturbios, quedó rápidamente desbordado, hasta el punto de que la plaza Trocadéro –que las fuerzas de seguridad abandonaron precipitadamente para acudir en socorro de los Campos Elíseo– quedó durante veinte inacabables minutos a merced de los vándalos.

La fiesta se convirtió en un fiasco y la operación de imagen internacional del nuevo PSG –atrapado por su pasado de violencia– quedó totalmente arruinada. Para desesperación de los nuevos propietarios del club, Qatar Sport Investments (QSI), las imágenes de París contrastaron radicalmente con las de la cívica fiesta azulgrana en Barcelona.

La polémica desencadenada por estos hechos, sin embargo, ha ido mucho más allá del ámbito del fútbol para entrar de lleno en el de la política. Ministro más popular del Gobierno, el titular de la cartera de Interior, Manuel Valls, ha chocado aquí con su primer gran fracaso y la oposición de derechas no ha tardado ni un segundo en aprovechar la ocasión de echársele encima.

El presidente interino de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé pidió el cese del prefecto de Policía de París, Bernard Boucault –nombrado hace un año por el nuevo poder socialista–, pero el diputado de su partido Claude Goasguen, alcalde del distrito XVI de París –donde se encuentra la plaza Trocadéro–, fue más allá y reclamó la dimisión del ministro del Interior. La derecha ha pedido también una comisión de investigación en a Asamblea Nacional para analizar los sucesos.

Lo primero que ha sido puesto en cuestión es la elección del lugar para el festejo, una plaza pública en lugar del Parque de los Príncipes. Para algunos observadores, era dar una oportunidad de oro para que actuaran –y se vengaran– los alrededor de 300 hinchas radicales que tienen prohibido entrar en el estadio. Según Le Point, los responsables del grupo de violencia urbana de los servicios de información habían alertado del riesgo y aconsejado aplazar la celebración.

La oposición denuncia falta de previsión, así como la infradotación del dispositivo policial y fallos de coordinación a la hora de hacer frente al problema, tal como han apuntado los sindicatos policiales Alliance y Synergie.


“Descendientes de esclavos”

“Los vándalos son seguramente descendientes de esclavos, tienen excusa, (Christiane) Taubira les dará una compensación!”. El diputado de la UMP Jean-Sébastien Vialatte se lanzó anoche en Twiter con una controvertida afirmación, al vincular la propuesta de la ministra de Justicia de compensar económicamente a los descendientes de esclavos con la identidad de los gamberros. Vialatte borró su tuit y admitió su error.