viernes, 30 de marzo de 2012

"Material" para fiestas sexuales

Sin nombre, sin identidad. Sólo rostros, cuerpos disponibles para dar rienda suelta a sus deseos sexuales. De este modo trataba Dominique Strauss-Kahn a las mujeres que la red de prostitución del hotel Carlton de Lille –así conocida por tener en este establecimiento una de sus bases de operaciones– le proporcionaba sistemática y regularmente para animar su agenda no oficial mientras fue director general del Fondo Monetario Internacional (FMI). Strauss-Kahn se vio forzado a abandonar este cargo en mayo de 2011 tras ser acusado de la violacion de una camarera del hotel Sofitel de Nueva York. Los cargos fueron posteriormente retirados, pero el caso sigue su trámite pot la vía civil.

Los particulares modos y maneras de Strauss-Kahn quedan crudamente de manifiesto en el acta de los interrogatorios a que fue sometido el pasado mes de febrero en Lille por los investigadores del caso Carlton, revelada por el diario Le Monde. El ex director del FMI fue imputado el pasado lunes por los jueces instructores del caso por el presunto delito de “proxenetismo en banda organizada”, lo que el ex ministro socialista rechaza categóricamente.

“Chicas”, “compañeras”, “pequeñas”... incluso “material”, son las palabras que, de acuerdo con el acta, utilizaba Strauss-Kahn en los miles de mensajes de texto que llegó a intercambiar con uno de los principales organizadores de las fiestas libertinas en las que el entonces director del FMI participaba en todo el mundo, Fabrice Paszkowski, de la empresa Medicalis. Junto a David Roquet, ex director de una filial de Eiffage, era quien sufragaba los gastos.

Confrontado a las pruebas de los sms enviados desde su teléfono, Strauss-Kahn admitió que “la palabra material designaba a una persona de sexo femenino”, una forma de hablar que consideró “inconveniente e inapropiada” y que justificó en la necesidad de abreviar los mensajes. Strauss-Kahn admitió llevar una “vida libertina”, pero negó tener conocimiento de que la mayoría de las chicas eran prostitutas, elemento esencial –junto al hecho de que participó activamente en la organización– en el que se basa la acusación para imputarle por proxenetismo. El ex director del FMI se mantuvo firme en esta negativa, dijo que probablemente había sido “ingenuo” y añadió que no tenía por costumbre preguntar a las chicas “por su vida privada”.

A tenor de la documentación incluida en el sumario, siempre según Le Monde, Strauss-Kahn no parece que se entretuviera en muchas conversaciones con sus partenaires, algunas de las cuales califican sus relaciones como de “puro consumo sexual”, las comparan con el sacrificio en cadena en el matadero (“abattage”) o describen escenas “bestiales”. Una de ellas, llamada Marion, aseguró que fue forzada a un determinado ejercicio sexual querido por Strauss-Kahn al que ella se oponía, para lo cual David Roquet le sujetó por ambas muñecas. Lo que el acusado niega.

Los abogados de Strauss-Kahn anunciaron ayer la presentación de una demanda contra Le Monde por la “violación” de sus derechos como imputado. En un comunicado acusaron al vespertino de presentar los hechos de forma “truncada y parcial”, al publicar sólo ciertos pasajes del acta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario