El antieuropeísmo sigue vendiendo en Francia. El giro introducido el domingo por Nicolas Sarkozy en su multitudinario mitin de Villepinte, en el que criticó la “tecnocracia” de Bruselas y desafió al resto de los socios de la Unión Europea con un doble ultimátum –en materia de inmigración y de comercio internacional–, parece haberle permitido por fin perforar la sólida ventaja que le llevaba el candidato socialista al Elíseo, François Hollande. Hasta el punto de invertirla.
Así lo vaticina el último sondeo de Ifop, que constata desde el domingo un vuelco en la intención de voto de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas –del 22 de abril y 6 de mayo próximos–, y da ganador al presidente saliente frente a su rival por 28,5% a 27%. Una actualización de este barómetro de última hora de la tarde de ayer ajustaba esta ventaja a 28,5%-27,5%, pero mantenía la misma tendencia.
La situación política, sin embargo, no puede ser más gaseosa. Y un segundo sondeo, éste de TNS-Sofres, dado a conocer ayer tarde, seguía dando la ventaja a Hollande frente a Sarkozy, que incluso retrocedería dos puntos: 30% a 26%. De todos modos, en ambos casos, el candidato a la reelección sería batido en la segunda vuelta por el aspirante socialista por 54,5% a 45,5%, en el mejor de los casos, o por 58% a 42%, en el peor. Prudentes, ni Sarkozy ni Hollande quisieron dar por buenos los vaticinios de los sondeos.
Quien sí se mostró confiado fue, en cambio, Patrick Buisson, un hombre procedente de la extrema derecha que se ha convertido en el principal consejero de Sarkozy en materia de opinión. Entrevistado por Le Monde, Buisson apuntaba ayer que desde noviembre la curva de intención de voto de Hollande es a la baja, mientras que la de Sarkozy es al alza. “Hollande recogerá menos votos que Ségolène Royal en 2007”, vaticinó. Y apuntó que la proporción de indecisos del ultraderechista Frente Nacional y del centrista Movimiento Demócrata cara a la segunda vuelta hace que Sarkozy goce de más reservas de votos que su oponente.
El sondeo de Ifop explica el vuelco en la primera vuelta por el descenso combinado de Marine Le Pen (FN) –quien ya dispone de las 500 firmas necesarias para poder presentarse– y la subida de Jean-Luc Melenchon (Frente de Izquierda), un fenómeno que en diferente medida también detecta el estudio de TNS-Sofres. Cara a la segunda vuelta, ambas encuestas coinciden también en apuntar un importante trasvase de votos del electorado frentista a Hollande (25-26%) y un alto nivel de abstencionistas potenciales en este campo (32%-40%)
En su ofensiva electoral, Sarkozy protagonizó un nuevo maratón televisivo la noche del lunes, durante el cual anunció nuevas medidas para perseguir a los exiliados fiscales. En este mismo programa, emitido en directo por TF1, el presidente se encaró con la periodista Laurence Ferrari, que le preguntó por la supuesta financiación de su campaña electoral de 2007 por el régimen de Muamar el Gadafi, una acusación lanzada en plena guerra de Libia por el hijo del desaparecido dictador libio, Saif al Islam, y que el diario electrónico Mediapart recuperó el lunes a partir de las supuestas confidencias de un intermediario. Sarkozy calificó de “grotesca” la acusación y regañó a la periodista: “Siento por usted que haga de portavoz del hijo de Gadafi”, afirmó irritado.
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