martes, 20 de marzo de 2012

Hollande contra 'Merkozy'

Frente a la Europa de Merkozy, la Europa de la austeridad, François Hollande pretende erigirse en el abanderado de la Europa del relanzamiento económico y la justicia social. Rodeado de los principales dirigentes socialdemócratas europeos, el candidato socialista al Elíseo expuso ayer en París su visión para Europa y reafirmó su determinación, si es elegido presidente de Francia el próximo 6 de mayo, de renegociar el nuevo tratado impulsado por el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alermania, Angela Merkel, aprovechando que no está ratificado.

“La disciplina es necesaria, la seriedad es indispensable para escapar de la fría mano de los mercados, en la que los conservadores nos han hundido agravando los déficit y la deuda”, asumió Hollande de entrada. Pero junto a la necesidad de regresar al equilibrio presupuestario –que prometió fijar a través de una Ley de Programación Presupuestaria quinquenal en el horizonte del 2017–, el candidato socialista al Elíseo consideró igualmente imprescindible un pacto para relanzar el crecimiento económico y el empleo a través de un programa de inversiones europeo.

“Este tratado es una ilusión”, afirmó Hollande, quien vaticinó que Europa se arriesga con él a desembocar, después de años de “esfuerzos a veces insoportables”, en “el fracaso y la impotencia”. Renegociarlo es, a su modo de ver, una obligación. “No es una improvisación electoral, no es tampoco un desafío. Es una apuesta europea”, añadió, tras recordar que algunos países –citó a España y Holanda– ya han empezado a advertir de la imposibilidad de cumplirlo. Hollande, que en este asunto recibió el apoyo del presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Sigmar Gabriel, reafirmó su determinación de frenar su ratificación parlamentaria si no se acepta la renegociación que plantea.

Las propuestas de Hollande pasan por lanzar un vasto programa de inversiones de alcance europeo financiado a través del Banco Europeo de Inversiones, la emisión de euro-bonos –no para mutualizar las deudas soberanas, subrayó–, la aplicación de una tasa sobre las transacciones financieras y el recurso a fondos estructurales europeos que están infrautilizados.

En un tono europeísta que contrastó vivamente con el utilizado por Nicolas Sarkozy en su mitin de Villepinte –“El sueño francés es indisociable del sueño europeo”, afirmó–, el candidato socialista al Elíseo se comprometió a dar un nuevo impulso a Europa y a hacerlo entre todos. “Francia y Alemania no pueden .dirigir solas Europa. Europa es su responsabilidad común, no su propiedad común”, dijo. Adiós, Merkozy.


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