domingo, 3 de junio de 2012

Nadal, sin mácula

Imparable, Rafael Nadal pasó ayer a octavos de final del torneo de Roland Garros al imponerse sin apuros en tres sets al argentino Eduardo Schwank, cuya combatividad obligó sin embargo al español a emplearse a fondo. Con un resultado holgado –1-6, 3-6 y 4-6–, el tenista mallorquín demostró una vez más un excelente estado de forma y una sólida confianza en sí mismo. Su oponente, más peleón de lo que fueron Simone Bolelli y Denis Istomin en los dos primeros partidos del campeonato, no tuvo pese a todo ninguna oportunidad.

Eduardo Schwank –número 192 del ránking mundial– no hizo mal papel. Todo lo contrario. Y su actuación, en la que tuvo algunos golpes brillantes, fue premiada por el público del estadio Philippe Chatrier con una calurosa despedida. Sus constantes subidas a la red llevaron al principio un poco de cabeza a Nadal, a quien sin embargo nunca llegó a poner de verdad en apuros. El tenista español, tremendamente eficaz y trabajador, dominó el partido desde el principio al fin. Dos horas y 16 minutos le bastaron para doblegar a su rival.

El marcador final, no obstante, no refleja con total fidelidad lo ocurrido. Schwank fue barrido por Nadal, sí, pero en ningún momento dejó de pelear. Si el español ganó 95 puntos, el argentino logró 70, una diferencia mucho más estrecha de lo que el resultado final da a entender. El problema para el jugador de Rosario es que los puntos decisivos fueron cayendo una vez tras otra del lado del manacorense. Fue, en cualquier caso, un partido disputado, no un paseo. “No se puede estar en la tercera ronda de Roland Garros y no tener que correr para ganar”, comentó Nadal al término del match.

“Schwank es un buen jugador, un jugador valiente –apuntó el tenista español–, pero yo he jugado un partido muy sólido”. Y añadió: “Las cosas van saliendo bien, pero aún hay que tratar de mejorar, porque ahora viene lo difícil, ahora empieza realmente lo complicado”. Nadal se enfrentará mañana en octavos de final al también argentino Juan Mónaco –número 15 del ránking–, lo cual ya es otro nivel.

El tenista mallorquin conoce perfectamente bien a su oponente, que es también amigo suyo. “Es uno de los jugadores del circuito que más aprecio y con quien mejor me llevo”, afirmó, antes de subrayar que ambos se conocen muy bien, y conocen bien su juego, por haber entrenado juntos. “Los dos sabemos lo que el otro va a intentar”, aventuró.

El campeón español, que puede ceñirse en París su séptima corona –y redondear así a 50 el número de torneos ganados en su carrera– cumplirá hoy 26 años entrenándose como cualquier otro día en las pistas de tierra batida de la Porte d’Auteuil. “No voy a hacer nada especial –explicó–. No estamos para celebraciones, y menos en vísperas del partido de octavos”, afirmó.

Junto a Nadal, han pasado a octavos de final otros tres tenistas españoles: David Ferrer, que se impuso al ruso Mijail Youzhny por un contundente 6-0, 6-2 y 6-2; Nicolas Almagro, que batió por 4-6, 1-6 y 2-6 al argentino Leonardo Mayer; y Marcel Granollers, que venció tras un partido agónico de cinco sets y casi cuatro horas horas –con el público animando ruidosamente a su rival– al francés Paul-Henri Mathieu por 6-4, 6-4, 1-6, 4-6 y 6-1.


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