martes, 5 de junio de 2012

Nadal aplasta sin piedad

No hay piedad, ni compasión, sobre la tierra batida. Tampoco amistad. Rafael Nadal, lanzado como una máquina hacia su séptimo triunfo en Roland Garros, no tuvo ayer la más mínima consideración con el argentino Juan Mónaco –su mejor amigo en el circuito–, a quien venció nuevamente en sólo tres sets por un humillante 2-6, 0-6 y 0-6 en el partido de octavos de final. Mónaco fue, directa y llanamente, aplastado.

El partido fue el más corto de los jugados por el tenista español desde que se inició el torneo –una hora y 46 minutos le bastaron para despachar a su rival– y el resultado, también el más abultado. El público de la pista Suzanne Lenglen, entregado desde el inicio a Nadal, acabó sin embargo animando al argentino a modo de consuelo en las últimas fases del encuentro, cuando era palmario que no había nada que hacer.

Pico ha perdido, pero en un momento fue ganando 2 a 1”, explicaba un periodista argentino por teléfono al término del match. No era incierto. Juan Mónaco –número 15 del ránking mundial– empezó el partido llevando la iniciativa, tratando de tú a tú a Nadal. Pero el espejismo duró apenas diez minutos. Los que necesitó Nadal para tomar la medida exacta de su oponente –a quien por otra parte conoce a la perfección, por haber entrenado con él– y machacarle. Tras ese 2-1 inicial del primer set, el tenista mallorquín ganó 17 juegos consecutivos –por ninguno su rival– y rompió ocho veces su servicio.

El avance a paso de carga de Nadal contrasta con las dificultades que sus dos grandes rivales, Novak Djokovic y Roger Federer, han tenido para superar los octavos de final. Nadal, a diferenca de ambos, no ha perdido un solo set en sus cuatro partidos.

Fuera de la pista, el mallorquín tuvo palabras amables para su amigo, por quien dijo sentirse “triste”. “Le he dicho que lo sentía y le he animado a seguir adelante, porque lo está haciendo muy bien”, explicó después. Pero nada de todo eso podía empañar su alegría por haber pasado fácilmente a cuartos de final. “Hay que ser realistas. No se puede ser hipócritas. Somos amigos pero esto es una competición”, agregó.

Rafael Nadal se enfrentará ahora en cuartos de final con el español Nicolas Almagro, que ayer venció de forma contundente al serbio Janko Tipsarevic por 4-6, 4-6 y 4-6. El jugador murciano está haciendo un torneo impecable y tampoco ha cedido ningún set en sus cuatro matchs. “Es un jugador peligroso porque es un buen jugador. En cuartos de final de Roland Garros no puede haber un rival fácil”, valoró Nadal.

El vencedor de este duelo hispano-español puede verse las caras en semifinales con el valenciano David Ferrer, que afrontará al británico Andy Murray tras vencer en octavos de final al barcelonés Marcel Granollers por 6-3, 6-2 y 6-0. Ferrer, alejado de los focos, tapado por el mallorquín, ha tenido hasta ahora una actuación en Roland Garros –con los resultados en la mano– comparable a la del mismo Nadal. Tampoco ha cedido ni un solo set.

Los otros dos cuartos de final enfrentarán al serbio Novak Djokovic –el número 1– con el francés Jo-Wilfried Tsonga, y al suizo Roger Federer con el argentino Juan Manuel del Potro.




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