lunes, 11 de junio de 2012

La lluvia prolonga el suspense

La lluvia obligó ayer tarde a suspender el duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic en la final de Roland Garros cuando se llevaban justo tres horas de partido, se había iniciado el cuarto set y el tenista mallorquín dominaba el marcador con un resultado provisional de 4-6, 3-6, 6-2 y 2-1. Una lluvia persistente y obstinada empezó a caer sobre la pista del estadio Philippe Chatrier durante el segundo set, obligando por dos veces a suspender el encuentro y dificultando al final el desarrollo normal del match. El desenlace del enfrentamiento entre los números 1 y 2 del tenis mundial, que empezó del lado de Nadal para bascular después en favor de Djokovic, deberá esperar a hoy.

Nadal empezó mandando desde el primer juego del primer set. El mallorquín, que cedió el primer saque a Djokovic, le rompió el servicio a las primeras de cambio. Necesitó cuatro pelotas de break para consumarlo, pero no perdonó la ocasión. Y tampoco lo hizo en el tercer juego, colocándose en un parcial de 0-3. El serbio, sin embargo, reaccionó y arrebató la iniciativa al balear, a quien rompió también dos veces el servicio y empató 3-3. En el séptimo juego –crucial–, Nadal forzó dos pelotas de break y acabó, gracias a una doble falta de Djokovic, poniéndose definitivamente en cabeza hasta el final del set, que concluyó 4 a 6.

El inicio del segundo set, interrumpido por la lluvia cuando estaba cerca de acabar, fue calcado del primero. Nadal rompió el servicio del serbio nada más empezar y se puso en cabeza. Djokovic desperdició una pelota de break en el segundo juego, pero no en el cuarto, lo que le permitió igualar 2-2. Se llevaba jugada una hora y 35 minutos de partido cuando el serbio se puso por primera vez por delante 3 a 2.

Cada vez más impaciente, Djokovic acabó por perder los nervios y dar una doble muestra de su carácter irascible. El público del estadio Philippe Chatrier le dedicó dos sonoras pitadas. La primera vez tiró con rabia la raqueta al suelo porque una bola se le acabó saliendo fuera. La reacción fue tanto más incomprensible cuanto que no se jugaba nada –su fallo colocó el marcador 15-30– y además acabó ganando el juego. El segundo rebote se produjo después de que Nadal le rompiera el servicio por quinta vez y se le colocara 3 a 4. Cegado por la furia, el jugador serbio golpeó con cólera el banco con la raqueta, haciendo saltar astillas. El público parisino añoró en aquel momento la elegancia y fair-play de su adorado Roger Federer.

Se llevaban cerca de dos horas de partido, con Nadal en cabeza del segundo set por 3-5, cuando la lluvia obligó a interrumpir el encuentro durante media hora. A su regreso a la pista, Nadal acabó de rematar el set rompiendo una vez más el servicio de Djokovic, que decidió dar la manga por perdida –3 a 6– y pasar rápidamente a otra cosa. A partir de ese momento, empezó otro partido. Si los dos primeros sets consumieron cada uno prácticamente una hora, al número 1 mundial le bastaron 45 minutos para invertir las cosas e inclinar la balanza en su favor en el tercer set, que acabó con un marcador 6 a 2.

No lo pareció al principio. Nadal siguió llevando la batura durante unos minutos, salvando una pelota de break en el primer juego y rompiendo el servicio de su rival en el segundo. Con un parcial de 0-2, el mallorquín parecía lanzado como en el segundo set. Pero Djokovic tuvo una reacción fulgurante y acabó ganándole por la mano a su oponente, que por momentos perdió el norte.

El cuarto set se inició con la misma tonalidad. Djokovic colocó enseguida el marcador a su favor con un 2-0 –sumando ocho juegos ganados consecutivamente–, pero Nadal pareció reaccionar y rompió la racha del serbio poniéndose 2-1. Fue en ese momento cuando el partido fue interrumpido por segunda vez. La lluvia, sin ser torrencial, era persistente y no había cesado de caer. Durante la primera suspensión nadie había cubierto la pista, que poco a poco se fue empapando y embarrando. Los dos jugadores sufrieron algún resbalón y Nadal llegó a quejarse al árbitro del estado de la pista y de las pelotas.

A las ocho de la tarde, viendo que la lluvia no cesaba y que quedaba ya muy poco rato de luz, los responsables del torneo decidieron continuar el partido a partir de las 13 horas de hoy.




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