domingo, 10 de junio de 2012

Hollande se juega la mayoría

En los 25 días que lleva en el Elíseo, François Hollande ha buscado con obstinación diferenciarse de Nicolas Sarkozy hasta en los más mínimos detalles. Pero hay un aspecto –esencial– en el que al nuevo presidente francés le gustaría estar en la misma situación que su antecesor: con una amplia, sólida y fiel mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Hollande afronta hoy, en la decisiva primera vuelta de las elecciones legislativas, un primer test crucial en el que se juega la posibilidad de disponer de una mayoría suficiente para gobernar.

La lógica institucional de la V República, y el alineamiento temporal de las elecciones presidenciales y legislativas decidido en referéndum en el año 2000 –por el cual se redujo de siete a cinco años el mandato del presidente–, favorecen al inquilino del Elíseo recién elegido, que se beneficia de la dinámica política desencadenada por su propia elección.

François Hollande no va a ser una excepción. Los sondeos, así como los resultados de las votaciones –ya efectuadas– en las circunscripciones del extranjero, indican que el Partido Socialista recibirá probablemente un plus electoral. Del mismo modo, parece percibirse una cierta desmovilización –fruto de un sentimiento de fatalidad– entre los votantes de la derecha parlamentaria.

¿Será ese impulso lo suficientemente importante? A priori no lo parece. Si las encuestas no se equivocan, Hollande podrá contar con una cámara mayoritariamente de izquierdas, pero difícilmente con una mayoría absoluta del PS. Los socialistas, con unas expectativas de voto de entre el 31% y el 34% –incluyendo aquí a los radicales y otros grupúsculos integrados en sus candidaturas–, podrían obtener por sí solos entre 243 y 291 escaños. Si se tiene en cuenta que el umbral de la mayoría absoluta está en los 289 diputados, se ve claramente que en el mejor de los casos al PS le vendrá muy justito. Lo más probable es que tenga que apoyarse en sus dos potenciales aliados: Europa Ecología-Los Verdes –acreditados con una intención de voto de entre el 5% y el 6%–, con quienes han formalizado un acuerdo electoral, y el Frente de Izquierda, con unas expectativas del 6% al 8%. Unida, la izquierda tiene prácticamente asegurado el control de la Asamblea Nacional, pero cuanto más dependa Hollande de sus socios, menos margen de maniobra tendrá para aplicar su programa y –particularmente– imponer los recortes necesarios, un aspecto en el que se mantiene intencionadamente impreciso.

Frente a una izquierda que llega a la cita con las urnas en condición de favorita, la derecha parlamentaria parece resistir con notable vigor. A la derrota de Sarkozy no va a seguirle una debacle. Por el contrario, las expectativas de voto de la UMP y sus aliados centristas son razonablemente altas –entre el 32% y el 35%, por encima del PS–, pero quedará por detrás en número de diputados.

El mayor peligro para el gran partido de la derecha es el renovado Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen, que aspira a romper su maleficio electoral y entrar en el Parlamento. Con una intención de voto ligeramente inferior a la de las elecciones presidenciales –del 14%-15%–, no está claro que lo consiga, pues el sistema electoral mayoritario a dos vueltas penaliza gravemente a los partidos minoritarios. El partido de la ultraderecha podría quedarse al final con un pequeño puñado de diputados –no más de tres, según los sondeos– o incluso quedarse una vez más como fuerza extraparlamentaria. Pero por el camino puede hacer mucho daño a la UMP forzando “triangulares”, esto es, enfrentamientos a tres bandas, en la segunda vuelta, programada para el día 17. En las legislativas, pueden pasar a la segunda vuelta tantos candidatos como logren franquear la barrera del 12,5% de los votos sobre el censo total de electores –no sobre los votos emitidos–, por lo que calificarse puede costar más o menos en función del nivel de participación. Según un estudio del politólogo Philippe Chriqui para <CF21>Le Nouvel Observateur</CF>, con un resultado justo y una abstención alta, el FN podría pasar en sólo una quincena de circunscripciones. A la inversa, podría superar las 130...


Muerte de cuatro soldados franceses en Afganistán

Cuatro soldados franceses resultaron muertos y otros cinco heridos –tres de ellos graves– en un ataque de los insurgentes afganos durante una operación de control en la región de Kapisa. Con ellos se eleva a 87 el número de militares franceses muertos en Agfanistán. El presidente Hollande ha adelantado la retirada de las tropas de combate destacadas en aquel país a finales de este año.



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