En el Partido Socialista
francés hay quienes huelen el peligro. Engañada, humillada, abandonada
y –sobre todo– libre, Valérie Trierweiler puede dejarse llevar por el rencor y
querer hacer pagar a François Hollande su ruptura sentimental. “Es una granada
activada”, comentaban días atrás de forma ilustrativa algunos socialistas,
temiendo ya la explosión. La exprimera dama de Francia no ha tardado mucho en
darles la razón: “Estoy más decepcionada que encolerizada, pero no excluyo
escribir un libro...”, dejó caer con calculada ambigüedad a una periodista de Le Parisien Magazine durante su viaje a India.
Un libro, con todo su corolario de incómodas revelaciones,
puede convertirse en una pesadilla para el presidente francés, cuyo nivel de
popularidad es ya inauditamente bajo. La revista Closer,
la misma que destapó el 10 de enero la relación amorosa clandestina de François
Hollande, de 59 años, con la actriz Julie Gayet, de 41, publica hoy un sondeo
según el cual el 64% de los franceses considera que el presidente “no encontró
el tono adecuado” para anunciar su ruptura. “Hago saber que he puesto fin a la
vida en común que compartía con Valérie Trierweiler”, dictó Hollande a la
agencia France Presse el sábado pasado. Un escueto y seco comunicado de 18
palabras (en el original en francés) que su excompañera oficial ha apreciado
también más bien poco: “Dieciocho palabras, casi una por cada mes que hemos
pasado juntos desde su elección”, ha comentado en la misma publicación.
Parece claro que Valérie Trierweiler, extremadamente
discreta durante el desarrollo de la crisis, ha decidido empezar a hablar. Y no
poco. El viaje humanitario a la India que realizó el pasado fin de semana de la
mano de la ONG Acción contra el Hambre fue aprovechado a conciencia para
mantener largas conversaciones con numerosos periodistas, cuyo contenido ha
empezado a aparecer entre ayer y hoy en diversos semanarios. De entrada, el
suyo, Paris Match, donde sigue trabajando como
periodista (aunque ayer tampoco saliera la crítica literaria que publica
semanalmente)
En Paris Match, Valérie Trierweiler
alude por primera vez, aunque indirectamente y sin citar explícitamente a
nadie, a la infidelidad del presidente. Y admite que, aunque “el
distanciamiento (entre ella y Hollande) había empezado”, no se lo esperaba. “Yo
oía rumores, evidentemente, pero se oían sobre todo el mundo. Sobre mi también.
No prestaba atención. Cuando lo supe, sentí como si cayera de un rascacielos”,
dice.
Para Trierweiler, “es el fin de una historia”. Una más, para
esta mujer de casi 49 años y madre de tres hijos que ya se había divorciado dos
veces. “Puede parecer extraño pero, para mi, no estoy atravesando una crisis.
No es la primera ruptura en mi vida –prosigue–. Esta es violenta porque es
mediática”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario