miércoles, 29 de enero de 2014

"El poder ha roto nuestra relación"

No ha llegado el momento de echarse las culpas. No todavía. Tres días después de consumada su ruptura sentimental con François Hollande y de abandonar el palacio del Elíseo, Valérie Trierweiler no siente –o no quiere mostrar– ningún rencor hacia el presidente francés. Y prefiere, por el momento, buscar la causa de sus desgracias en la política. “El poder ha roto nuestra relación”, confió ayer la ex primera dama de Francia a un grupo de periodistas franceses con quien conversó de manera informal durante su visita humanitaria a la India, organizada por Acción contra el Hambre. “Si François Hollande no hubiera sido presidente, quizá todavía estaríamos juntos”, aventuró Trierweiler, quien por primera vez se expresaba públicamente sobre su separación.

La política, ciertamente, emponzoñó la relación de la pareja, puesta seriamente a prueba por las exigencias de la jefatura del Estado. Trierweiler no supo en un primer momento cómo asumir su función de primera dama y cuando por fin empezó a encontrar su camino era ya demasiado tarde: su controvertido tuit enviado en junio del 2012 –poco después de la llegada de Hollande al Elíseo– para sabotear la campaña de las legislativas de Ségolène Royal, la ex compañera del presidente y madre de sus cuatro hijos, marcó un serio enfriamiento con Hollande y fue aprovechado por sus enemigos internos para segarle la hierba bajo los piés.

Trierweiler denunció ayer la “hipocresía” del mundo político, su violencia y sus golpes bajos... algo que después de haber cubierto como periodista durante largos años la política francesa para Paris Match –de ahí conoció a Hollande– debería todo menos sorprenderle (algunos colegas no se abstenían ayer de subrayarlo). Su desagrado, en todo caso, es hoy tan acusado que si bien su intención es seguir ejerciendo como periodista, preferiría no reincidir en este campo: “Todo menos política”, dijo ayer, a la par que se mostraba dispuesta a seguir comprometida en el terreno de la cooperación humanitaria.

La ruptura de la pareja presidencial –política aparte– no puede entenderse sin el romance que François Hollande ha mantenido secretamente en el último año o dos años –las fuentes divergen al respecto– con la actriz Julie Gayet, y cuya revelación por la revista Closer precipitó los acontecimientos. Pero, como es lógico, Trierweiler no quiere por el momento hablar de ello. Todo lo más, se permite una ironía al responder a quienes, desde la oposición, han comparado el comunicado de Hollande para dar a conocer oficialmente su separación con una “carta de despido”, subrayando que en su caso no se han cumplido los trámites exigidos por la legislación laboral: “No ha habido preaviso”, dijo.

El entorno de Trierweiler sostiene que la ex primera dama y el presidente han puesto fin a su relación en “buenos términos”, que no hay ninguna “guerra” entre ambos y que sin duda seguirán en contacto en el futuro inmediato... En todo caso, el acuerdo que la pareja alcanzó el jueves pasado para consumar su separación –a la que Hollande estaba totalmente determinado– parece haber satisfecho a Trierweiler, que mantiene el uso del apartamento de alquiler que ambos compartían en la calle Cauchy, en el distrito XV de París, y ha obtenido al parecer una compensación económica por el hecho de haber renunciado parcialmente a su trabajo para acompañar al presidente en su campaña electoral y en el Elíseo. La ex primera dama tiene tres hijos de su anterior matrimonio, uno de los cuales es menor.

Valérie Trierweiler, a pesar de su mala experiencia personal, defendió finalmente la vigencia y la utilidad del puesto de primera dama. “No me molesta que me llamen ex primera dama, yo lo he sido –afirmó–, es importante que haya una en el Elíseo”. En contra de su opinión, Hollande no tiene intención de seguir su consejo. Los miembros del gabinete de la primera dama ya han recibido –estos sí– las cartas des despido y su figura ha desaparecido de la página web de la Presidencia.


La dama más bella


Valérie Trierweiler, escasa de elogios y de cariño estos últimos tiempos, no se resistió ayer a redifundir a través de su cuenta personal en Twitter un simpático tuit de los niños del Socorro Católico (Cáritas) de Clichy-sous-Bois: "Nosotros, los niños del SecoursPop, la queremos. ¡Usted sigue siendo la dama más bella!", escriben. La declaración está firmada por "Sira y sus compañeras".







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