Casi siglo y medio
después de que fuera pintado, el fascinante y provocador cuadro del
pintor francés Gustave Courbet "L’origine du monde" (El
origen del mundo), de 1866, mantiene inalterable su capacidad de turbar las
miradas y los espíritus. Audaz y superrealista reproducción del sexo femenino
–la pintura presenta una figura de mujer tumbada y abierta de piernas con una
osadía nunca vista hasta ese momento–, la imagen del cuadro más famoso de
Courbet ha sido vetada por el servicio público de correos francés, La Poste,
que se ha negado a editar un sello conmemorativo por entender que podría “herir
la sensibilidad” del público infantil.
La propuesta había partido de la sociedad filatélica de
Besançon (Doubs, en el Franco-Condado), quien había pedido a La Poste la
edición de 3.000 sellos de "L’origine du monde" coincidiendo con la exposición temporal del célebre cuadro, entre el 7 de junio
y el 1 de septiembre próximos, en el Museo Gustave Courbet de Ornans, población
cercana a Besançon donde nació el pintor. “Se trata de una obra de arte
mundialmente reconocida, cuya imagen es conocida en todo el mundo”, ha
argumentado el presidente de la sociedad filatélica, Bernard Debrie, para quien
el “realismo crudo” de la pintura no pone en tela de juicio su valor artístico.
Pero Correos no quiere saber nada. “El rechazo se apoya en
la carta de ventas de La Poste –argumentó un portavoz a la agencia France
Presse– y está motivado por la voluntad de no herir la sensibilidad del joven
público, del mismo modo que se han rechazado otras imágenes por contravenir la
ley Evin (que prohíbe la publicidad del tabaco)”. “La Poste no emite con ello
ningún juicio sobre el valor de la obra de Courbet”, añadió el mismo portavoz.
Resignados, los filatélicos proponen ahora un sello con la imagen de Courbet
pintando su cuadro.
No es la primera vez que la imagen explícita de "L’origine du monde"es objeto de controversia. Facebook,
cuyo puritanismo básico no distingue entre pornografía barata y obras de arte,
ha llegado a bloquear cuentas de diversos usurarios por haber reproducido la
osada pintura de Courbet, quien ya en la segunda mitad del siglo XIX fue objeto
de escándalo y víctima de la incomprensión académica, y vió cómo algunos de sus
cuadros eran vetados en los salones oficiales de la Academia Real de Pintura y
Escultura.
No fue el caso, sin embargo, de "L’origine du
monde", que tardó más de un siglo en ser expuesto al público. Pintado
por encargo del diplomático turco-egipcio Khalil-Bey –un hombre mundano,
propietario de una colección de arte dedicada al cuerpo femenino, que acabó
arruinado a causa del juego–, el cuadro pasó después de mano en mano y, aunque
su existencia era conocida, durante decenios apenas fue visto. Su último
propietario fue el célebre psicoanalista francés Jacques Lacan, epígono de
Sigmund Freud. En el 1995 pasó a manos del Museo d’Orsay, de París, donde se
expone de forma permanente.
La aparición de cuerpos desnudos no es algo que importune
únicamente a La Poste. En el metro de París, se han prohibido también carteles
por demasiado explícitos. El último caso afectó al anuncio del último disco de
Étienne Daho, el pasado noviembre, en el que fueron cubiertos los senos de una
modelo.
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