Ser presidente de la
República ya no es lo que era. El respeto casi reverencial que
suscitaba, en Francia, la figura del jefe del Estado es hoy sólo un pálido
recuerdo de lo que antaño fue. Si De Gaulle levantara la cabeza, sentiría sin
duda una punzada en la vesícula patriótica. La desacralización de la
presidencia ha alcanzado niveles inauditos, hasta el punto de que los
publicitarios se han lanzado desde hace un tiempo –los más osados– a jugar con
la actualidad política. Ahora, con los amores clandestinos del presidente y la
actriz Julie Gayet, la cosa empieza a tomar dimensiones de pitorreo.
“Señor presidente, la próxima vez evite el scooter. Sixt
alquila vehículos con los cristales tintados”. Éste era el provocador eslógan
que la empresa alemana de alquiler de automóviles Sixt publicó en un anuncio la
semana pasada, aludiendo a la imagen de Hollande –difundida por la revista Closer– acudiendo a sus citas galantes con Gayet a bordo
de un scooter. Hay que decir que Sixt es una empresa veterana en el doble juego
entre amor y política. En época de Sarkozy realizó otro anuncio con el
siguiente lema: “Haga como la señora (Carla) Bruni. Opte por un pequeño modelo
francés”. La alusión no era un gran dechado de sutileza.
Por la brecha abierta la semana pasada por Sixt han seguido
otros. De entrada, un competidor, la casa de alquiler de coches Drive, que en
sus anuncios alude también a los cristales tintados y osa apuntar el coste del
recorrido entre el Elíseo (en el 55 de la calle Faubourg Saint-Honoré) y el
número 20 de la rue du Cirque, donde se encontraban ambos amantes: 5 euros. “A
este precio, escoja la discreción”, remachaba.
La forma en que Hollande trataba de pasar desapercibido,
oculto bajo su casco de moto, ha suscitado también una publicidad especial del
fabricante del casco, Motoblouz –“Gracias, señor presidente por haber elegido
nuestro casco para su seguridad”–, y hasta de Virgin Radio, que pinta a
Hollande como presunto fan del grupo francés Daft Punk, cuyos dos componente
aparecen siempre ocultos bajo un casco.
Naturalmente, no podían dejar de unirse al festín los sitios
de encuentros. Así Gleeden, especialista en encuentros extraconyugales entre
hombres y mujeres casados –“Nos lanzamos por fin en Holanda”, dicen jugando con
la grafía idéntica del nombre del país y del apellido del presidente–, y
también Be2, que se dirige a la primera dama, la periodista Valérie Trierweiler
–“Querida Valérie, el cambio es ahora”– haciendo un juego de palabras con el
eslógan de Hollande en la campaña de la elección presidencial.
Ahora bien, si alguien se merece el premio a la
anticipación, es el sitio de encuentros adúlteros Ashley Madison, que en octubre
pasado utilizó en un anuncio las imágenes de Mitterrand, Chirac, Sarkozy y
Hollande –todos ellos con huellas de labios femeninos en el rostro– con la
siguiente pregunta: “¿Cuál es su punto en común?”.
Premonitorio.
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