La actriz
francesa Julie Gayet, de 41 años, supuesta amante de François Hollande, de 59, ha empezado a darse de
bruces con lo que significa mantener una relación sentimental con el presidente
de la República. Sobre todo, sus peajes. El Gobierno francés se vió forzado
ayer a retirar, de prisa y corriendo, a Gayet de la lista del jurado que debe
seleccionar a los artistas becados por el centro cultural francés de Roma,
situado en la Villa Medicis, con el fin de evitar el primer escándalo.
La ministra de Derechos de las Mujeres y portavoz del
Ejecutivo, Najat-Vallaud Belkacem, justificó esta decisión para evitar que el
nombramiento de Gayet fuera objeto de “manipulación e instrumentalización”, y
que se añadiera como “nuevo tema de polémica” al debate que rodea la vida
sentimental del presidente.
La designación de Julie Gayet –junto a otras tres personas–
como miembro del jurado de la Villa Medicis fue propuesta por el director del
centro cultural, Eric de Chassey, a cuyo juicio la actriz y productora es una
“profesional reconocida” y tenía “toda la legitimidad” para formar parte. Al
parecer, la ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, no había encontrado en
principio ninguna objeción y su nombramiento se daba ya por hecho en la propia
página web de la Villa Medicis. Hasta que la revista Closer reveló el viernes la relación amorosa de Gayet
con François Hollande y el escenario cambió por completo.
Apenas unas horas después de que el semanario La
Canard Enchaîné publicara ayer una información al respecto,
Filippetti dio marcha atrás y aprovechó que el decreto aún no había sido
firmado para nombrar en su lugar a la guionista Emmanuèlle Bernheim. Los
miembros del jurado de Villa Medicis son los encargados de seleccionar a los
quince artistas que serán pensionistas de esta institución durante el próximo
año o año y medio. No se trata de un cargo permanente y su remuneración –30
euros a la hora– se limita a los días en que el jurado se reúne para examinar y
elegir las candidaturas. Pero no era cuestión de añadir una nueva controversia,
en el caso de un supuesto favoritismo, a la polémica que rodea hoy al
presidente.
Julie Gayet nada ha dicho, ni de este asunto ni de su
presunta relación con Hollande. Pero según la cadena RTL, la actriz ha decidido
demandar a la revista Closer –que ilustró su información
con fotos de los dos amantes entrando y saliendo de la finca donde tenían sus
citas clandestinas– por violación de su intimidad. El presidente avanzó la
víspera que, por su parte, renunciaría a esta posibilidad para no ser acusado
de valerse de la situación privilegiada que le otorga su condición de jefe del
Estado
.
Mientras tanto, la compañera sentimental oficial de Hollande
–y en tanto que tal, primera dama–, Valérie Trierweiler, de 48 años, permanecía
ingresada en el hospital de la Pitié-Salpétrière, donde guarda reposo tras
haber sufrido un shock emocional. Según Paris Match –semanario para el que Trierweiler, periodista de profesión, sigue trabajando–,
Hollande no acudió a visitarla durante los tres primeros días.
Según nuevas revelaciones, el distanciamiento de la pareja
era ya muy evidente el pasado verano, cuando Trierweiler pasó una semana de
vacaciones con sus hijos –fruto de un matrimonio anterior– en Grecia, sin
Hollande. El presidente, mientras tanto, se encontraba en su feudo electoral de
Tulle (Corrèze), donde se paseó por el mercado acompañado de Julie Gayet y acudió
con ella a un concierto de Olivia Ruiz...
Mientras la mayoría de socialistas guardan una estricta
prudencia sobre el tema, alegando el respeto la vida privada, el alcalde de
París, Bertran Delanoë, rompió ayer una lanza en favor del presidente francés.
Sin citar a Hollande, el edil reivindicó el “derecho a la pasión y al
arrebato”, y consideró que el afán por quererlo saber todo de todos –que
calificó de “extremadamente malsano”– puede acabar atentando contra el “derecho
a amar”.
Berlín aplaude el giro económico
El giro én la política económica anunciado por François
Hollande en su multitudinaria conferencia de prensa en el Elíseo recibió ayer
un aplauso unánime en Alemania. El ministro germano de Exteriores, el
socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, calificó de “valiente” la apuesta del
presidente francés, que consideró la “buena vía, no sólo para Francia, sino
también para ayudar a Europa a salir más fuerte de la crisis”. Los
democristianos de Angela Merkel también emitieron juicios similares. “Es un
claro cambio de paradigma”, se felicitó por su parte el vicepresidente del
grupo parlamentario de la CDU, Andreas Schockenhoff. Desde Bruselas, la
Comisión Europea calificó las medidas anunciadas por Hollande de una “buena
noticia”, juzgando que Francia avanza así “en la buena dirección”.
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