miércoles, 8 de enero de 2014

Prohibiciones en cadena

Burdeos, Nantes, Tours, Orléans, Biarritz, Toulouse... Una detrás de otra, diversas ciudades francesas han decidido ya prohibir –o han anunciado su intención de hacerlo– el nuevo espectáculo del controvertido humorista Dieudonné, Le Mur (El Muro), por sus contenidos antisemitas. En el punto de mira del Gobierno francés, el cómico tenía previsto iniciar el jueves en Nantes una gira que debería llevarle a una treintena de localidades de aquí a finales de abril. Pero las autoridades están determinadas a impedirlo. “Frente al antisemitismo, frente a las alteraciones del orden público que suscitan las provocaciones indignas, frente a las humillaciones que representan las discriminaciones, pido a los representantes del Estado y en particular a los prefectos que estén vigilantes y sean inflexibles”, declaró ayer a este respecto –aunque sin mencionar directamente al humorista– el presidente de la República, François Hollande.

El Gobierno, a través del ministro del Interior, Manuel Valls, envió el lunes una circular a los prefectos en la que les detallaba las posibilidades legales de prohibir un espectáculo de forma preventiva –algo que choca a priori con el derecho a la libertad de expresión y a la libertad artística–, particularmente al asociar al concepto de riesgo de alteración del orden público todo atentado contra “el respeto debido a la dignidad de la persona humana”. Una interpretación de la ley un tanto arriesgada y que los tribunales –que ya habían anulado alguna prohibición municipal en el pasado, en Perpiñán, por ejemplo– podrían acabar tumbando.

La primera aplicación práctica de la circular la decidió ayer el prefecto del Loira Atlántico, Christian de Lavernée, que decretó la prohibición del espectáculo de Dieudonné programado para mañana jueves en el teatro Zénith de Nantes y para el que se habían vendido ya 5.000 entradas.

Algunos alcaldes se han pronunciado también por seguir este mismo camino. El primero en anunciarlo fue el alcalde de Burdeos, el ex primer ministro Alain Juppé, una de las figuras de la derecha –junto al presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-françois Copé– que se ha alineado de forma firme e inmediata con el Gobierno. No es el caso de todo el mundo. El exministro del Interior Brice Hortefeux, fiel entre los fieles del ex presidente Nicolas Sarkozy, censuró naturalmente el comportamiento de Dieudonné, pero puso asimismo en tela de juicio la legalidad de la prohibición preventiva de su espectáculo. Lo mismo que hizo, por otra parte, la presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, cuyo padre, Jean-Marie, es padrino de uno de los vástagos del cómico.

Los cierto es que la cuestión no está nada clara y las opiniones están bastante divididas. Tampoco comulgan con la prohibición preventiva los ecologistas, los comunistas y los izquierdistas radicales. Ni la Liga de Derechos del Hombre. Para todos ellos, la justicia debe actuar a posteriori. El problema es que ya lo ha hecho y ha condenado a Dieudonné más de media docena de veces con decenas de miles de euros de multas, pero el humorista ha conseguido hasta ahora presentarse como insolvente y eludir el pago.

La presión sobre el cómico ha aumentado hasta tal punto que incluso los propietarios del Théâtre de la Main d’Or, que Diudonné tiene alquilado desde el año 1999 y donde representa de forma regular –sin que el alcalde de París, Bertrand Delanoë, favorable ahora a la prohibición, haya tomado ninguna decisión administrativa para impedirlo–, se plantean rescindirle el contrato.

Los abogados del humorista han anunciado que su cliente presentará recurso administrativo contra todas y cada una de las prohibiciones. Y que presentará asimismo ocho demandas por difamación contra diversos medios de comunicación, el Consejo de instituciones judías (Crif) y contra Manuel Valls. En este último caso, los letrados han decidido dirigirse al Tribunal de Justicia de la República, única instancia habilitada para enjuiciar a un ministro del Gobierno en ejercicio. 


Investigación por blanqueamiento y fraude fiscal

Dieudonné, que se presenta como insolvente para no pagar las multas que le impone la justicia, debe 887.135 euros al tesoro público. Según el diario Le Monde, una investigación judicial abierta en Orléans ha permitido constatar que el humorista –a través de las sociedades controladas por su esposa– habría enviado desde el 2009 unos 400.000 euros a Camerún, país de nacimiento de su padre.




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