lunes, 20 de enero de 2014

Franceses en la Yihad

Hakim, de 15 años, vecino de Pinsaguel (Alto Garona), una localidad francesa de la banlieue sur de Toulouse, acudió el pasado 6 de enero al instituto como cada lunes. Pero ese día no regresó a casa. En una carta dirigida a sus padres, dejada en un diccionario, les explicaba que se había marchado para “predicar el mensaje del profeta”. En realidad, su objetivo era trasladarse a Siria, vía Turquía, para unirse a los grupos de yihadistas que combaten contra el régimen de Bachar el Asad. El joven Hakim no se fue solo, sino con un compañero de clase, Assan, de 16 años, seducidos ambos por la palabrería fundamentalista. “Un lavado de cerebro”, lamentó el padre del primero.

Los servicios de información franceses siguen la pista de ambos adolescentes, dentro de una lista de 89 jóvenes franceses o residentes en Francia –entre los cuales hay una docena de menores– que están camino de Siria para participar en la Yihad. “Este fenómeno se ha acelerado en las últimas semanas, desde finales del 2013”, explicó ayer en la emisora de radio Europe 1 el ministro francés del Interior, Manuel Valls, que mostró una extrema preocupación por esta deriva. “Esto representa el mayor peligro (en materia de seguridad) al que deberemos hacer frente en los próximos años”, dijo el ministro, quien añadió: “Tanto franceses como europeos podemos vernos sobrepasados por este fenómeno, a la vista de su amplitud”. El peligro es que estos individuos puedan cometer atentados terroristas en suelo europeo a su regreso.

Según las informaciones recogidas por la Policía francesa y los servicios de la lucha antiterrorista, alrededor de 700 franceses estarían, de cerca o de lejos, implicados en el conflicto de Siria. El ministro del Interior cifró en 250 los jóvenes franceses que están actualmente combatiendo en tierras sirias, a los que deben sumarse los 89 en tránsito y unos 150 más que habrían manifestado en un momento u otro su intención de viajar a Siria. De los que ya han ido, 76 han regresado a Francia y 21 han perdido la vida.

Éste es el caso de dos hermanos franceses –hijos del mismo padre pero de diferente madre– que murieron el año pasado en Siria. Nicolas y Jean-Daniel Bons, de 30 y 22 años respectivamente, dos jóvenes convertidos al islam, ganaron notoriedad al difundir por internet en julio pasado un vídeo en el que, kalashnikov en la mano, llamaban a los musulmanes de Francia a sumarse a la lucha. Jean-Daniel murió poco después, en el transcurso de un combate contra las tropas leales a Bachar el Asad. Su hermano Nicolas se suicidó el 22 de diciembre en un atentado kamikaze.

Los dos hermanos eran originarios de Toulouse, lo mismo que los dos adolescentes que huyeron de sus casas en dirección a Siria a principios de este mes. Toulouse, una ciudad con grupos islamistas muy activos, era también la ciudad de nacimiento de Mohamed Merah, el terrorista que en marzo del 2012 asesinó a siete personas, cuatro personas de confesión judía –un adulto y tres niños– y tres militares, en la capital del Garona y Montauban, antes de caer él mismo abatido por las fuerzas especiales de la Policía.




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