Una mujer,
socialista y de origen español, Anne Hidalgo, de 54 años, será la primera mujer
alcaldesa de París. La candidata del Partido Socialista (PS) venció a su rival,
otra mujer, Nathalie Kosciusko-Morizet –de la Unión por un Movimiento Popular
(UMP)– por 54% a 46%. Un triunfo claro e incuestionable que da a la izquierda
su tercer mandato municipal consecutivo desde el año 2001. Hidalgo, con un
perfil más a la izquierda que la línea política del Gobierno, ha conseguido
salvarse del voto de castigo general.
Nacida en San Fernando (Cádiz), la nueva alcaldesa –que
tiene la doble nacionalidad, francesa y española– llegó a Francia en 1961,
cuando sus padres emigraron a la banlieue de Lyon en
busca de trabajo y de un futuro mejor. Titulada en Derecho y Ciencias Sociales,
ingresó en el PS en 1994 y ha realizado la mayor parte de su carrera política
en el gobierno municipal de París, al que se incorporó hace trece años. A lo
largo de este tiempo, fue asumiendo cada vez mayores responsabilidades hasta
convertirse en la primera teniente de alcalde, encargada del área de urbanismo,
y mano derecha del alcalde saliente, Bertrand Delanoë, que la designó como su
heredera política.
Esta vez, los sondeos no mintieron y Anne Hidalgo –que en la
primera vuelta quedó 8.000 votos por detrás de su rival– ganó ampliamente en la
segunda. La izquierda obtiene la mayoria absoluta con 93 concejales sobre 70.
“Esta es la victoria de la autenticidad, la victoria de una izquierda fiel a
sus ideales”, dijo anoche.
La victoria de Hidalgo confirma que, en París, el siglo XXI
es de color rosa (el de los socialistas). El PS tuvo que esperar, en efecto, al
año 2001 para poder gobernar la capital. Ese año el entonces jefe de la
oposición municipal, Bertrand Delanoë, se impuso a sus rivales gracias a la
división de la derecha en dos candidaturas fratricidas. Esa victoria puso fin a
cincuenta y cuatro años de dominio conservador. Acabada la Segunda Guerra
Mundial, la izquierda gobernó durante dos años, pero en 1947 los gaullistas
tomaron ya el control.
En 1977, el entonces presidente Valéry Giscard d’Estaing,
suprimió el cargo de prefecto del Sena –que ejercía la tutela gubernamental
sobre la ciudad– y concedió a la capital el derecho a tener un alcalde. Jacques
Chirac estrenó el puesto y se mantuvo en él hasta 1995, cuando fue elegido a su
vez presidente de la República. Sus herederos tardaron poco, sin embargo, en
dilapidar su legado y seis años después cedieron el poder a los socialistas.
Tras un primer mandato triunfal –pese a la pérdida de los Juegos Olímpicos
frente a Londres–, Delanoë fue reelegido en el 2008 para un segundo mandato
gracias a la ola favorable a la izquierda.
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