Nicolas Sarkozy
quiere frenar en seco la aparición y, sobre todo, la difusión de nuevos
fragmentos de las grabaciones piratas de reuniones y conversaciones privadas
realizadas por su entonces consejero Patrick Buisson mientras estaba en el
Elíseo. Con este fin, y junto con su esposa, Carla Bruni, el expresidente
francés presentó ayer una demanda judicial por atentado a la intimidad de su
vida privada, con la petición de que se impida su reproducción. Si Sarkozy ha
elegido la vía civil, a la que se puede acoger por haberse difundido una
conversación privada con su esposa, es por su rapidez, pero no excluye en el
futuro la vía penal.
La aparición de estas grabaciones piratas –cuyo contenido ha
sido, hasta el momento, inocuo– no sólo desestabiliza a la derecha en vísperas
de las elecciones municipales del próximo 23 de marzo, sino que podría
comprometer –según qué revelaciones pudieran salir partir de ahora a la luz
pública– la estrategia de Nicolas Sarkozy para retornar a la vida política,
cual hombre provindencial, en la perspectiva de las eleccions presidenciales
del 2017.
Patrick Buisson, hombre procedente de la extrema derecha, se
convirtió en uno de los consejeros más influyentes de Nicolas Sarkozy en el
Elíseo, una persona de su más absoluta confianza, su favorito... Y el ideólogo
que le empujó a endurecer su discurso y jugar en los límites de la frontera con
la ultraderecha en la campaña electoral del 2012, que le acabó llevando a la
derrota. Esto era sabido. Lo que nadie sospechaba es que Buisson, al menos entre
los años 2011 y 2012, armado con un dictáfono que llevaba oculto en su
chaqueta, se dedicó a grabar cientos de horas de las reuniones y las
conversaciones que se mantenían en la cúpula del poder. Sarkozy no ha dicho ni
una palabra en público, pero según su entorno está “loco de furia”.
Hasta el momento, los extractos de las grabaciones
reproducidas por Le Canard Enchaîné y Atlantico –correspondientes a la preparación de la
remodelación del Gobierno los días 26 y 27 de noviembre del 2011– no contienen
informaciones escandalosas, aunque ilustran bien cómo funcionaba el microcosmos
que rodeaba al presidente de la República y el papel que en este sistema
representaba el oscuro Buisson. Pero si es cierto que lo grababa todo, como
deja entrever lo conocido hasta ahora –el consejero ponía en marcha su aparato
al salir de casa y lo apagaba al regresar–, en sus grabaciones puede haber
informaciones altamente comprometedoras, e incluso protegidas como secreto de
defensa.
Todo el misterio de este asunto se centra en saber quién se
ha hecho con las grabaciones del influyente consejero de Sarkozy, quién está
interesado en su difusión y con qué fines. Porque no es Buisson quien las ha
filtrado. El abogado del “traidor” –como le han calificado sus antiguos
compañeros–, Pierre-William Goldnadel, anunció ayer que su cliente iba a
presentar una denuncia por robo y sugirió que tenía sospechas del posible
autor. Por lo que pudiera ser, el hijo de Buisson, con quien está peleado,
Georges, ha salido a la palestra para negar toda responsabilidad.
EXTRACTOS DE LAS GRABACIONES DEL 26-02-2011
Cambio de Gobierno
Reflexión de Nicolas Sarkozy en
una reunión con sus consejeros para preparar la remodelación del Ejecutivo.
Sarkozy: Reemplazar a
(François) Fillon por (Jean-Louis) Borloo es grotesco. Sólo hay una persona que
podría reemplazar a Fillon hoy, es (Alain) Juppé. Yo me entiendo muy bien con
Alain (...) Aunque Fillon no es decepcionante, es como sabemos...
Pausa con Carla Bruni
Conversación desenfadada en
presencia de su esposa.
Sarkozy: Nosotros tenemos una casa de
alquiler, cuando disponemos de tres apartamentos de función...
Bruni: Ah, sí, pero eso es porque yo
te mantengo (risas). Y yo que pensaba que me casaba con un tío con un salario
y... Yo tenía contratos magníficos y luego, nada. Oh la la! Suerte que
después...
Sarkozy: Yo me he convertido en rico
casándome.
Bruni: Después voy a volver a firmar
esos contratos. No voy a esperar tanto tiempo... Si puedo permitírmelo, un pequeño
contrato cool... No van a hacer vender crema anti
arrugas a una chica de 22 años, ¿estáis de acuerdo? (risas) Julia Roberts, 44,
Sharon Stone, 52, Julianne Moore, 53... Todas ellas tienen contratos
magníficos, ¿eh?, que yo no puedo aceptar por el momento... Eso no se hace.
Sarkozy: Oh, mira lo que te digo, mi
futuro es convertirme en el señor Ramírez en la caja (personaje de una serie de
televisión) (risas)
Bruni: No, sólo que yo pueda hacer mi
trabajo, así... para mantener... muy querido... voy a decirte que estoy loca por
él, entonces... uno pierde la cabeza,
¿eh?
Entre consejeros
Posteriormente, Buisson habla en
un aparte con el publicista Jean-Michel Goudard.
Buisson: Es
duro, ¿eh?
Goudard: ¿Eh?
Buisson: Es
duro. Su presencia...
Goudard: ¿Venir
aquí?
Buisson: De Carla...
Goudard: (...) Si yo no la conociera
un poco mejor desde la tele, hubiera encontrado esto un poco... lamentable.
Buisson: ¿A quien apoyamos después de
(Claude) Guéant (como secretario general del Elíseo)? Yo quiero promover a
Camille Pascal.
Goudard: Bueno, ya está hecho (...)
Es (Xavier) Musca (...)
Buisson: La ventaja de Guéant, desde
hace tres meses, es que conocía un poco los dossiers, en particular los affaires que lleva la fiscalía. Se mojaba un poco. Vamos
a tener que explicar todo esto a Musca y rápido.
(...)
Buisson: Bueno... no he logrado la
cabeza de (Michel) Mercier... (ministro de Justicia)
Goudard: Mercier, sí, ¿por qué?
¿porque es demasiado bueno con los magistrados?
Buisson: No, pero es una absoluta
calamidad.
Goudard: Sí, pero hay más calamitosos
que él todavía.
Buisson: Sí, ¿quién?
Goudard: Está (Roselyne) Bachelot
(ministra de Salud)
Buisson: Sí, pero ella llega a
construir frases y articula.
Goudard: Sí, pero no dice más que
gilipolleces.
Buisson: Sí, pero no se puede tener
todo.
Inmigración
Hablando de Sarkozy.
Goudard: Sin nosotros, no
lo haría nunca.
Buisson: Nunca, eso es seguro. Al
menos he vuelto a la carga tres o cuatro veces en un mes...
Goudard: Sí, sí. El gran momento es
cuando tú lanzas...
Buisson: ...la inmigración.
Goudard: Sí.
Buisson: Yo no soy del tipo de
aguantar y esperar a que los otros... Ya era hora, ya era hora.
Goudard: (...) Hemos hecho nuestro
papel, al estilo de Nicolas (...) Hay un verdadero giro político. De algún modo
volvemos a los fundamentos.
Buisson: (...) Por eso hay que evitar
que castre las afirmaciones sobre los peligros. Y el otro, Pierre (Giacometti),
va y dice “sí, pero la integración”...
Goudard: Es buena gente, eh,
Nicolas... Cuando tiene el discurso cerrado, aún quiere añadir algo que una, la
unión... Entre tú y yo, esto no tiene nada que hacer ahí...
Buisson: Nada que hacer, y la
integración tampoco. En un momento en que llegan 500.000 más y no hemos
integrado los seis millones que tenemos...
No es la primera vez ni
será la última. La revista francesa Closer, al igual que
el resto de la prensa del corazón, debe tener sin duda un presupuesto anual
para pagar las multas y sanciones que le imponen de forma regular los
tribunales por atentar contra la vida privada de las personas y particularmente
de los políticos y sus familias. La última condena le cayó ayer: un juez del
tribunal de Nanterre (periferia de París) impuso a Closer el pago de 12.000 euros de indemnización a
Valérie Trierweiler, la ex compañera sentimental del presidente François
Hollande, por publicar un reportaje fotográfico de las vacaciones que la
ex primera dama pasó en la isla Mauricio tras la ruptura de su pareja. La
revista, que sacó imágenes de Trierweiler en bikini, deberá publicar asimismo
el contenido del fallo en su portada de forma inmediata, bajo la amenaza de
pagar una multa de 1.500 euros por cada día de retraso.
La sentencia de ayer puede acabar siendo sólo el aperitivo
de lo que amenaza con ser el plato principal: los 50.000 euros de indemnización
que reclama a la misma revista la actriz y productora Julie Gayet, por la
publicación del reportaje fotográfico que desveló y demostró el romance que
mantenía con François Hollande, incluyendo sus citas secretas en la rue du
Cirque, muy cerca del Elíseo, a la que el presidente acudía enmascarado con un casco
de motorista... La aparición de esta información, que disparó las ventas de Closer a 610.000 ejemplares –el doble de lo habitual–,
provocó un seísmo en la cúpula del Estado y acabó precipitando la ruptura de
Hollande con Trierweiler.
La vista por esta causa se celebró ayer en el mismo tribunal
de Nanterre. Julie Gayet, a través de su abogado, Jean Enocchi, denunció la
“caza” a la que le ha sometido a su juicio dicho semanario, para el que se ha
convertido en una “presa”. La directora de Closer,
Laurence Pieau, se defendió apelando a la libertad de información: “Hemos
cumplido nuestro deber de periodistas, dando una información exacta que el
público tiene derecho a saber”, dijo. Gayet ha presentado dos demandas judiciales más. Una contra
la misma revista, por publicar unas fotos de ella al volante de su coche. Y
otra contra el “acoso” de los paparazzi, a quienes acusa de poner su vida y la
de los suyos en peligro.
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