A muchos franceses, el
notable avance del Frente Nacional (FN) en la primera vuelta de las
elecciones municipales ha puesto los pelos de punta. Sobre todo en aquellos
municipios donde el partido de Marine le Pen ha conseguido, contra todo
pronóstico, ser el más votado. Éste ha sido el caso de Avignon, la histórica
ciudad de los Papas, donde el candidato del partido de ultraderecha, Philippe
Lottiaux, con el 29,6% de los votos, adelantó por una décima –¡tan sólo 27
votos!– a la favorita, la socialista Cécile Helle (29,5%). Nunca se había visto
nada semejante. En Avignon, desde 1995 el FN no había logrado ni tan sólo pasar
a la segunda vuelta.
Lottiaux tiene muy difícil salir elegido el domingo que
viene en la segunda vuelta: los socialistas trataban ayer a toda costa de
trabar un acuerdo con el Frente de Izquierda, que obtuvo el 12,5%, y el
candidato del principal partido de la derecha (UMP), Bernard
Chaussegros –heredero del alcalde saliente– que sacó el 20,9%, no va a
retirarse de la liza. Pero el mero hecho de quedar en primer lugar ha supuesto
un verdadero shock en la capital del Vaucluse.
El desagrado ha llegado a tal punto que el director del
Festival de Avignon, Olivier Py, amenazó ayer con llevarse el certamen a otra
ciudad si el FN acaba obteniendo la alcaldía. El festival es una de las
manifestaciones internacionales de teatro más importantes y tiene una gran
repercusión en la economía y la imagen de la ciudad. “Yo no me veo trabajando
con un alcalde del FN –declaró Py a radio France Info–. No veo cómo el festival
podría vivir, defender sus ideas, que son ideas de apertura, de acogida al
otro, con un alcalde del FN, me parece inimaginable”. El director, que hablaba
muy en serio, aseguró que de todos modos la edición del 2014, ya programada, se
mantendrá según lo previsto. Pero las siguientes, es otra cosa.
El candidato del FN replicó enseguida acusando a Py de
“instrumentalizar el festival de Avignon por razones personales” y asegurando
que el festival es una “institución” de la ciudad que cuenta con su apoyo y el
de su partido. “Avignon seguirá siendo una ciudad de teatro con o sin Py”,
añadió.
Muy probablemente nadie verá a Philippe Lottiaux investido
alcalde de Avignon. Como tampoco a la mayoría de los candidatos del Frente
Nacional que el domingo acabaron en cabeza en 21 municipios. Los socialistas
pretenden evitarlo en lo posible y ayer el primer secretario del PS, Harlem
Désir, anunció la retirada de los candidatos socialistas de Tarascon y
Sain-Gilles para que los votos “republicanos” se concentren en el alcaldable de
la derecha. La UMP, sin embargo, no ha respondido en la misma medida y ha
decidido seguir aplicando la política del “ni-ni”, esto es, descartando todo
pacto con el Frente Nacional y todo acuerdo con los socialistas para formar un
“Frente Republicano”.
El FN, que según los datos oficiales del Ministerio del
Interior obtuvo finalmente el 4,6% de los votos globales, un indicador
engañoso, pues sólo se presentó en 595 de los 36.000 municipios de Francia. En
estos, el porcentaje medio fue del 16,5%. Además, el Frente terminó en cabeza
en 21 poblaciones y logró pasar a la segunda vuelta en 229 ciudades de más de
10.000 habitantes, el doble que en 1995, cuando había conseguido sus mejores
resultados en unas elecciones locales. Por primera vez, dos de sus candidatos
–Steeve Briois, en Hénin-Beaumont, y Jacques Bompart, en Orange– fueron
elegidos en la primera vuelta. Esta oleada se concentra en las zonas obreras
del Norte y en el arco mediterráneo, desde Perpiñán a Marsella. Justo las
regiones donde el paro es más elevado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario