Las mujeres
futbolistas de los países musulmanes podrán llevar, a partir de ahora,
un velo en la cabeza en las competiciones internacionales. Del mismo modo, los
hombres –igualdad de derechos obliga– cuya religión así lo prescriba, los sijs
por ejemplo, podrán llevar turbante. Así lo decidió el pasado jueves el
International Football Association Board (IFAB) –el organismo de la FIFA
encargado de velar por las leyes del juego–, para satisfacción de los países
islámicos... y la cólera de Francia, que ha decidido no aplicar la nueva
medida.
Hace sólo tres años, las jugadoras de la selección nacional
femenina de fútbol de Irán fueron descalificadas en la fase de clasificación
para los Juegos Olímpicos de Londres del 2012 por negarse –tampoco podían hacer
otra cosa– a jugar sin velo. Pero la presión de los países islámicos, con la
Confederación Asiática de Fútbol (AFC) y el príncipe Ali Bin Al-Hussein de
Jordania a la cabeza, ha acabado por vencer la resistencia de la FIFA.
Una vez que las instancias jurídicas y médicas de la Federación
Internacional de Fútbol levantaron toda objeción a la vestimenta del velo, sólo
una decisión política hubiera podido mantener el veto. “Era una petición que
venía de un grupo de países y de jugadores que decían que eso contribuiría al
desarrollo del fútbol y ese fue el principal argumento que empujó a la IFAB a
decir sí”, explicó el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke.
El acuerdo tomado por la IFAB –por unanimidad– prevé
autorizar el velo, pero bajo estrictas condiciones. Así, éste deberá ir ajustado
a la cabeza pero no cosido a la camiseta, su color y aspecto deberá ir de
acuerdo con el resto del uniforme, y no deberá incorporar ningún elemento
–agujas u otros complementos– que puedan representar un peligro para el resto
de los jugadores. Todo esto será debatido y concretado en una reunión convocada
por la IFAB en noviembre próximo en Glasgow. Lo que vale para el velo de las mujeres, vale también para
los turbantes de los hombres. Particularmente los sijs, que en el 2013
protagonizaron un pulso al respecto en Quebec.
Los países musulmanes han recibido con alborozo la decisión
de la FIFA. Pero Francia, donde a diferencia de los países anglosajones el
principio de laicidad se aplica a rajatabla –los signos religiosos, velo
incluido, están prohibidos en las escuelas y no se puede andar por la calle con
velo integral–, ha protestado airadamente. El presidente de la Liga Profesional
de Fútbol, Frédéric Thiriez, lamentó la decisión de la IFAB y la calificó de
“grave error”, mientras que la Federación Francesa de Fútbol (FFF) advirtió que
en Francia mantendrá la prohibición de todo signo religioso en las
competiciones nacionales y en las selecciones francesas que participen en
competiciones internacionales.
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