Nicolas Sarkozy,
acosado por las escuchas a diestro y siniestro, obtuvo ayer un cierto respiro.
La justicia francesa dio la razón al ex presidente francés y a su esposa, Carla
Bruni, y ordenó la retirada de los extractos de las grabaciones piratas
realizadas por su ex consejero en el Elíseo Patrick Buisson. El Tribunal de Gran
Instancia de París consideró asimismo que Buisson, aunque no sea responsable de
la difusión de las grabaciones sí lo es de haberlas realizado de forma
clandestina, por lo que le condena de entrada a pagar 10.000 euros de
indemnización a cada uno de los demandantes, Sarkozy y Bruni.
El ex presidente de la República y su mujer, algunas de cuyas
conversaciones privadas salieron a la luz días atrás, presentó una petición de
urgencia por la vía civil para conseguir retirarlas de la circulación alegando
que representaban una violación de su vida privada. El tribunal les ha dado
totalmente la razón y ha ordenado al diario digital Atlantico que retire de su sitio web los extractos de
las grabaciones en los que aparecen Nicolas Sarkozy y Carla Bruni. Atlantico tiene 24 horas para cumplir la orden, bajo la
amenaza de tener que pagar 5.000 euros de multa por cada día de retraso. El
diario ya había retirado voluntariamente el lunes el fragmento en el que
aparecía Carla Bruni, en un intento de minimizar los daños. Pero no le ha
funcionado. El martes, el mismo tribunal había abierto ya el camino amparando
una petición en este mismo sentido del ex consejero Jean-Michel Goudard, quien
también aparecía en algunas conversaciones con Buisson.
El abogado de Atlantico, Basile Ader,
avanzó que el medio pensaba acatar de inmediato la sentencia, pero anunció la
presentación de un recurso. Uno de los fundadores del diario, Jean-Sébastien
Ferjou, argumentó que los extractos elegidos por Atlantico tenían interés público y aseguró estar
determinado a “luchar en defensa de la libertad de información”.
El abogado de Nicolas Sarkozy, Thierry Herzog, se dijo
“totalmente satisfecho” por el fallo del tribunal. Doblemente satisfecho, a
decir verdad, puesto que la propia conducta de Patrick Buisson –el traidor– ha
sido sancionada, pese a su intento de aparecer como una víctima colateral, en
este caso del robo de las grabaciones. Su abogado, Gilles-William Goldnadel,
totalmente vendido por su cliente por sus constantes cambios de versión,
intentó a la desesperada argumentar, para estupefacción general, que el
dictáfono de Buisson podía haberse disparado solo, accionado por la voz...
“No ha hecho más que añadir la mentira a la mentira, la
amoralidad a la inmoralidad, la perversidad a la deslealtad”, zanjó Thierry
Herzog durante la vista sobre quien se había convertido en el consejero más
influyente y escuchado de Sarkozy, y en el alma del giro a la derecha realizado
por el ex presidente francés en la campaña electoral del 2012. Lo que ha trascendido hasta ahora es sólo una pequeña parte
de lo que Buisson grabó. Al parecer, conservaba cerca de 300 horas de
conversaciones en DVD.
No todas las decisiones de la justicia han sido, esta
semana, favorables a Sarkozy. Así, el Tribunal de Casación decidió el martes
que las agendas oficial y personal del ex presidente seguirán a disposición de
la justicia, al menos momentáneamente. Sarkozy, exculpado en el caso Bettencourt
–en la instrucción del cual le fueron incautadas–, pretendía que éstas no
pudieran ser utilizadas en otros sumarios, particularmente el del caso Tapie,
alegando que estaban también protegidas por el estatuto penal especial del
presidente de la República en el ejercicio de su cargo. El tribunal, sin
embargo, no entró en el fondo de la cuestión y rechazó la petición alegando que
Sarkozy ya no era parte en el caso Bettencourt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario