El nuevo presidente francés es, formalmente hablando, un millonario. Pero un millonario escueto –sus posesiones están valoradas en cerca de 1,2 millones de euros–, cuya fortuna procede fundamentalmente de varias propiedades inmobiliarias, la mayoría compartidas. El detalle de la declaración de patrimonio de François Hollande fue publicada ayer en el Diario Oficial por el Consejo Constitucional. Desde 1988, todos los presidentes de la República francesa están obligados a hacer público su patrimonio al inicio y al final de su mandato.
Gracias a la reforma aprobada por su antecesor, Nicolas Sarkozy, el nuevo presidente está exento del pago del Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna (ISF), puesto que el listón mínimo está situado en la actualidad en 1,3 millones de euros. Hollande pretende anular ahora esta reforma.
No hay ninguna sorpresa en la declaración del nuevo presidente francés, ninguna propiedad escondida, ninguna posesión ignorada. El grueso del patrimonio de Hollande lo constituyen tres propiedades inmobiliarias en la Costa Azul, cuyo valor actual asciende a 1,17 millones. Se trata de una casa de 130 m2, con jardín y piscina, adquirida en 1986 en Mougins, valorada en 800.000 euros, y dos apartamentos en Cannes: uno de 54 m2, del que posee el 70% –por un valor de 230.000 euros–, y otro de 80m2, del que detiene el 30% –140.000 euros más–. Los dos pisos los comparte son su padre, Georges, y su único hermano, Philippe.
La casa de veraneo de Mougins la adquirió en su momento con su ex compañera y madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal, pero a raíz de la división de patrimonio que la pareja realizó tras su separación en 2007, su propiedad pasó enteramente a manos del hoy presidente. Royal se quedó, por su parte, el apartamento familiar de Boulogne-Billancourt, en la periferia de París.
François Hollande no tiene ninguna otra propiedad inmobiliaria –el piso que comparte en la capital francesa con su compañera actual, la periodista Valérie Trierweiler, es de alquiler– y no declara tampoco ningún vehículo de motor, joyas ni acciones, únicamente muebles valorados en unos 15.000 euros. En su activo hay 3.550 euros de un seguro de vida y 8.260 euros depositados en tres cuentas bancarias. En el pasivo, diversos préstamos –bancarios y con su familia– de los que le queda por reembolsar la cantidad de 255.294 euros.
La diputada de la UMP Valérie Rosso-Debord no perdió ayer la oportunidad de atacar a Hollande por su fortuna, calificándole de “rico a quien no le gustan los ricos” y presentándole como “un prototipo de la izquierda caviar”.
De todos los presidentes que han tenido que desvelar su patrimonio por imperativo legal hasta ahora, Hollande es el menos rico de todos. Por encima de él han estado Jacques Chirac –quien declaró en 2007, al abandonar el Elíseo, 1,4 millones de euros–; François Mitterrand –1,9 millones– y Nicolas Sarkozy, quien con 2,7 millones es el más afortunado. La mayor parte de este dinero está invertido en seguros de vida, ya que el presidente actual carece de propiedades inmobiliarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario