La
ciudad de Konna, en la frontera entre el norte y el sur de Mali, vuelve a estar
en manos –esta vez, sí– del ejército maliense, que el jueves consiguió
reconquistarla con el apoyo de las fuerzas militares francesas –aéreas y
terrestres– desplegadas en la zona. Situada 400 kilómetros al
norte de la capital, Bamako, y punto clave de la comunicación entre el norte y
el sur, la ciudad de Konna había sido tomada por los grupos islamistas
procedentes del norte el pasado día 10, lo que precipitó la intervención
militar de Francia, iniciada ayer hizo una semana.
La toma de Konna fue anunciada por el ejército maliense a
través de un breve comunicado en el que aseguraba haber recuperado el “control
total” de la ciudad y haber infligido “severas pérdidas al enemigo”. La
información fue confirmada horas después por un portavoz del Ministerio francés
de Defensa en París. Los combates más duros se desarrollaron, según
el jefe de las fuerzas malienses en la zona, el coronel Didier Dakouo, citado
por laagencia France Presse, en torno a la población de Ndegué, a unos treinta
kilómetros de Konna. Las fuerzas aéreas francesas respaldaron la ofensiva
bombardeando las posiciones de los islamistas.
Al este de Konna, malienses y franceses seguían sin embargo
sin lograr la reconquista de la ciudad de Diabali, que los islamistas de Al
Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) conquistaron el pasado lunes en una
contraofensiva sorpresa. Fuentes malienses dieron por hecha ayer la
recuperación de la ciudad, pero el Ministerio de Defensa francés desmintió a
media tarde este extremo. Los islamistas presentes en la ciudad, según explicó
el portavoz militar francés, el coronel Thierry Burkhard, se han mezclado y
confundido entre la población local, lo que limita enormemente la capacidad de
bombardeos aéreos. “Ellos saben bien que en estas condiciones no dispararemos”,
dijo el coronel Burkhard. Un habitante de la ciudad aseguró que los
islamistas se habían afeitado la barba y cambiado la vestimenta para
camuflarse.
Mientras Francia ha desplegado ya 1.800 soldados en Mali –de
un total previstos de 2.500–, los países africanos se disponen a acelerar el
envío de tropas para integrar el contingente militar internacional decidido por
la ONU en el marco de la Misión Internacional de Apoyo a Mali (Misma), que
finalmente debería contar con 5.500 soldados. Nueve países han comprometido
hasta ahora su contribución –Benin, Burkina Faso, Chad, Ghana, Guinea, Níger,
Nigeria, Senegal, Togo–, que acabará de acordarse en la cumbre extraordinaria
que hoy celebrarán en Abiyán los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad
Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao)
El Comisariado de la ONU para los refugiados alertó ayer que
en los próximos meses podría haber un enorme flujo de desplazados por el
conflicto, que calcula en 700.000 personas, hacia países vecinos y dentro mismo
de Mali. La Iglesia maliense llamó a abrir urgentemente corredores humanitarios
para hacer llegar alimento y ayuda a los habitantes de las zonas de combate y
la organización Médicos Sin Fronteras reclamó asimismo tener acceso a las zonas
hoy cerradas.
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