Los países de
África del Oeste quieren que la comunidad internacional asuma un mayor
compromiso en las operaciones militares contra los islamistas en Mali, que
hasta ahora llevan a cabo en solitario las tropas malienses y francesas, y que
en las próximas semanas serán reforzadas por una fuerza militar africana.
El presidente de Costa de Marfil y presidente de turno de la
Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (Cedeado), Alassane
Ouattara, hizo un llamamiento en este sentido en la apertura de la cumbre de
jefes de Estado y de Gobierno de la Cedeao celebrada ayer en la excapital
ivoriana, Abiyán. “Ha llegado el momento de una movilización más amplia”,
afirmó al respecto Ouattara, quien reclamó una “mayor solidaridad con Francia y
África en la guerra total y multiforme contra el terrorismo”. “Hay que ir más
allá de nuestros efectivos actuales”, añadió.
Hasta ahora, la comunidad internacional, y en especial los
aliados occidentales de Francia –Estados Unidos y la Unión Europea–, se han
mantenido prudentemente a distancia, comprometiendo únicamente apoyo logístico.
El secretario norteamericano de Defensa, Leon Panetta, elogió ayer desde
Londres la intervención francesa y añadió que Estados Unidos echará una mano:
“Trataremos de ayudar en este esfuerzo”, dijo sin más concreción.
La cumbre de Abiyán había sido convocada precisamente para
acelerar el despliegue del contingente militar africano previsto en el marco de
la Misión Internacional de Apoyo a Mali aprobada por el Consejo de Seguridad de
la ONU. Nueve países africanos –Benin, Burkina Faso, Ghana, Guinea, Níger,
Nigeria, Senegal, Togo y Chad, país este último que no pertenece a la Cedeao–
han comprometido el envío de tropas para constituir esta fuerza internacional,
que de los 3.300 soldados inicialmente previstos llegará seguramente a 5.800.
Francia, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Laurent
Fabius, participó en la cumbre de ayer, cuenta con el despliegue africano en
las próximas semanas para pasar a un segundo plano. Las tropas francesas
desplegadas en Mali alcanzaron ayer los 2.000 soldados y podrían acabar
superando los 2.500 previstos, según admitió el ministro de Defensa, Jean-Yves
Le Drian. El presidente francés, François Hollande, reiteró ayer una vez más
que Francia se quedará en Mali “el tiempo que sea necesario”.
Reconquistada el jueves la ciudad de Konna (oeste) con el
apoyo francés –tanto aéreo como terrestre–, el ejército maliense se disponía a
entrar ayer con todas las precauciones en Diabali (este), que los islamistas
aparentemente habían abandonado.
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