lunes, 17 de octubre de 2011

Un falso blandengue

El díscolo y rebelde Arnaud Montebourd, que hoy le apoya, le señaló un día como "el principal defecto de Ségolène Royal" - entonces, todavía su mujer-y tuvo a bien bautizarle con el perverso apodo de Flanby.Por lo blando. Su rival en las primarias socialistas - y enemiga íntima desde hace varias décadas-,Martine Aubry, ha rescatado esta imagen para denigrarle acusándole de encarnar una "izquierda blanda".

François Hollande (Rouen, 12 de agosto de 1954), siempre ha tenido fama de blando. Hombre tranquilo, de natural amable, acusado sentido del humor e inteligente ironía, su larga jefatura al frente del Partido Socialista francés (1997-2008) estuvo caracterizada por su afán de integración y de síntesis. Incluso hasta la caricatura. A años luz del carácter fanfarrón de Nicolas Sarkozy, Hollande pasa por un débil. Los guiñoles de Canal Plus le retratan incluso como un débil mental... Para el veterano periodista Alain Duhamel, en cambio, Hollande simplemente rompe los cánones del político: "Se impone sin pisotear a los otros, sin dar codazos", subraya.

Titulado por la Escuela Nacional de Administración (ENA), seguidor temprano de Jacques Delors - fue presidente de su club Témoin-y consejero de François Mitterrand, sus adversarios subrayan su falta de experiencia de gobierno. Durante casi treinta años compañero sentimental de Ségolène Royal, con quien tiene cuatro hijos en común, se separó en 2007 para formalizar una relación con la periodista Valérie Trierweiler.

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