Marie Dedieu, de 66 años, había sido secuestrada en su domicilio de la isla de Manda –junto al centro turístico de Lamu–, a una cincuentena de kilómetros de la frontera con Somalia, por un comando de una decena de terroristas supuestamente pertenecientes a la guerrilla islamista somalí de los Al Shabaab, vinculada a la organización terrorista Al Qaeda, la misma a la que se atribuye el secuestro, el pasado jueves 13 en el campo de refugiados de Dadaab , de las cooperantes españolas Montserrat Serra y Bl<CF></CF>anca Thiebaut, así como de la británica Judith Tebbuth, capturada en Lamu el 11 de septiembre. Los Shebaab lo han desmentido, por lo que tampoco es descartable que se trate de alguna de las múltiples bandas de piratas que operan en las costas somalíes.
La muerte de la ciudadana francesa ha sido divulgada coincidiendo con la ofensiva militar lanzada por Kenya sobrela zona sur de Somalia, donde opera la guerrilla, para acabar con las incursiones en su territorio, que amenazan directamente al sector turístico, una de sus fuentes principales de ingresos económicos. Se ignora sin embargo si la muerte de la francesa puede haber tenido que ver con estos combates.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró “muy conmovido” por la muerte de Marie Dedieu durante la celebración del Consejo de Ministros, según explicó después el secretario de Estado Pierre Lelouche, mientras el primer ministro, François Fillon, expresaba su indignación en el Parlamento y prometía llevar a los secuestradors ante la justicia para su “castigo ejemplar”.
Marie Dedieu había sido en los años setenta una destacada activista del movimiento feminista francés. En esa época, contribuyó a la fundación del Movimiento de Liberación de las Mujeres (MLF, en sus siglas en francés), participó en la campaña por la despenalización del aborto y colaboró en diversas publicaciones feministas. En 1970 participó como actriz debutante en la película de François Truffaut “Domicilio conyugal”, donde representaba un pequeño papel como prostituta comprometida. Un grave accidente de circulación, que la dejó inválida, puso fin a su activismo y a sus pinitos cinematográficos.
A mediados de los años noventa, Marie Dedieu descubrió la isla kenyana de Lamu, en un viaje de vacaciones, y decidió trasladarse a vivir allí. Posteriormente edificó una casa en la vecina isla de Manda, donde residía en compañía de su compañero kenyano, John Lepapa, de origen masai. El alcalde de la población, Ajar Ali, señaló tras su secuestro que Marie Dedieu estaba plenamente integrada en la sociedad de la isla y la calificó de “mujer extraodinaria”. Dedieu hacía frecuentes viajes a París. Cuando fue capturada acababa de regresar.
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