viernes, 7 de octubre de 2011

La compañera de Hollande, fuera de pantalla

Hasta ahora se había resistido, pero finalmente la periodista Valérie Trierweiler, compañera sentimental del candidato socialista al Elíseo François Hollande, ha decidido suspender el programa político que conducía en el canal de televisión privado Direct 8. La propia interesada lo anunció el pasado martes a través de Twiter con un escueto  comentario, sin esperar al resultado de las primarias del Partido Socialista para elegir a su candidato a presidente de la República en las elecciones de 2012, que se celebran el 9 y 16 de octubre, en las que Hollande es el favorito.
El director de programas de Direct 8, Guy Lagache, confirmó la suspensión del programa de Trierweiler, 2012 Retratos de campaña, y su pase a otro programa todavía por definir pero de carácter no político. La periodista trabaja asimismo desde hace años como cronista del semanario Paris Match. Valérie Trierweiler, de 46 años, y François Hollande, de 57, son pareja oficial desde que el ex primer secretario del PS se separó de su compañera y madre de sus cuatro hijos Ségolene Royal, tras las elecciones presidenciales del 2007, aunque su relación venía de antes.

El caso de Valérie Trierweiler no es el primero. La proximidad entre periodistas y políticos en Francia ha provocado más de un conflicto de intereses de este tipo. En las mismas primarias socialistas, sin ir más lejos, hay otro caso, el de Arnaud Montebourg, cuya novia –la periodista de televisión Audrey Pulvar- se vio obligada también, por deontología profesional, a dejar en suspenso su programa político en el canal i-Télé. Pulvar aceptó al principio con resignación, pero después publicó una crítica tribuna en el diario Libération, en la que denunciaba el sexismo que suponía dar por hecho que las mujeres periodistas no podían sino defender las tesis políticas de sus compañeros.

La primera, e histórica, defección de las pantallas fue la de Anne Sinclair en 1991, en la época la periodista televisiva más famosa de Francia, quien dejó de conducir un popular programa de debate político en TF1 –y a la larga abandonar su profesión- después de que su marido, Dominique Strauss-Kahn, fuera nombrado ministro de Economía.

Después siguieron otros tres casos. El de Béatrice Schönberg, conductora estrella de los telediarios de fin de semana de France 2, que tuvo también que dejar el telediario –en 2006 temporalmente y en 2007 definitivamente- por haber contraido matrimonio con el entonces ministro de Empleo y Cohesión Social, y después de Economía, Jean-Louis Borloo. El de Christine Ockrent, que en 2007 se despidió de su programa de debate político en France 3 tras el nombramiento de su marido, Bernard Kouchner, como ministro de Exteriores. Y el de Marie Drucker, obligada también en 2007 a no presentar más el telediario nocturno de France 3 por ser novia del entonces ministro de Ultramar, François Baroin.

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