Rafael Nadal vuelve a ser el de siempre. El rey de Roland Garros, coronado en cinco de las seis últimas ediciones del campeonato francés, ha regresado. Después de un arranque de torneo mediocre y preñado de dificultades, el tenista español, número uno del tenis mundial, demostró que ha recuperado su nivel, batiendo en tres sets al sueco Robin Söderling - número 5 del ranking-,un rival difícil y correoso que en el 2009 le dejó en la cuneta y que el año pasado se enfrentó con él en la final. Nadal afrontará el viernes en semifinales a Andy Murray - número 4-,que venció al argentino Juan Ignacio Chela por 7-6 (7-2), 7-5 y 6-2.
"He jugado un buen partido, he jugado a mi nivel habitual sobre tierra", valoró Nadal al final del partido, consciente de los problemas que ha tenido que remontar en la última semana y media y de la categoría de su oponente. "Jugar contra Robin siempre es muy difícil", admitió. Nadal no se dejó llevar sin embargo por la satisfacción y subrayó que su sexto Roland Garros - que le equipararía al récord conseguido por el sueco Björn Borg-está lejos de estar garantizado. "Hay que mantener la cabeza fría. Aún no se ha ganado nada, únicamente el pase a las semifinales", afirmó.
El tenista manacorense empleó algo más de dos horas y media en batir al tenista sueco. Nadal arrancó con fuerza en el primer set, poniéndose enseguida 3-0 y manteniendo una clara ventaja hasta el 6-4 final. Si el primer set necesitó algo más de cincuenta minutos, el segundo se saldó en media hora y por un abultado 6-1. El partido hubiera podido acabar mucho antes, según él mismo admitió, si en el tercer set - que se prolongó durante una hora y diez minutos-Nadal no hubiera desaprovechado la ventaja inicial de 2-0 y no hubiera pinchado cuando el marcador estaba 5-4. Al final, tuvo que quebrar la resistencia de su adversario en el tie-break: 7-6 (7-3). Nadal rompió seis veces en el partido el servicio de Söderling, por sólo dos su rival. "No sé a qué nivel estaba, pero yo lo he encontrado bueno", señaló el sueco.
Nadal mostró su satisfacción por haber recuperado su derecha y por haber sabido moverse bien y ocupar bien la pista. Y explicó que, a su juicio, la clave del encuentro ha sido haber conseguido que el juego adoptara un ritmo lento, en el que cada punto había que trabajarlo largamente, lo que resulta perjudicial para un jugador de las características del sueco. Nadal demostró asimismo la tenacidad y combatividad que han contribuido a cimentar su leyenda. En la pista del estadio Philippe Chatrier, barrida por un viento persistente, Nadal consiguió con algún golpe brillante enardecer a los espectadores, entre los que había numerosos españoles. Ayer, además de "¡Vamos, Rafa!" pudo escucharse también algún infrecuente "Allez,Rafa!"
Por cuarta vez desde 1968, los cuatro primeros cabeza de serie de Roland Garros han alcanzado las semifinales del campeonato: Rafa Nadal, Andy Murray, el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer. Los únicos precedentes se produjeron en 1984, 1985 y 2006. Es asimismo la duodécima ocasión en que algo así ocurre en un torneo del Grand Slam en la era Open. Nadal y Murray se enfrentarán mañana, coincidiendo con el 25 º aniversario del español. El mallorquín, que parte como favorito, ha vencido en diez ocasiones a Murray, aquejado de un esguince.
En la jornada de ayer, entre las mujeres, la rusa Maria Sharapova y la china Na Li lograron el pase a las semifinales - donde se encontrarán cara a cara-al imponerse con claridad a sus rivales respectivas, la alemana Andrea Petkovic (6-0, 6-3) y la bielorrusa Victoria Azarenka (7-5, 6-2). La otra semifinal enfrentará a la italiana Francesca Schiavone y la francesa Marion Bartoli.
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