La cosecha de 2011 se prevé histórica para Airbus, que no podía haber cerrado el primer semestre del año de mejor manera. El fabricante europeo cerró ayer el salón aeronáutico de París, en Le Bourget, la gran cita bienal del mundo de la aviación, con una cartera de pedidos fenomenal de 730 aviones, muy por encima de su principal e histórico competidor, el constructor norteamericano Boeing, que cerró pedidos por 142 aviones. El éxito espectacular del renovado avión de medio recorrido A-320 Neo y la creciente demanda de las compañías aéreas asiáticas explican un resultado sin lugar a dudas espléndido.
Airbus tuvo ayer, última jornada de la parte profesional del salón, un fin de fiesta extraordinario. La compañía low cost malaya Air Asia –que opera en Malasia, Thailandia, Indonesia, Filipinas y Vietnam– firmó un contrato para la adquisición de 200 aviones A-320 Neo, en lo que constituye la mayor operación de la historia de la aviación comercial en número de aparatos y la tercera por su montante. El valor de la transacción no ha sido revelado, pero el precio de catálogo de los aviones es de 18.200 millones de dólares (unos 12.800 millones de euros)
La negociación se cerró ya de madrugada y en ella participaron personalmente el presidente de Air Asia, Tony Fernandes, y la plana mayor de Airbus, con su presidente, Thomas Enders, y su director comercial, John Leahy. Hasta el presidente de EADS –la casa matriz de Airbus–, Louis Gallois, se sumó en la recta final. Una decena de azafatas vestidas vistosamente de rojo acompañaron la firma del acuerdo, en un acto plagado de bromas y guiños.
El pedido de Air Asia supera al firmado la víspera por otra compañía asiática, IndiGo, que formalizó un pedido anterior de 180 aparatos, básicamente del mismo tipo, y que Airbus prefirió no contabilizar junto a los demás.
Aún sin contar estos 180 aviones, el cómputo de pedidos del salón de Le Bourget para Airbus es espectacuar: 730 aviones –de los cuales, 418 en firme– para 16 compañías aéreas por valor de 72.000 millones de dólares (50.700 millones de euros), según precios de catálogo. La inmensa mayoría de los pedidos –701 de los 730– corresponden al A-320 Neo, que en palabras de Thomas Enders se ha convertido en el auténtico best-seller del salón y confirma a Airbus en su estrategia. La principal baza de este aparato es una reducción del 15% del consumo de carburante. El primero será entregado para su entrada en servicio en 2015.
Tan sólo seis meses después de su lanzamiento este avión acumula ya 1.029 pedidos, más del doble de los que el fabricante europeo confiaba en haber vendido al cierre de Le Bourget. “Si después de esto nuestros amigos de Seattle [sede de Boeing] siguen diciendo que el A-230 Neo se limita a recuperar el retraso del B-737...”, ironizó Enders, quien se declaró “asombrado” del enorme éxito del avión de Airbus.
Los especialistas consideran que Boeing se verá forzado ahora a replantear su estrategia en este segmento del mercado. En cualquiera de los casos, las dos terceras partes de los aviones vendidos por la firma estadounidense en Le Bourget –un total de 142, de los cuales 58 en firme, por valor de 22.500 millones de dólares (15.800 millones de euros)– son precisamente aparatos de medio alcance B-737-800.
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