Rafael Nadal va disparado a por la sexta. Olvidado el desconcierto y la ansiedad que le atenazó al principio del torneo, recobrada la confianza y su nivel de juego, el tenista español se colocó ayer a un paso de coronarse por sexta vez en París - e igualar así el récord del sueco Björn Borg-,al batir de forma implacable, en sólo tres sets, al escocés Andy Murray en la primera de las dos semifinales masculinas. Mañana, en la pista del estadio Philippe Chatrier, Nadal tendrá enfrente a un viejo conocido, Roger Federer, contra quien ya ha disputado tres finales en Roland Garros. Un doble regalo de cumpleaños para el balear, que le da opción, si gana el torneo, de conservar el número 1 del ranking mundial. El suizo, en el filo de la noche, destrozó los pronósticos que daban vencedor a Novak Djokovic, a quien rompió su racha. El serbio, que no pudo ponerse número 1 ayer, llevaba 41 victorias seguidas en el 2011. Su última derrota databa de noviembre del 2010, en el Masters, también a manos de Federer.
La recuperación mostrada por Nadal el miércoles, en el partido de cuartos con Robin Söderling, se vio confirmada ayer. En forma, física y mental, Nadal no dejó ninguna oportunidad a Andy Murray, quien en ningún momento se acercó a ganar un set. El resultado final (6-4, 7-5 y 6-4), al que se llegó tras más de tres horas y cuarto de juego, demuestra que hubo batalla. Pero a diferencia de lo que sucedió con Söderling - al que Nadal venció en el tercer set en el tie-break-,frente a Murray el balear siempre llegó con ventaja al final de cada manga y nunca cedió la iniciativa.
El viento tuvo un acusado protagonismo. "Desde el exterior no se puede imaginar lo difícil que es jugar en condiciones como las de hoy,", subrayó Nadal al término del encuentro. Antes de iniciar el tercer set hubo que regar la pista para evitar los remolinos de polvo. Murray jugó ligeramente lesionado en un tobillo, pero salvo un traspiés en el primer set, no pareció acusarlo.
El escocés, número 4 del ranking mundial, arrancó el partido de forma agresiva, subiendo a la red y poniendo en dificultades a Nadal con dos dejadas a las primeras de cambio, algo que trató de repetir a lo largo de todo el encuentro. El mallorquín, que salvó 15 de 18 pelotas de break de su adversario, acabó no obstante imponiendo su juego: un ritmo lento, con largos intercambios desde el fondo de la pista. "Es el juego que me conviene", subrayó.
Nadal se comportó como una apisonadora en el primer set hasta colocarse 5 a 1, pero a partir de ahí - "cometí dos errores idiotas", confesó-dejó que su rival se le acercara peligrosamente hasta ponerse a 5-4. El segundo set, en el que Nadal fue en dos ocasiones ligeramente por detrás, y el tercero fueron más igualados, pero el mallorquín acabó imponiendo su maestría en los puntos decisivos.
Rafa Nadal se mostró "feliz" de haber llegado por sexta vez a la final de Roland Garros y satisfecho de haber superado sus problemas. Y aunque, con su prudencia habitual, recordó que aún no hay nada ganado, se mostró tranquilo ante la cita de mañana: "En la final ya no hay miedo a perder, ahora juego para ganar", afirmó.
El tenista balear tuvo palabras extremadamente amables para su rival: "Siempre he apreciado a Andy, como hombre y como jugador. Estoy triste por él, porque merece ganar un Grand Slam". Murray admitió por su parte que Nadal ganó porque "jugó mejor" - "es uno de los mejores jugadores de la historia y, por supuesto, el mejor jugador en tierra batida de la historia", remarcó-,pero dijo haber salido con la sensación de haber "acortado distancias".
El partido entre Federer y Djokovic (7-6, 6-3, 3-6, 7-6), resuelto ya con escasa luz natural en el tie-break, fue absolutamente electrizante. El estadio, entregado a Federer, parecía venirse a abajo con cada punto logrado por el suizo. En la final, Nadal no jugará - esta vez tampoco-en casa.
"Happy birthday" en el estadio Philippe Chatrier
Una parte del públicodel estadio Philippe Chatrier - justo el situado en la esquina donde se encontraba su tío y entrenador, Toni Nadal-empezó a entonar al términodel encuentro Happy birthday to you para felicitar al campeón español por su 25 cumpleaños, que celebraba ayer. El árbitro animó a seguir al resto de los espectadores, que se sumaron con un caluroso aplauso. Los organizadores del torneo le prepararon un gran pastel de aniversario y el canal de televisión públicoFrance 2, que le entrevistó al final del partido, le obsequió con un estuche que contenía, en cinco CD, las cinco finales que ha ganado en Roland Garros: 2010, 2008, 2007, 2006 y 2005.
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