Francia siguió los pasos de Estados Unidos a la hora de involucrarse en Afganistán y va a hacer lo mismo a la hora de marcharse. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se entrevistó teléfonicamente con Barack Obama antes de que el presidente estadounidense anunciara sus planes de retirada, confirmó a su vez de forma oficial que Francia retirará asimismo “progresivamente” las tropas de refuerzo enviadas al país asiático. “De forma proporcional y en un calendario comparable al de la retirada de los refuerzos norteamericanos”, según especificó un comunicado difundido horas después por el Elíseo.
Francia mantiene comprometidos en Afganistán alrededor de 4.000 soldados –incluidos 150 gendarmes–, de los que cerca de un centenar fueron enviados como refuerzo en 2010. El ejército francés ha sufrido hasta el momento 62 bajas mortales. La continuidad de la presencia francesa den Afganistán no ha generado hasta ahora un gran debate en el país. Sin embargo, las voces contrarias a la intervención militar se han ido haciendo más audibles en los últimos meses.
Los socialistas, tradicionalmente discretos en este asunto –no en vano la intervención militart se decidió siendo el socialista Lionel Jospin primer ministro–, empezaron a pedir recientemente una retirada anticipada de Afganistán, aunque siempre de acuerdo con los aliados y, en particular, con los estadounidenses. Era, pues, probable que este asunto acabara convirtiéndose en uno de los temas de confrontación electoral en la perspectiva de las presideciales de mayo del 2012. El repentino cambio de estrategia estadounidnse –que los franceses atribuyen a intereses políticos internos del presidente norteamericano– da, en este sentido, un respiro a Nicolas Sarkozy.
La posibilidad de una retirada anticipada ya había sido puesta sobre la mesa a principios del pasado mes de mayo por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, quien subrayó que la muerte del líder de Al Qaeda, Ossama Bin Laden, cambiaba el escenario. “Nosotros reflexionamos sobre ello, y los norteamericanos también”, dijo. Días atrás, fue el ministro de Defensa Gerard Longuet, quien situó en el segundo semestre de este año una posible “retirada parcial”. Dicho y hecho, el anuncio de Obama ha dado luz verde a una opción que ya no puede ser vista como unilateral. Alrededor de 1.300 soldados franceses –según diversas estimaciones– podrían regresar de aquí a un año.
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