Fiel a su fama de intratable en la
protección de la intimidad y la vida privada, la justicia francesa se puso ayer
del lado de Guillermo y Catalina de Inglaterra y condenó con extrema dureza a
la editora de la revista Closer por la publicación de
unas fotos robadas de la duquesa de Cambridge en top-less durante sus
vacaciones en Provenza.
El tribunal de Nanterre, a petición de la pareja, prohibió a
la editora de la revista Closer, la italiana Mondadori
–controlada por el ex primer ministro Silvio Berlusconi–, toda cesión o venta,
así como toda nueva reproducción o redifusión, en cualquier soporte y por
cualquier medio, de las citadas fotos, bajo amenaza de 10.000 euros de multa
por cada incumplimiento. Mondadori deberá asimismo entregar en 24 horas a
Guillermo y Catalina “la integralidad de los soportes digitales” que contienen
las controvertidas imágenes, nuevamente con la advertencia de que cada día de
retraso será sancionado con otros 10.000 euros de multa. La editora deberá
cargar también con 2.000 euros de costas.
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“Esos clichés, que divulgan la intimidad de una pareja,
parcialmente desnuda en la terraza de una residencia privada rodeada de un gran
parque, a varios centenares de metros de una carretera abierta al público, y
pudiendo legítimamente suponer estar al abrigo de miradas indiscretas, son de
naturaleza particularmente intrusiva”, concluyó el tribunal, quien calificó de
“brutal” la forma de exponer las imágenes en la portada y el interior. Las
fotos fueron tomadas el pasado 5 de septiembre mientras Guillermo y Catalina
tomaban el sol en una finca privada de la región del Luberon, en la Provenza.
Los duques de Cambridge, en un escueto comunicado,
“saludaron” el fallo judicial, que anticipa un duro castigo a Closer cuando se aborde el fondo del asunto. Guillermo y Catalina presentaron
paralelamente ante el mismo tribunal de Nanterre una demanda penal “contra X”
por atentado contra la vida privada. En este caso, no será únicamente la
revista la inculpada, sino también –en caso de ser identificados– el o los
fotógrafos que tomaron las imágenes. El asunto podría desembocar en una condena
y el pago de hasta 45.000 euros de multa, al margen de la suma que, en concepto
de daños y perjuicios, pueda reclamar la pareja.
Esta primera victoria judicial conforta a los duques de
Cambridge en su objetivo de parar los pies a la prensa rosa, a la que Guillermo
culpa de la muerte de su madre, la princesa Diana, en un terrible accidente de
circulación en París el 31 de agosto de 1997 mientras era perseguida por un
grupo de paparazzi. Su abogado en Francia, Aurélien Hamelle, aludió
explícitamente a este acotecimiento durante la vista, en la que evocó la
“funesta caza” a la que fue sometida Lady Di.
Aunque simbólicamente importante, el fallo judicial de ayer
presenta lagunas desde el punto de vista práctico. Como subrayaban algunos
juristas, la prohibición de ceder o volver a difundir las fotos afecta
únicamente a Mondadori, pero no a los fotógrafos o agencias de prensa que puedan
tener derechos sobre las imágenes. “Una revista people compra la exclusividad durante un tiempo, pero no posee los derechos de tiraje
de las fotos, que pertenecen al fotógrafo o a la agencia del fotógrafo”, alegó
sin éxito ante el tribunal la abogada de Closer,
Delphine Pando. Mientras tanto, la identidad del fotógrafo que tomó las
imágenes sigue sin conocerse. Ayer el diario La Provence difundió un comunicado en el que negaba que el autor de las fotos fuera uno de
sus fotógrafos.
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