sábado, 1 de septiembre de 2012

De profesión, conferenciante


Si Dominique Strauss-Kahn, expulsado con deshonor de la vida política activa por sus derivas sexuales, se permite dar conferencias por el mundo, ¿por qué no debería hacerlo también Nicolas Sarkozy que, a fin de cuentas, sólo ha perdido unas elecciones? Es cierto que, más allá de sus comportamientos privados, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) es una autoridad unánimemente reconocida en materia económica. Pero también lo es, en cierto modo, el ex presidente de la República francesa, que cuando estalló la crisis financiera y económica estuvo al timón de la reacción mundial.

“Sus afirmaciones interesan. Y pueden marcar la reflexión política sobre Francia y sobre nuestro tiempo”, argumentaba ayer su ex mano derecha –y ex ministro del Interior– Claude Guéant, quien confirmó en una entrevista radiofónica en Europe 1 el interés de Sarkozy por convertirse, como otros ex mandatarios cual Tony Blair o Bill Clinton, en un conferenciante internacional de gama alta. “Lo que yo sé es que ha aceptado el principio de dar un cierto número de conferencias como todos los antiguos jefes de Estado y de Gobierno”, afirmó Guéant.

Esta nueva actividad promete reportarle unos apetitosos emolumentos. El semanario satírico Le Canard Enchaîné, entre las líneas de una información sobre el reagrupamiento de los amigos de Sarkozy, deslizaba esta semana que el banco Morgan Stanley le ha ofrecido 250.000 euros por una conferencia de 45 minutos (esto es, 92,6 euros por segundo, como los más maliciosos han empezado ya a contabilizar)

El entorno de Sarkozy desmintió este extremo a la agencia France Presse, asgurando que por el momento no ha pronunciado aún ninguna conferencia. Acaso mal informado, Claude Guéant dio por hecho que ya había dado una... En cualquiera de los casos, sobre la mesa de su nuevo despacho oficial de la calle Miromesnil reposan varias decenas de peticiones en este sentido, a las que empezará a dar salida a partir de este otoño. En su decisión habrían pesado, sobre todo, lan cuestiones económicas. En su artículo, en el que utiliza como fuente al publicista Jean-Michel Goudard –cercano al ex presidente–, el Canard Enchaîné sostiene que Sarkozy estaría “obsesionado” con ganar dinero...

El ex presidente francés, sin embargo, no pasa ninguna necesidad en este terreno. En su condición de ex jefe del Estado y al margen de los servicios en especies que recibe acorde con su estatus –despacho oficial, secretaria, chófer, guardaespaldas...–, Sarkozy recibe un sueldo acumulado de 20.000 euros mensuales, entre su pensión como ex presidente de la República y su retribución como miembro del Consejo Constitucional (una suerte de cementerio de elefantes del que todos los ex presidentes son miembros natos). Tras haber amagado con no asumir este puesto, que le ponía al mismo nivel que Jacques Chirac y Valéry Giscard d’Estaing, Sarkozy se lo pensó mejor y participa en las sesiones de este organismo.

Animal político sin igual, nadie –ni sus amigos ni sus adversarios– se imagina a Nicolas Sarkozy definitivamente retirado de la política. Pero quienes le quieren bien le han aconsejado un tiempo largo de descompresión –dos años, al menos– para dejar descansar a la opinión pública, hacerse querer... Y mejor regresar.

Mientras, su mujer, Carla Bruni, liberada de su condición de primera dama, ultima la salida de su cuarto disco, que había dejado en suspenso debido al embarazo de su hija Giulia y la campaña de las elecciones presidenciales.


Fillon, el preferido

A diferencia de Jean-François Copé, su principal rival en la batalla por suceder a Nicolas Sarkozy en la presidencia de la Union por un Movimiento Popular (UMP), François Fillon no tiene ningún control sobre los resortes del partido. Pero a tenor de los sondeos cuenta con el favor de la mayoría del electorado conservador. Según una encuesta del instituto de opinión Ifop, realizado para el sitio web Atlantico, el 62% de los simpatizantes del gran partido de la derecha francesa apuestan por el ex primer ministro como líder de la UMP en los próximos años. Fillon experimenta un ascenso de 14 puntos respecto al 48% de apoyos que el mismo instituto le prestaba en un sondeo anterior, realizado a principios de agosto y publicado en Le Journal du Dimanche. El secretario general de la UMP, Jean-François Copé, se queda muy lejos de su oponente, al retroceder del 24% al 21%. Nathalie Kosciusko-Morizet pasa de 7% a 4% y Bruno Le Maire se mantiene en el 2%.




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