Los islamistas
han convocado para el próximo sábado manifestaciones en las principales
ciudades de Francia para protestar por la difusión de la película
norteamericana Innocence of Muslims y la publicación de
nuevas caricaturas de Mahoma por el semanario satírico Charlie
Hebdo, que consideran ofensivas para el islam. Los promotores de las
protestas, que han adaptado para la ocasión un lema legendario del movimiento
antirracista –Touche pas à mon prophète (No toques a mi
profeta), en lugar de Touche pas à mon pote (No toques a
mi amigo)–, parecen determinados a desafiar al Gobierno, que ha advertido que
no tolerará ninguna manifestación o concentración.
“Estamos en una República que no tiene en absoluto la
intención de dejarse intimidar por quien quiera que sea en razón de sus
valores”, advirtió el miércoles el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, quien
señaló que no se permitiría ninguna alteración del orden público. “Se trata de
grupos minoritarios \[los promotores de las protestas\] que quieren explotar la
situación, la República no dejará hacer”, añadió. El Gobierno denegó ayer la
autorización para una concentración en la plaza de Trocadéro de París
–presentada por un grupo de asociaciones islámicas– y para una manifestación
frente a la Gran Mezquita de París, en este caso solicitada por un particular.
A través de internet y las redes sociales, los islamistas han convocado otras
manifestaciones en Lille, Lyon, Toulose y Marsella. Todas ellas para mañana
sábado.
Dos centenares de islamistas se manifestaron por sorpresa
hace una semana frente a la embajada de Estados Unidos en la capital francesa,
un lugar habitualmente muy vigilado, sin que las fuerzas de seguridad pudieran
impedirlo a tiempo. Unas 150 personas fueron detenidas. Según fuentes
policiales, los servicios de la lucha antiterrorista han identificado entre
ellas a una decena de individuos vinculados a grupos islamistas radicales.
Las autoridades religiosas musulmanas francesas, a la vez
que condenaban con firmeza la publicación de las caricaturas, han hecho
llamamientos a la calma, que deberían repetirse hoy en la mayoría de las
mezquitas de Francia. El rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur,
hizo un llamamiento a mantener “el dominio de sí mismo, la calma y la confianza
en Duios todopoderoso”, así como a mostrar “sobriedad en nuestras reacciones de
indignación legítima”. El presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM),
Mohamed Moussaoui, exhortó por su parte a los fieles a “no ceder a la
provocación” y a “expresar su indignación con serenidad y por medios legales”.
El Gobierno francés ha movilizado a la policía para prevenir
incidentes –unos 1.600 antidisturbios serán desplegados en París, según Le
Figaro– y ha extremado asimismo las medidas de seguridad en los centros
oficiales y diplomáticos franceses en 20 países de religión musulmana, que
estarán hoy cerrados en su totalidad coincidiendo con la plegaria de los
viernes (algunas legaciones y escuelas, como las de Túnez, cerraron ya el
miércoles)
Ayer hubo diversas manifestaciones antifrancesas en Kabul
(Afganistán) y Teherán (Irán), aunque no hubo incidentes de relevancia. En
Egipto, el partido del presidente del país, Mohamed Morsi, los Hermanos
Musulmanes, reclamaron al Gobierno francés que tome “medidas rápidas y firmes”
contra Charlie Hebdo, empleando la “misma severidad” que
la justicia francesa ha mostrado con la revista Closer por publicar fotos de Catalina de Inglaterra en top-less.
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