sábado, 6 de abril de 2013

La izquierda radical se revuelve contra Hollande


Llevaba semanas, meses incluso, esperando el momento oportuno para romper la ficción de la alianza de las izquierdas, en la que nunca se sintió a gusto, y lanzarse frontalmente contra el Gobierno francés y contra el presidente de la República, François Hollande, a quienes reprocha haberse plegado a las exigencias de los poderes financieros. El líder del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, caracterizado por un discurso radical-populista, lo ha encontrado con el escándalo de la cuenta suiza del exministro del Presupuesto, el socialista Jérôme Cahuzac, que ha colocado al Ejecutivo al pie de los caballos.

Para Mélenchon, que días atrás llamó “cabrón” al ministro de Economía, Pierre Moscovici, por el trato dado a Chipre por la Unión Europea –para incomodidad de su aliado, el Partido Comunista (PCF)– y que hace cuatro meses acusó a Hollande de estar “tan ciego como Luis XVI” –el rey que acabó en la guillotina–, el fraude fiscal cometido por el ministro Cahuzac es la gota que colma el vaso de la paciencia.

Enmendando la plana al presidente francés, el líder del Partido de Izquierda afirmó que el caso Cahuzac no es la falta de una persona, sino la expresión de la “podedumbre intrínseca del sistema”. En consecuencia, ayer convocó una manifestación popular para el 5 de mayo con el fin de reclamar un cambio de régimen y el advenimiento de una VI República. “Hace falta dar un escobazo para purificar esta atmósfera política absolutamente insoportable”, dijo Mélenchon, que sigue decidido a disputar a la extrema derecha el electorado popular castigado por la crisis económica y asqueado de la política. Los franceses no parecen confiar mucho en sus posibilidades, pues el 70% cree –según un sondeo de BVA– que la crisis política actual beneficiará al Frente Nacional.

Mientras tanto, la posibilidad de que Jérôme Cahuzac pueda regresar como diputado a la Asamblea Nacional –a lo que legalmente tiene derecho y que se producirá automáticamente si no presenta una carta de dimisión antes del día 19– tenía ayer muy alterados a los parlamentarios, especialmente a los socialistas. El presidente de la cámara baja, Claude Bartolone (PS), habló ayer por teléfono con el exministro para tratar de disuadirle. La víspera, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault le pidió que renunciara a la pensión que le corresponde como ex miembro del Gobierno. El PS ya le ha expulsado y ayer decidió hacerlo a su vez la gran logia masónica del Gran Oriente, a la que Cahuzac pertenecía.



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