El rostro grave,
la palabra solemne, el presidente francés, François Hollande, se dirigió ayer a
los ciudadanos en una alocución televisiva grabada para deplorar el escándalo
de la cuenta bancaria en Suiza del exministro del Presupuesto, Jérôme Cahuzac
–un “ultraje a la República”, lo calificó–, y prometer una batería de medidas
contra la corrupción.
Políticamente desestabilizado por la inesperada confesión
pública del exministro, el jefe del Estado y el Gobierno en pleno se han
apresurado a presentarse públicamente como víctimas de un engaño, de una
traición imperdonable. Pero la oposición plantea serias dudas sobre el papel
del ministro de Economía, Pierre Moscovici –de quien algunos diputados pedían
ayer la dimisión–, y hasta del propio Elíseo, a quienes acusan veladamente de
haberse inhibido en este asunto o, peor aún, de haber tratado de taparlo.
“Jérôme Cahuzac no se ha beneficiado de ninguna otra
protección que la de la presunción de inocencia y abandonó el Gobierno, a mi
demanda, desde que se abrió la información judicial”, declaró François
Hollande, en alusión al cese del minisro el pasado 19 de marzo. El primer
ministro, Jean-Marc Ayrault, insistió en el Parlamento en que, simplemente,
creyeron “en su palabra”.
Pero a juicio de la UMP y de diversos medios –entre ellos Mediapart, que destapó el caso– subsisten serias dudas
al respecto. Moscovici, el ministro de tutela de Cahuzac, es el principal
señalado, por no haber actuado con el celo y la celeridad que requerían la
gravedad de las acusaciones contra el ministro del Presupuesto. Tener una
cuenta bancaria no declarada en el extranjero no sólo es un delito grave en sí
mismo, sino que es absolutamente intolerable cuando quien lo tiene es nada
menos que el ministro de Hacienda, encargado de luchar contra el fraude fiscal.
El titular de Economía se defendió ayer asegurando que nunca tuvo la intención
de exculpar a su subordinado y que su departamento siempre ha cooperado con la
justicia...
Lo cierto, en todo caso, es que desde que el caso fue
difundido por el diario digital de investigación Mediapart el pasado mes de diciembre, el Gobierno no
tomó ninguna decisión hasta que la fiscalía decidió, en marzo, abrir una
información judicial y pedir la designación de un juez de instrucción. El
abogado y ex alcalde del RPR Michel Gonelle, que disponía de la grabación que
constituía la principal prueba inicial contra Cahuzac, aseguró ayer que puso
todos los hechos en conocimiento de los servicios del Elíseo el 15 de
diciembre. Y el semanario Le Point asegura, en una
información que aparece hoy, que el Elíseo disponía ya ese mismo mes de una
nota informativa interna sobre este asunto...
Hollande, retomando una divisa utilizada en su tiempo por
Nicolas Sarkozy –la “República irreprochable”–, prometió ayer nuevas
iniciativas legislativas en tres ámbitos: el reforzamiento de la independencia
de la justicia y la capacidad de investigación de los jueces; la lucha contra
el conflicto entre los intereses públicos y privados, con un mayor control
sobre el patrimonio de los miembros del Gobierno y el Parlamento –el presidente
prometió una “lucha sin piedad” en este terreno–, y un endurecimiento de las
penas para todos los cargos electos por corrupción o fraude fiscal, a quienes
se prohibirá todo mandato público en el futuro.
Jérôme Cahuzac, que ha reconocido disponer de 600.000 euros
en una cuenta abierta hace veinte años en Suiza –algo confirmado ayer por la
fiscalía helvética–, ha sido inculpado por blanqueamiento de fraude fiscal, que
podría acarrearle una pena de cinco años de cárcel. A la espera de un
previsible juicio, el Partido Socialista le dio ayer de baja y el presidente de
la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, le pidió su renuncia como
diputado.
El equívoco papel de Marine Le Pen
La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, cargó ayer
con gran dureza contra el Gobierno francés por el escándalo Cahuzac y llegó a
pedir la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones. Su
papel de martillo de corruptos, sin embargo, se vio velado por la revelación,
por el diario Le Monde, de que la cuenta bancaria
abierta por Cahuzac en 1992 en el banco suizo UBS lo fue a través del ex
abogado Philippe Péninque, quien resulta ser uno de los consejeros oficiosos de
Marine Le Pen. Péninque dice haber informado de la cuenta a la líder del FN.
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