jueves, 4 de abril de 2013

Desestabilizado, Hollande promete mano dura contra la corrupción


El rostro grave, la palabra solemne, el presidente francés, François Hollande, se dirigió ayer a los ciudadanos en una alocución televisiva grabada para deplorar el escándalo de la cuenta bancaria en Suiza del exministro del Presupuesto, Jérôme Cahuzac –un “ultraje a la República”, lo calificó–, y prometer una batería de medidas contra la corrupción.

Políticamente desestabilizado por la inesperada confesión pública del exministro, el jefe del Estado y el Gobierno en pleno se han apresurado a presentarse públicamente como víctimas de un engaño, de una traición imperdonable. Pero la oposición plantea serias dudas sobre el papel del ministro de Economía, Pierre Moscovici –de quien algunos diputados pedían ayer la dimisión–, y hasta del propio Elíseo, a quienes acusan veladamente de haberse inhibido en este asunto o, peor aún, de haber tratado de taparlo.

“Jérôme Cahuzac no se ha beneficiado de ninguna otra protección que la de la presunción de inocencia y abandonó el Gobierno, a mi demanda, desde que se abrió la información judicial”, declaró François Hollande, en alusión al cese del minisro el pasado 19 de marzo. El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, insistió en el Parlamento en que, simplemente, creyeron “en su palabra”.

Pero a juicio de la UMP y de diversos medios –entre ellos Mediapart, que destapó el caso– subsisten serias dudas al respecto. Moscovici, el ministro de tutela de Cahuzac, es el principal señalado, por no haber actuado con el celo y la celeridad que requerían la gravedad de las acusaciones contra el ministro del Presupuesto. Tener una cuenta bancaria no declarada en el extranjero no sólo es un delito grave en sí mismo, sino que es absolutamente intolerable cuando quien lo tiene es nada menos que el ministro de Hacienda, encargado de luchar contra el fraude fiscal. El titular de Economía se defendió ayer asegurando que nunca tuvo la intención de exculpar a su subordinado y que su departamento siempre ha cooperado con la justicia...

Lo cierto, en todo caso, es que desde que el caso fue difundido por el diario digital de investigación Mediapart el pasado mes de diciembre, el Gobierno no tomó ninguna decisión hasta que la fiscalía decidió, en marzo, abrir una información judicial y pedir la designación de un juez de instrucción. El abogado y ex alcalde del RPR Michel Gonelle, que disponía de la grabación que constituía la principal prueba inicial contra Cahuzac, aseguró ayer que puso todos los hechos en conocimiento de los servicios del Elíseo el 15 de diciembre. Y el semanario Le Point asegura, en una información que aparece hoy, que el Elíseo disponía ya ese mismo mes de una nota informativa interna sobre este asunto...

Hollande, retomando una divisa utilizada en su tiempo por Nicolas Sarkozy –la “República irreprochable”–, prometió ayer nuevas iniciativas legislativas en tres ámbitos: el reforzamiento de la independencia de la justicia y la capacidad de investigación de los jueces; la lucha contra el conflicto entre los intereses públicos y privados, con un mayor control sobre el patrimonio de los miembros del Gobierno y el Parlamento –el presidente prometió una “lucha sin piedad” en este terreno–, y un endurecimiento de las penas para todos los cargos electos por corrupción o fraude fiscal, a quienes se prohibirá todo mandato público en el futuro.
Jérôme Cahuzac, que ha reconocido disponer de 600.000 euros en una cuenta abierta hace veinte años en Suiza –algo confirmado ayer por la fiscalía helvética–, ha sido inculpado por blanqueamiento de fraude fiscal, que podría acarrearle una pena de cinco años de cárcel. A la espera de un previsible juicio, el Partido Socialista le dio ayer de baja y el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, le pidió su renuncia como diputado.


El equívoco papel de Marine Le Pen

La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, cargó ayer con gran dureza contra el Gobierno francés por el escándalo Cahuzac y llegó a pedir la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones. Su papel de martillo de corruptos, sin embargo, se vio velado por la revelación, por el diario Le Monde, de que la cuenta bancaria abierta por Cahuzac en 1992 en el banco suizo UBS lo fue a través del ex abogado Philippe Péninque, quien resulta ser uno de los consejeros oficiosos de Marine Le Pen. Péninque dice haber informado de la cuenta a la líder del FN.






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