lunes, 22 de abril de 2013

Frigide Barjot prepara el salto


La ley que autorizará el matrimonio homosexual en Francia será aprobada definitivamente mañana por la Asamblea Nacional y las decenas de miles de personas que salieron ayer a la calle en París para protestar contra esta reforma lo saben. Como lo saben también los dirigentes del movimiento, que en unos pocos meses han logrado movilizar a una parte importante de la sociedad francesa como no lo había logrado hacer la derecha, hundida por sus luchas intestinas. Pero la batalla no ha hecho sino empezar.

Los líderes del movimiento antibodas gais, con la mediática y controvertida Frigide Barjot a la cabeza, se preparan ya para lanzarse a la política y su primer objetivo serán las elecciones municipales del 2014. Un nuevo fenómeno de ecos populistas y tinte conservador amenaza con surgir en Francia, siguiendo la estela de Beppe Grillo en Italia.

Frigide Barjot, que hasta ahora había planteado una intervención activa en la campaña de las municipales pero desde fuera, ha decidido cruzar el Rubicón: el movimiento presentará candidaturas propias en un número todavía indeterminado de municipios, allí donde los políticos de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) –el gran partido de la derecha– se han alineado con la reforma socialista o se han mostrado excesivamente tibios.

“Bajo una forma y una apelación que todavía están por defnir, presentaremos candidatos en las ciudades donde los cargos electos no han jugado el juego”, anunció ayer Barjot aprovechando la celebración en París de una nueva manifestación –en este caso, de ámbito regional– contra el matrimonio homosexual, que reunió sin incidentes a entre 45.000 y 270.000 personas, según los cálculos contradictorios de la Prefectura y de los organizadores. En otro punto de la ciudad, 3.500 personas se manifestaron a favor de la reforma.

La ambición de los antibodas gais va, sin embargo, mucho más allá del objeto inicial de su protesta. Su apuesta es convertirse en el eje mismo de la contestación social a la política del presidente francés, François Hollande. La gran cita es el próximo 26 de mayo, fecha en la que el movimiento prepara una gran manifestación nacional en París, en la que quieren movilizar de nuevo a cientos de miles de personas. Después de haber reivindicado cerca de un millón el 13 enero, y 1,4 millones el 24 de marzo, el objetivo es ahora llegar a los dos millones... Pero no se tratará ya única y exclusivamente de combatir el matrimonio homosexual –que ya estará aprobado– sino al Gobierno en sí mismo. La manifestación sumará “bastantes otras quejas contra la política del gobierno de François Hollande”, subrayó Barjot, quien vaticinó que la cita de 26 de mayo “será la primera de una nueva era”. La derecha francesa sueña con su propio Mayo del 68.



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