"Lo utilizaré tanto como
pueda como medio de transporte, pero...”. Sin gran convicción, pero son
su habitual gracejo, François Hollande recibió el pasado 2 de febrero en
Tombuctú (Mali) un regalo inusual: un joven y ruidoso camello que eludió
bruscamente el tímido intento del jefe de Estado francés de acariciarle la
cabeza. Acompañado por el presidente maliense, Dioncounda Traoré, Hollande
había acudido a la ciudad de los 333 santos como liberador, después de que las
tropas francesas echaran de la ciudad a los grupos islamistas armados que
habían sembrado el terror durante casi un año. Aclamado por la multitud, el
presidente francés recibió diversos presentes, particularmente el camello. Dos
meses después, el animal ha acabado en la cazuela...
La primera intención de Hollande fue conducir el joven
dromedario a París, donde hubiera sido alojado en el zoo de Vincennes o en el
Jardin des Plantes. Como la mayor parte de los ilustres animales
presidenciales que recibieron algunos de sus antecesores, como
Georges Pompidou (dos tigres de Bengala), Valéry Giscard d’Estaing (bisontes
europeos) o François Mitterrand (un elefante indio), por citar los más
espectaculares. Entre los obsequios vivos, a los que son especialmente inclinados
los africanos, ha habido tortugas, dromedarios, osos, leones, antílopes,
cebras, serpientes, monos, loros...
El joven dromedario de Hollande debería haber seguido sus
pasos y aterrizar en París, previo paso por el zoo de la capital maliense, Bamako,
donde debería haber pasado una cuarentena y ser vacunado. Pero, por alguna
razón, el Elíseo cambió de opinión. Así que el camello, que empezaba a estar
rodeado de cierta polémica –corrió el rumor de que había sido robado a su
propietario original, un tuareg– fue cedido por el presidente francés, de
acuerdo con las autoridades malienses, a una familia de Tombuctú.
Pero, ¡oh, sorpresa!, la familia agraciada, en lugar de
criarlo, decidió cocinarlo y comérselo. Según la revista Valeurs
Actuelles, informado del triste fin del camélido el pasado 7 de
marzo, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, se lo comunicó a Hollande en
un aparte del Consejo de Ministros. Consternadas, las autoridades malienses
indicaron ayer su intención de enviar a París un nuevo camello. Vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario