martes, 15 de octubre de 2013

Mausoleo de testosterona

Ya lo dice la inscripción: “A los grandes hombres, la patria agradecida”. De hombres, hay una buena representación en el Panteón de París, el mausoleo de la República francesa, un total de 70. Mientras que de mujeres sólo hay propiamente una: la investigadora Marie Curie, cuyos restos fueron trasladados en 1995, sesenta y un años después de morir, por decisión de François Mitterrand poco antes de abandonar el Elíseo. Hay aún otra mujer inhumada en este templo laico, Sophie Berthelot, pero sólo en tanto que esposa del químico Marcellin Berthelot.

Levantado entre 1758 y 1790 por orden del rey Luis XV, el templo debía haber sido una iglesia dedicada a Santa Genoveva, patrona de la ciudad, pero la Revolución pasó por allí y lo convirtió en un mausoleo laico para enterrar a los líderes revolucionarios. Desde entonces, ha tenido esencialmente siempre la misma función, aunque el perfil de las figuras allí inhumadas fue cambiando al ritmo de los regímenes políticos que se sucedieron. El Panteón tal cual es conocido hoy, a saber, como lugar de reconocimiento de la República a sus grandes personalidades, data de 1885, cuando se enterró a Victor Hugo.

Un informe presentado el pasado jueves por el presidente del organismo Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, elaborado a petición del presidente de la República, François Hollande, constata las numerosas lagunas históricas y los desequilibrios que presenta la selección de personajes honrados en el Panteón. Y las ausencias. Hay mucho ensimismamiento en el Panteón, reflejo fiel de la endogamia de la élite parisina. Pero si hay una carencia clamorosa, ésta es sin duda la de las mujeres. De tal forma que el propio informe considera que, para hacer justicia a la olvidada mitad de la población, “sería preferible que las personalidades distinguidas por el presidente de la República en el periodo que viene sean todas mujeres”. Todas.

Todas... pero ¿cuáles? Philippe Bélaval apunta un nombre, el de Olympe de Gouges, seudónimo de la escritora Marie Gouze, activista política y pionera militante feminista, que en 1791 redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”. Dos años después acabaría ejecutada en la guillotina, como otros tantos, víctima del Terror. El informe sugiere que, más allá de su figura, el Estado encargue un monumento escultórico, para ubicar dentro del Panteón, con el texto de su declaración como homenaje a todas las mujeres que han combatido a lo largo de la historia por el reconocimiento de la igualdad de derechos.


La iniciativa encontrará sin duda un eco favorable en la opinión pública, como ha puesto de manifiesto la consulta realizada entre la ciudadanía a través de internet. Entre los 2.000 nombres sugeridos por las 30.000 personas que han participado en la consulta están las de Olympe de Gouges, Simone de Beauvoir , sor Emmanuelle y Simone Véil...

Pero ¿serán todo mujeres las próximas en entrar en el Panteón? No está claro. Candidatos masculinos no hay pocos y son de peso. El primero, Denis Diderot, el padre de la Enciclopedia, de cuyo nacimiento se acaban de cumplir trescientos años... 




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