El Banco Central
Europeo (BCE) utilizará “todos los instrumentos” a su alcance para sostener la
tímida recuperación económica en la zona euro, cuyo crecimiento del PIB
experimentó un leve repunte del 0,3% en el segundo trimestre de este año
después de seis trimestres consecutivos de contracción. Así lo reafirmó ayer el
presidente del BCE, Mario Draghi, quien subrayó que estarán “particularmente
atentos” a las condiciones del mercado y la evolución de los tipos de interés,
incluyendo de nuevo el recurso a operaciones de refinanciación a largo plazo de
los bancos (conocidas por las siglas LTRO) para inyectar liquidez. “No
excluimos ninguna opción”, dijo.
El Consejo de Gobernadores de BCE, reunido ayer
excepcionalmente en París –dos veces al año se celebra fuera de la sede central
de Frankfurt–, acordó mantener el tipo de interés director en el 0,5%, un
mínimo histórico. Draghi explicó que hay un debate en el seno del BCE sobre la
conveniencia de rebajar aún más el tipo principal y no descartó que ello pueda
suceder próximamente. “Los tipos de interés directores del BCE seguirán en sus
niveles actuales o a niveles más bajos durante un periodo prolongado”,
vaticinó, tanto más cuanto que la inflación –del 1,1%– se mantiene dentro de
los niveles moderados previstos. Y aseguró que la orientación de la política
monetaria del BCE “seguirá siendo acomodaticia tanto tiempo como sea necesario”
para sostener una recuperación económica que juzgó “débil, irregular y frágil”.
La mejora seguirá en los próximos meses, pero será “lenta”.
El presidente del BCE expresó nuevamente su preocupación por
el hecho de que el flujo de crédito hacia la economía real sigue siendo “débil,
muy débil incluso”, lo que atribuyó a una combinación de factores, uno de ellos,
subrayó, es la “fragmentación” del mercado del crédito en la zona euro. Esta
situación, apuntó, ha experimentado una cierta mejora y debería poder superarse
cuando culmine el proceso de la unión bancaria. En este sentido, consideró que
el calendario previsto puede cumplirse y añadió que “se ha progresado mucho”.
Repasando las medidas tomadas a partir del verano del 2012, Draghi consideró
que “hoy el euro y la zona euro son mucho más resistentes”. “Los periodos de
inestabilidad –señaló tras una pregunta sobre la situación en Italia– pueden
rebajar la esperanza de recuperación económica, pero no socavar los fundamentos
de la zona euro como años atrás”.
Una etapa fundamental, recordó, será cubierta cuando
finalice el proceso de evaluación de activos y los tests de resistencia de los
bancos europeos, cuyas modalidades se detallarán a mediados de este mes de
octubre. El proceso, advirtió, debe ser “riguroso y transparente”.
Preguntado por la situación de los bancos españoles, el
presidente del BCE se mostró satisfecho por el trabajo realizado hasta ahora
–“El calendario está siendo respetado, las medidas tomadas son adecuadas, los
planes re recapitalización están en curso, los activos se han vendido...”,
dijo– y valoró que “todo indica que cuando llegue el momento, España estará en
orden de marcha”. Pero recalcó que “en este momento es difícil conocer cuáles
pueden ser las necesidades de uno u otro banco en
particular”.
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