domingo, 6 de octubre de 2013

Atrapados en Calais

Hartos de dormir al raso durante semanas, siempre escondiéndose para eludir el acoso de la policía francesa, un grupo de unos 60 refugiados sirios –veinte de los cuales se habían declarado e huelga de hambre– ocuparon el miércoles una pasarela peatonal de la terminal de ferries del puerto de Calais para exigir su entrada en el Reino Unido, donde aspiran a encontrar asilo político. Las autoridades británicas y francesas llegaron ayer tarde a un acuerdo para estudiar individualmente cada caso y, mientras tanto, alojar dignamente a los afectados.

Los refugiados sirios alcanzaron Calais hace un mes y sus intentos de cruzar el Canal de la Mancha –cosa que intentan desde esta zona centenares de inmigrantes ilegales cada año– acabaron en fracaso. Cansados de malvivir en la tierra de nadie que rodea el puerto, decidieron ocupar una pasarela para dar a conocer sus reivindicaciones. La policía intentó desalojarlos por la fuerza ayer por la mañana, pero la amenaza de dos de ellos de lanzarse al vacío desde la azotea de un edificio próximo, abortó la operación. Por la tarde, las autoridades francesas les ofrecieron una regularización temporal de su situación, mientras buscaban un acuerdo con las británicas para hallar una solución definitiva.

El prefecto de Pas-de-Calais, Denis Robin, acudió a la zona para tratar de convencer a los ocupantes de deponer su actitud a cambio de facilitarles la tramitación de una petición de asilo temporal en Francia. Robin consideró que había un 95% de posibilidades de que la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (Ofpra) les reconociera el estatuto de refugiados, habida cuenta la guerra civil en Siria. Pero los sirios no querían saber nada de quedarse en Francia y reclamaban poder pasar a Gran Bretaña.

Al final, por mediación de las autoridades francesas y de la organización humanitaria Socorro Católico (Cáritas), representantes de la policía de fronteras británica se desplazaron a Calais y les explicaron que la entrada en grupo en el Reino Unido no era posible y que estudiarían cada caso de forma individual. Según fuentes francesas, sólo quienes tuvieran familiares en el país podrían finalmente ser acogidos. Mientras dure el proceso, Francia les dará alojamiento. Los refugiados acogieron con decepción la oferta británica, que esperaban más generosa, pero la mayor parte dejó la protesta.



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