El 29 de enero
de 2013, Rachid Toumi, de 33 años, era tiroteado con un fusil en
Corbeil-Essones –una ciudad de 40.000 habitantes de la banlieue sur de París– mientras se encontraba en el interior de su vehículo. Herido en
un hombro, escapó por poco a la muerte. Tres semanas después, el 19 de febrero,
Fatah H., de 32 años, boxeador aficionado, recibía a su vez tres balas del
calibre 38 en pleno centro de la misma ciudad. Herido de gravedad, perdió la
movilidad de un brazo.
La policía francesa investiga la posible vinculación de
ambos intentos de asesinato con un sistema de compra de votos presuntamente
montado en beneficio del prohombre político local, el senador de la UMP Serge
Dassault, presidente del grupo aeronáutico Dassault y propietario de Le Figaro. El Senado examinará el 3 de julio si retira
la inmunidad parlamentaria a Dassault –que, con una fortuna estimada en 9.900
millones de euros, es el quinto hombre más rico de Francia–, a quien la
justicia desea interrogar en el marco de la información judicial abierta el
pasado mes de marzo por la fiscalía de París sobre los presuntos delitos de
compra de votos, corrupción, blanqueamiento y desvío de fondos públicos en las
elecciones del 2008, 2009 y 2010 en Corbeil.
Formalmente, los dos intentos de homicidio y la compra de
votos son objeto de dos investigaciones paralelas, por ahora separadas. Pero la
policía tiene serias sospechas de que ambos casos están íntimamente
relacionados. Las dos víctimas, según propia confesión, habían participado en
el supuesto sistema de compra de votos en uno de los barrios difíciles de la
población, Les Tarterets. Y el presunto pistolero, Younès B. –identificado por
diversos testigos y actualmente huido–, ocupaba un puesto central en el
dispositivo electoral de Dassault –que fue alcalde de la ciudad entre 1995 y el
2009– y su sucesor en la alcaldía y hombre de confianza, Jean-Pierre Bechter.
“Corbeil se ha convertido en un sistema mafioso, el dinero
de Dassault lo ha podrido todo”, declaró la primera víctima, Rachid Toumi al
diario Le Parisien en una entrevista el 2 de marzo,
donde atribuía los ajustes de cuentas a diferencias relacionadas con el dinero
para la compra de votos. “Yo siempre he visto gente cobrar dinero por esto”,
explicó Toumi, quien aseguró haber recibido la promesa de un préstamo de
100.000 euros a cambio de sus servicios en las elecciones municipales del 2010.
Tanto Serge Dassault como Jean-Pierre Bechter lo niegan categóricamente.
La policía detuvo el miércoles al alcalde de Corbeil para
ser interrogados sobre este asunto y fue dejado en libertad sin cargos en la
medianoche de ayer. Los investigadores registraron el Ayuntamiento, la
residencia de Dassault en la población y la sede del holding Dassault en París.
La existencia de un sistema de compra de votos fue constatada oficialmente por
el Consejo de Estado en el 2009, cuando decidió anular las elecciones
municipales del año anterior en Corbeil-Essonnes, desposeer a Serge Dassault de
su cargo de alcalde e imponerle una sanción de un año de inelegibilidad. Los
nuevos comicios, a los que se presentó en su lugar Jean-Pierre Bechter, fueron
asimismo anulados después por otras irregularidades. La elección definitiva del
actual alcalde se produjo, a la tercera, a finales del 2010.
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