Durante una
década, en el Ministerio del Interior primero y en el Elíseo después, Claude
Guéant, de 68 años, fue la mano derecha del ex presidente francés Nicolas
Sarkozy antes de devenir él mismo ministro del Interior al final de la pasada
legislatura. Hombre en la sombra –aunque progresivamente visible–, más poderoso
que el primer ministro, todos los asuntos delicados del Estado pasaban por sus
manos. Ahora, algunas de las prácticas de aquellos años han empezado a pasarle
factura y la justicia va cerrando el cerco en torno suyo. Rodeado por varios
escándalos, detrás de Guéant podría ser el propio Sarkozy el finalmente
alcanzado.
La última revelación ha venido de su sucesor en la plaza
Beavau, Manuel Valls, quien ha hecho público un informe realizado a petición
suya por las inspecciones generales de la Administración y de la Policía
Nacional según el cual Claude Guéant percibió, entre el 2002 y el 2004
–mientras fue el director de gabinete de Sarkozy en el Ministerio del
Interior–, una prima de 10.000 euros mensuales a cuenta de los fondos
reservados de la policía. Ya fuera para él todo el dinero o para repartir con
dos o tres de sus colaboradores –como ayer apuntaba de Le
Figaro-, el pago de estas primas era ilegal, pues habían sido
prohibidas en la etapa de Lionel Jospin, y darían pie a abrir un expediente por
fraude fiscal.
Algunos dirigentes de la derecha, ente ellos el exprimer
ministro de la época, Jean-Pierre Raffarin, expresaron su sorpresa por la
subsistencia de esta práctica. Y dos sindicatos policiales, FO-central y
SNCI-Snop, pidieron a Guéant que devuelva el dinero.
La pista sobre la existencia de estas primas ilegales la
había dado el propio Guéant para intentar justificar –con unas explicaciones
hasrto confusas– los movimientos de dinero en sus cuentas bancarias, puestos al
descubierto durante un registro judicial de su domicilio llevado a cabo el
pasado mes de febrero. La policía, por orden de la fiscalía, buscaba indicios
sobre la presunta financiación irregular de la campaña de Nicolas Sarkozy en el
2007 con dinero procedente del entonces líder libio Muamar el Gadafi.
Los investigadores descubrieron un ingreso de 500.000 euros
procedente de Malasia en una cuenta bancaria de Guéant y otro ingreso
sospechoso de 25.000 euros procedente de Jordania, así como diversas facturas
por valor de más de 20.000 euros pagadas en efectivo. El exministro del
Interior atribuyó el primer ingreso a la venta de dos cuadros de su propiedad
de un pintor flamenco del siglo XVII –Andries Van Eertvelt, que los expertos
consideran mucho más barato– a un abogado malayo, y justificó su elevado poder
adquisitivo por el cobro de las citadas primas...
Al margen de los problemas que pueda tener con el fisco por
la no declaración de las primas –Valls ha enviado el informe a la justicia–,
Guéant está pues en el centro de la investigación judicial sobre la supuesta
conexión libia de Sarkozy, abierta después de que un conocido intermediario en
operaciones de compra-venta de armas, Ziad Takieddine –con estrechas relaciones
en el principal partido de la derecha–, asegurara que el régimen de Gadafi
financió la campaña electoral del 2007. Guéant, que en su época de secretario
general del Elíseo tuvo un papel primordial en la liberación de las enfermeras
búlgaras retenidas en Libia, tenía mucha relación con el entonces director de
gabinete de Gadafi y presidente de un fondo de inversión libio, Bachir Saleh.
Guéant también figura en la investigación sobre el caso
Bernard Tapie, por su eventual papel en la decisión de resolver el litigio con
el empresario por la venta de Adidas en los años noventa a través de un
tribunal arbitral, en lo que pudo constituir un presunto trato de favor.
Stéphane Richard, presidente de Orange y ex director de gabinete de la entonces
ministra de Economía, Christine Lagarde, llevaba ayer más de veinticuatro horas
siendo interrogado por este asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario