jueves, 13 de junio de 2013

Caso Tapie, estafa en "banda organizada"

Después de cuarenta y ocho horas detenido para ser interrogado por su papel en el caso Tapie –detención que acabó en el hospital debido a la fatiga–, el presidente de la empresa francesa de telecomunicaciones Orange (ex France Télécom), Stéphane Richard, fue imputado por los jueces por un presunto delito de “estafa en banda organizada”. La justicia francesa sospecha que la decisión política de resolver a través de un arbitraje privado –y no por la vía judicial ordinaria– el histórico litigio entre el Estado y Bernard Tapie por la venta de la empresa Adidas en los años noventa escondía un trato de favor hacia el empresario, que se embolsó una indemnización de 403 millones de euros. Stéphane Richard era, en el momento en que se tomó esta decisión –en 2007– director de gabinete de la ministra de Economía, Christine Lagarde, actual directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), que guarda por ahora en este caso la condición de “testigo asistido”.

Stéphane Richard es la segunda persona imputada, después de uno de los tres miembros del tribunal arbitral, Pierre Estoup, sospechoso de haber actuado de forma parcial en este asunto –debido a sus conexiones con el abogado de Bernard Tapie– e inculpado por el mismo delito.

Los cargos contra Estoup y contra Richard, en particular la calificación de “en banda organizada”, hace presagiar nuevos procesamientos en la órbita del Gobierno de la época. Al final del camino está el ex presidente Nicolas Sarkozy, cuya aquiescencia –por lo menos– fue necesaria para decidir la vía del arbitraje y aceptar después el fallo del tribunal arbitral, aún cuando los servicios técnicos del Ministerio de Economía aconsejaban presentar un recurso. Sarkozy y Tapie se reunieron hasta en 18 ocasiones entre los años 2007 y 2010, según han revelado las agendas del ex presidente.

Stéphane Richard conoce bien el caso porque ya era director del gabinete del ministro de Economía cuando el puesto lo ocupaba Jean-Louis Borloo –amigo y abogado durante años de Bernard Tapie–, bajo cuyo mandato al parecer empezó a hablarse del arbitraje, y lo siguió siendo cuando éste fue sustituido por Lagarde. El actual presidente de Orange había afirmado repetidas veces que nunca había recibido ninguna orden, ni siquiera presiones, del Elíseo en este asunto. Sin embargo, en unas declaraciones a Le Canard Enchaîné afirmó haber recibido una “instrucción” del entonces secretario general del Elíseo, Claude Guéant, en una reunión en el año 2007.

El futuro de Richard al frente de Orange está en el alero, por más que su intención es continuar y hoy mismo regresará a su despacho. El gabinete del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, señaló al respecto que próximamente habrá una reunión del consejo de administración del grupo –del que el Estado, con un 27%, es el principal accionista– para abordar la cuestión.


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