Las Juventudes
Nacionalistas Revolucionarias (JNR), el grupo de extrema derecha algunos de
cuyos miembros están implicados en la muerte de un joven estudiante
antifascista en París, tiene los días contados como organización. El primer
ministro francés, Jean-Marc Ayrault, pidió ayer al ministro del Interior,
Manuel Valls, que inicie el procedimiento para la disolución de esta
organización y estudie la posibilidad de hacer lo mismo con otros grupúsculos
de inspiración neofascista y neonazi que predican el odio racial, el
antisemitismo, la xenofobia y la homofobia. El Gobierno pretende aplicar un
artículo del Código de Seguridad Interior que procede de una ley de la III
República, del 10 de enero de 1936, aprobada contra las ligas de extrema
derecha que pretendían dar un golpe de fuerza para derribar el régimen
democrático.
La disolución de las JNR difícilmente podrá derivar, sin
embargo, de la muerte del estudiante Clément Méric, de 19 años. Militante de la
organización Acción Antifascista, el joven falleció el jueves a resultas de las
heridas recibidas durante una pelea que enfrentó el miércoles en las
proximidades de la Gare de Saint-Lazare a un grupo de ultras y otro de
militantes izquierdistas, que se encontraron –según ha confirmado la
investigación– de manera fortuita. La fiscalía confirmó además que el altercado
fue provocado por Méric y sus compañeros. El líder y fundador de las JNR, Serge
Ayoub, negó asimismo que su organización esté implicada como tal en el suceso.
Según una información del canal de radio France Info, los
servicios de información habrían reunido, sin embargo, elementos que indicarían
que las JNR habían iniciado el proceso de constitución de un “grupo de
combate”. Fundadas en 1987, las Juventudes han acabado convirtiéndose en una
suerte de servicio de orden del movimiento de extrema derecha Tercera Vía, cuyo
discurso y cuyos símbolos –incluido un guerrero romano– han sido tomados
prestados del fascismo italiano. Los miembros de las JNR, entre una veintena y
una treintena según la policía, van integralmente de negro y vestidos con una
indumentaria de tipo paramilitar.
El sociólogo Gaël Brustier, especialista en este tipo de
movimientos, explicó ayer en una entrevista televisiva que las JNR “constituyen
la franja más radical de la extrema derecha” francesa. “Son muy pocos, pero muy
activos”, añadió Brustier.
Mientras tanto, a la vista de las pruebas reunidas hasta el
momento, la fiscalía de París ordenó ayer la apertura de una información
judicial por “homicidio voluntario”. Así lo confirmó el fiscal jefe, François
Molins, para quien no hay apenas ninguna duda de que en la agresión contra
Clément Méric hubo “intención de matar”. El joven murió, según ha confirmado la
autopsia, a causa de los fuertes golpes recibidos en la cara, está por
determinar todavía si con la ayuda de un “puño americano. El fiscal señaló que
se habían encontrado dos artilugios de este tipo –considerados por la ley como
un arma blanca– en el domicilio del principal sospechoso, Esteban M., de 20
años, un skinhead de origen español –nacido en Cádiz–
pero de nacionalidad francesa. El fiscal ha ordenado su encarcelamiento
preventivo por “homicidio voluntario”. Otros tres lo han sido por el cargo de
violencia en grupo.
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