Un nuevo Sarkozy llegará al mundo el próximo otoño. El embarazo de la primera dama de Francia, Carla Bruni, que llevaba semanas nutriendo los chascarrillos políticos y mediáticos de París, ha sido confirmado finalmente por dos de los felices futuros abuelos del retoño: Pal Sarkozy, el padre del presidente francés, que anunció la buena nueva al diario alemán Bild, y Marisa Bruni Tedeschi, madre de la cantante y ex modelo, quien según el rotativo italiano La Stampa lo explicó recientemente en una reunión familiar. El Elíseo, como viene siendo norma habitual, se negó a hacer comentarios, alegando que se trata de un asunto privado. Y la propia Carla Bruni , que presentó ayer en conferencia de prensa su fundación contra el analfabetismo, declinó asimismo confirmar su estado, pese al ya visible abultamiento de su vientre.
El padre de Nicolas Sarkozy, sin duda el más locuaz de la familia, explicó que los futuros progenitores no han querido saber con antelación el sexo del bebé, aunque el abuelo hace sus votos por que sea chica: “Estoy seguro de que será una niña y que será tan bella como Carla”, declaró Pal Sarkozy, que de esta forma descartó implícitamente que la esposa del presidente espere gemelos. Pese a la discreción que contra viento y marea mantiene el Elíseo, Bernadette Chirac –esposa del anterior jefe del Estado– se sumó a quienes han decidido hablar abiertamente del embarazo y ante los periodistas declaró que se trata de “una muy, muy buena noticia, la felicidad absoluta”.
Carla Bruni, de 43 años y madre de un niño de 10 –Aurélien, fruto de una unión anterior con el filósofo Raphaël Enthoven–, había expresado hace tiempo públicamente su deseo de tener otro hijo, dando a entender en aquel momento que no se presentaba como algo fácil. Algunos medios han apuntado que Bruni podría haber sido tratada por un especialista en fertilidad.
Para Nicolas Sarkozy, de 56 años, ésta será su cuarta paternidad: el presidente francés tiene tres hijos, los dos primeros –Pierre, de 25 años, productor de rap, y Jean, de 24, metido ya en la política–, nacidos de su primer matrimonio con Marie-Dominique Culioli y el tercero –Louis, de 14 años–, fruto de su segundo matrimonio con Cécilia Ciganer-Albeniz. Todo son, pues, chicos...
Nicolas Sarkozy fue el primer presidente de la República francesa en divorciarse –en octubre del 2007– ocupando la jefatura del Estado, algo que no se había visto en Francia desde que Napoleón repudió a Josefina. Y el primero en contraer nuevas nupcias –el 2 de febrero de 2008– siendo presidente. Ahora va a ser también el primero en traer un niño –o niña– al mundo en el Elíseo.
Capricho de la biología, el nuevo Sarkozy verá la luz a sólo seis meses de las elecciones al Elíseo, a las que el presidente francés –en una de las cotas más bajas de su popularidad– piensa presentarse de nuevo. ¿Cuál será el efecto electoral del nuevo vástago?
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