La tragedia del vuelo AF447 de Air France entre Río de Janeiro y París, que el 1 de junio de 2009 se estrelló en el Atlántico causando la muerte de sus 228 ocupantes, se desarrolló en sólo cuatro minutos. Entre las 2:10:05h, momento en que el fallo de las sondas de velocidad desactivó diversos sistemas del avión, y las 2:14:28h, hora del impacto sobre el océano, los pilotos intentaron desesperada e infructuosamente recobrar el control del aparato. Así se desprende de la nota informativa hecha pública ayer por el Bureau d’Enquêtes et Analyses (BEA), el organismo encargado de la investigación, que aún no se pronuncia sobre la causa del accidente.
La información contenida en las dos cajas negras del avión, recuperadas a 3.900 metros de profundidad, ha confirmado que el fallo –presumiblemente a causa del hielo– de las sondas Pitot, encargadas de medir la velocidad del avión, un Airbus A330-203, fue el desencadenante de la tragedia, que pudo precipitarse por un error de pilotaje. La aparición de datos divergentes sobre la velocidad del aparato hizo que se desconectaran el piloto automático y otros sistemas del avión, obligando a los pilotos a gobernar la aeronave a ciegas, de noche, en medio de fuertes turbulencias, y con numerosas alarmas sonando, entre ellas la de caída stall warning.
Las cajas negras han revelado que el comandante del vuelo no se encontraba en la cabina cuando sobrevinieron los problemas, sino descansando. El avión estaba en manos de los dos copilotos, lo que según el BEA es conforme a los procedimientos de la compañía. El comandante regresó un minuto y medio después y dio instrucciones a sus copilotos, pero no tomó los mandos del aparato.
Los parámetros técnicos grabados en las cajas negras indican que, en un primer momento, el avión inició una trayectoria ascendente y que el piloto que estaba a los mandos se empeñó en levantar el morro del avión, lo que pudo resultar contraproducente. El aparato se “descolgó” y empezó a caer medio minuto después. La caída duró tres minutos y medio, sin que los motores dejaran de funcionar en ningún momento.
¿Pudieron los pilotos evitar el accidente? ¿estaban preparados para afrontar la situación? ¿o cometieron un error de pilotaje? Es prematuro aventurarlo. “Para comprender cómo se encadenó todo empieza ahora el trabajo”, afirmó el director del BEA, Jean-Paul Troadec. A finales de julio habrá un informe de etapa.
De momento, Airbus y Air France están procesados por homicidio involuntario. Un informe del pasado mes de marzo –anterior, por tanto, al hallazgo de las cajas negras– elaborado por cinco expertos judiciales concluyó que los pilotos “no estaban preparadas para afrontar” un problema de este tipo, por falta de información y de entrenamiento.
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