Una enfermedad grave precisa de un tratamiento agresivo. Así piensa la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que en su último informe sobre las perspectivas económicas mundiales recomienda a España medidas drásticas para combatir el cáncer del paro y estimular la creación de empleo. Dos son las medidas que propugna esta institución multilateral nacida hace 50 años como heredera del Plan Marshall: “aligerar más” el coste del despido de los trabajadores con contrato indefinido –de modo que el sistema se aproxime poco a poco a un régimen contractual único– y flexibilizar la obligación de las empresas de aplicar los convenios colectivos de sector.
La OCDE dibuja un sombrío panorama para España en este terreno. Con una previsión de crecimiento económico débil, del 0,9% este año y del 1,6% el año que viene –peor que el 1,8% previsto en el informe de noviembre–, la reducción del nivel de paro se presenta enormemente lenta. El informe vaticina que el desempleo se mantendrá todavía muy alto a finales del 2012 –en el 19%, cuando hace seis meses se pensaba en un más optimista 16,5%– y las perspectivas a largo plazo no son mucho mejores. En una proyección a quince años vista, España aparece aún con un paro elevado –del 14,5%– en el año 2015, para situarse en el 2026 en el 8,9%, más de dos puntos por encima del de la zona euro (7,3%)
Si el PIB ha crecido un 0,3% en el primer trimestre, señala, el informe, es debido a la demanda externa (exportaciones a países emergentes y turismo), mientras que la demanda interna ha sido lastrada por el aumento de precios consecuencia de la subida del petróleo. La actividad del sector de la construcción seguirá siendo “mediocre” algún tiempo, dado el stock de viviendas por vender.
Los recortes del gasto decididos por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero deberían permitir, a juicio de los economista de la OCDE, rebajar el déficit público al 6,3% este año y al 4,4% el año que viene. El principal riesgo de deterioro de estas perspectivas económicas reside, según el informe, en la persistencia de unas primas de riesgo de la deuda soberana elevadas –en el caso de que se proceda a una reestructuración de deuda en la zona euro–, lo que empeoraría las condiciones de financiación del sector privado.
A nivel mundial, la OCDE observa una consolidación de la recuperación económica, pero muy dispar. Con una gran pujanza de China (+9% y +9,2% en 2011 y 2012) e India (+8,5% y +8,6%) que contrasta con la más modesta evolución de Estados Unidos (+2,7% y +3,3%) y aún más de la zona euro (+2,1% y +2,2%)
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