¿Quién se
quedará con Alstom? ¿O con qué parte? A cada día que pasa, lejos de despejarse,
la operación de venta de una parte de los activos del grupo francés se complica
un poco más. A la pugna teórica entre el grupo norteamericano General Electric
y el alemán Siemens –teórica, porque éste todavía no ha formalizado oferta
alguna– se ha unido ahora el japonés Mitsubishi y su socio Hitachi, que podrían
concurrir de la mano de Siemens o por su propia cuenta. El ministro francés de
Economía, Arnaud Montebourg, quien ya en su día alentó a Siemens a presentar
una oferta alternativa a la de General Electric, parece ahora inclinarse por la
carta japonesa, que permitiría –o así parece– mantener la integridad de
Alstom... La incógnita debería despejarse en las próximas horas, pues mañana
termina el plazo que Siemens se dio a sí mismo para presentar una oferta en
firme.
De momento, la única propuesta oficial es la de General
Electric. El grupo Alstom, enfrentado a problemas financieros a causa del
retroceso del mercado europeo de la energía y a su escasa talla, se propuso
hace meses desprenderse de su división de energía –que representa un 70% de su
cifra de negocios– y centrarse exclusivamente en el sector del transporte. Con
este fin, inició contactos con General Electric, que a finales de abril
presentó una oferta en firme de adquisición por valor de 12.350 millones de
euros. El consejo del grupo francés aceptó inicialmente la oferta, que debería
desembocar en el inicio de negociaciones exclusivas a partir del 23 de junio.
Sólo que al Gobierno francés –que a toda prisa se ha dotado
legalmente de un derecho de veto que le otorga la última palabra en la
operación– esta solución no le gustaba demasiado. O no le gustaba más
propiamente –y sigue sin gustarle– al ministro Montebourg, que se sintió
engañado por la dirección de Alstom y buscó una solución alternativa con
Siemens. Su planteamiento inicial era buscar la creación de dos gigantes
europeos a través de un intercambio de activos: la energía para Siemens y el
transporte para Alstom. El único problema es que esta solución. al tratarse de
dos grupos que compiten en todos los frentes, podría acarrear pérdidas de empleos.
Siemens se habría comprometido inicialmente a no despedir a nadie, pero sólo
los primeros tres años...
General Electric, en cambio, que es mucho más
complementario, ha puesto sobre la mesa la creación de 1.000 puestos de trabajo
y negocia directamente con el Elíseo –que mantiene todas las puertas abiertas–
otra serie de garantías. El grupo norteamericano, que está implantado en
Francia desde el siglo XIX y emplea a 11.000 trabajadores, ha lanzado una
campaña de publicidad en televisión subrayando justamente este arraigo.
Según reveló el diario Le Figaro,
Siemens habría buscado en las últimas semanas una alianza con Mitsubushi –los
japoneses estarían interesados en las turbinas de vapor de Alstom y los
alemanas en las de gas– para presentar una oferta conjunta. Ahora bien, según
parece, Mitsubishi podría presentar una propuesta en solitario para entrar en
el capital de Alstom, con el aval del Gobierno francés.
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