jueves, 26 de septiembre de 2013

Los (falsos) recortes de Hollande

François Hollande ya puede alegar que su Gobierno hará en el 2014 un esfuerzo “sin precedentes” en el recorte del gasto público –lo cual, en cierto modo, es cierto– que ello no evitará que Francia alcance el año que viene un endeudamiento récord de 1,95 billones de euros, el 95,1% del Producto Interior Bruto (PIB). Tras derrapar en el 2013, el Gobierno se propone, de acuerdo con lo pactado con Bruselas –que le dio dos años de margen suplementarios–, reducir el déficit público del 4,1% al 3,6% del PIB. Ello debería ser posible si se cumple una previsión de crecimiento, prudente, del 0,9%.

Así lo prevé el proyecto de Presupuestos del Estado aprobado ayer por el Consejo de Ministros, en el que por primera vez la reducción de gasto –evaluada en 15.000 millones de euros, incluyendo el Estado, las colectividades territoriales y la Seguridad Social– centrará la mayor parte del esfuerzo –que en total sumará 18.000 millones–, por encima del aumento de los impuestos, contrariamente a lo que había pasado con las cuentas del 2013. Esos 18.000 millones representan el 0,9% del PIB, que es el esfuerzo que la Comisión Europea había pedido a París.

Sin embargo, ese recorte del gasto, que se presenta como “inédito en la V República”, es menos espectacular de lo que se pretende. Y bastante engañoso. Porque esencialmente procede de un frenazo del aumento natural que hubieran tenido algunas partidas presupuestarias, más que de una verdadera rebaja. En realidad, el gasto global del Estado crecerá aún un 0,5%...

Algo similar sucede con la prometida “pausa fiscal”, que el presidente francés situó ya en el 2014 y que su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, más realista pospuso al 2015. Porque, una vez más, si es cierto que apenas se han decidido nuevos aumentos de impuestos, la realidad es que los franceses tendrán que rascarse más el bolsillo el año que viene. De entrada, porque entrará en vigor una subida del IVA ya votada en el 2012 –del 19,6% al 20% el tipo normal y del 7% al 10% el tipo intermedio– y, seguidamente, porque unos pequeños ajustes en los baremos del IRPF acabarán de aumentar la recaudación. Puestos a hablar de récords, el conjunto de impuestos y tasas alcanzará el año que viene el 41,6% del PIB, un nivel sólo superado en la Unión Europea por Bélgica, Suecia y Dinarmarca.

El proyecto del Gobierno socialista, que suprimió la práctica de la época de Nicolas Sarkozy de dejar sin cubrir el 50% de las bajas de funcionarios por jubilación, prevé crear 11.000 nuevos puestos en los tres ministerios prioritarios –Educación, Interior y Justicia– y reducir algo más de 13.000 en el resto, obligados a apretarse más el cinturón. Los mayores cortes de personal los sufrirán los departamentos de Agricultura y Ecología. 



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